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SFM Reloaded [5x01]: Minami Makimura

miércoles, 28 de septiembre de 2011

World of Trollcraft: Chronicles

La del troll en una Comiket en peligro

El héroe, que no se había movido de la nipona ciudad de Tokyo, estaba comprobando de propia piel que corrían fechas importantes; la gente estaba más agitada que de costumbre, y es que en pocos días tendría lugar una edición más de la famosa y archiconocida Comiket, tal y como leía el héroe en un cartel en Akihabara. Había oído hablar de estas ferias de cómics, de lo impresionantes que eran, y se moría de ganas de asistir a una.

Sin embargo, tras abandonar el barrio comercial dejó de pensar en la Comiket, que quedó arrinconada en un aislado lugar de su mente, en parte debido a haber entrado en la zona financiera, llena de hombres y mujeres vestidos de oficina, corriendo arriba y abajo ajetreados aunque metidos de lleno en la cotidianidad de sus vidas. De la misma manera que el héroe era completamente anónimo para gran parte del mundo, toda esta gente eran los héroes anónimos que silenciosamente a base de trabajo y del sudor de su frente sacaban a flote su país que, irónicamente se trataba de un conjunto de islas.

Y tan enfrascado andaba en sus pensamientos y pesquisas que fue incapaz de esquivar una moza que andaba por la calle; la chica acabó en el suelo, y el héroe, caballerosamente la ayudó a levantarse. Como tampoco tenía prisa y por educación se ofeció a acompañarla hasta donde fuera; así pues reanudaron la marcha a través de las calles de Tokyo. La chica, que se identificó como Minami Makimura, parecía bastante joven; tal vez rondando los veinte años de edad, o incluso la treintena, aunque se conservaba muy bien si se trataba del último caso.



Tras un pequeño paseo de diez minutos llegaron a un edificio de oficinas tan anodino como el resto de construcciones del distrito financiero. Minami dijo al héroe que allí trabajaba ella y que no hacía falta que la acompañara más, pues ya se encontraba mejor después del choque, sin embargo, él insistió en llevarla hasta su puesto de trabajo.

Una vez en su oficina Minami le contó que se dedicaba a organizar eventos para artistas, tal vez siendo el más conocido el Comiket, aunque también podría sonarle la Comic Party, o Comipa, dijo a la vez que señalaba un cartel igual que el que había visto en Akihabara. Al héroe se le encendieron los ojos cuando oyó la palabra “Comiket”, cosa que no pasó desapercibida a los ojos de Minami, que le ofreció sentarse en el sofá mientras veía en qué consistía su trabajo; el héroe aceptó, emocionado.

En menos de media hora se había formado una enorme cola, consistente mayoritariamente por chicos jóvenes, entre veinte y treinta años, y algunas chicas del mismo rango de edad. Venían para conseguir un puesto de venta en la Comiket. Cuando la cola disminuía Minami efectuaba llamadas para negociar el precio del alquiler del lugar del evento, el Tokyo Big Sight, pero la cola volvía a formarse al cabo de poco tiempo, y vuelta a empezar.

Tras una agotadora mañana de trabajo, Minami le ofreció al héroe ir a comer con ella. El héroe accedió, pues empezaba a tener algo de hambre. Bajaron hasta la planta baja y salieron del edificio; Minami le comentó que en el piso ático, en la terraza, había un restaurante, pero no le gustaba y siempre salía y de paso estiraba las piernas. Como era prácticamente finales de mes y encima había crisis acabaron entrando en un restaurante de comida rápida de la conocida cadena WacDonell’s, donde comieron unas grasientas aunque secas hamburguesas por unos pocos yenes. Y para descontento del héroe, pero alegría para su prácticamente nula e inexistente economía, Minami insistió en pagar la cuenta.

Después caminaron de nuevo por las calles del distrito financiero de Tokyo. Hasta ahora no se había dado cuenta el héroe, pero parecían una pareja de tortolitos, lo que hizo que su cara enrojeciera de repente. Por suerte para él el paseo duró poco y en un corto lapso de tiempo ya se encontraban otra vez en la oficina de Minami. Y en otro corto lapso de tiempo ya volvía a haber una inacabable cola frente a su mesa. Más papeles, más llamadas y la tarde pasaba. Cuando hubo pasado todo la calma regresó a la oficina.

A finales de la tarde un mensajero llevó un paquete para Minami. El contenido era básicamente una cinta de vídeo. No llevaba remitente ni nada que pudiera identificar a quien hubiese enviado el paquete. Minami, sin embargo buscó por el almacén un reproductor para la cinta, conectó los cables con el televisor e insertó la cinta dentro del reproductor. Un icono un tanto extraño de color grisáceo parecido a una calavera con alas apareció delante de un fondo negro; y de repente un personaje que el héroe empezaba a conocer habló.



“Si estás viendo al que pronto será el gobernador del mundo entero, M. Bison, es porque tienes algo que ver con la organización de la Comiket, que este año sufrirá graves ataques por parte de la organización Shadaloo a menos que se pague un rescate de un millón de yenes a los datos que aparecerán al final del vídeo. Si en el plazo indicado no hemos recibido el pago me personaré en el evento para asegurarme el cobro de la suma previamente especificada. Cualquier intento de engaño será debidamente castigado...” Y volvió a aparecer el símbolo de la calavera con unas direcciones y unos números sobreimpresos. Al cabo de unos minutos el vídeo se apagó.

Minami seguía de pie. Interiormente estaba asustada y no sabía qué hacer ni a quién dirigirse; un poco como un bebé, pero desde el exterior no quería que nadie viese su debilidad, y se hubiese dejado caer al suelo si no fuera por su personalidad. El héroe viendo todo esto no pudo hacer más que darle apoyo y explicarle que ya se había enfrentado varias veces a él y que todavía no había perdido; las palabras del héroe la reconfortaron y Minami recuperó su compostura y su saber estar casi de inmediato. Para que el héroe la pudiese ayudar le hizo entrega de una acreditación para poder entrar a la Comiket sin tener que hacer cola. El héroe se ofreció a acompañarla hasta su casa.

Para ello salieron de nuevo del edificio y otra vez se encontraban en las calles de Tokyo, con la única diferencia que ahora el cielo estaba oscuro y lleno de estrellas. Minami tomó el metro para disgusto del héroe, que gastó los pocos yenes que tenía en una tarjeta de transporte. Bajaron en la estación que tocaba y tras andar no más de cinco minutos llegaron al apartamento alquilado de Minami. El héroe se ofreció a hacer la cena, y tras cocinar y cenar, entre una cosa y otra tuvo lugar algo que se explicaría en un hipotético World of Trollcraft: X (o H) Chronicles.

A la mañana siguiente Minami volvió a su oficina mientras el héroe se despedía hasta la Comiket. Entonces...

[El día D, a la hora H, en el lugar L]

El héroe usaba su shunpo para desplazarse rápidamente hasta el Tokyo Big Sight, emplazamiento donde tendría lugar la Comiket, si es que conseguía disuadir a Bison para que no causara desperfectos. Gracias a que el lugar de por sí era bastante fácil de identificar y que había una cola kilométrica el héroe se ubicó con rapidez. Ahora sólo tenía que encontrar a Minami. Fue relativamente fácil ya que se encontraba cerca de la entrada principal, vestida con un traje de “organizadora”, y dando vueltas arriba y abajo presa del nerviosismo.

El héroe mostró su acreditación a los vigilantes, y a la vez Minami intercedió por él. Todo parecía ir con normalidad, las colas, los horarios, y se abrieron las puertas de la Comiket pertinente. El héroe acompañaba a Minami, siguiéndola de cerca, pues Bison podría aparecer en cualquier momento; pero de mientras las aglomeraciones eran lo normal y la gente compraba haciendo gala de un capitalismo desenfrenado. Artistas haciéndose fotos y dedicando dibujos, merchandising arriba y abajo, caos, descontrol.



Y de la nada apareció Bison. Estaba en lo alto de unas vigas, de pie, con los brazos cruzados y sonriendo maléficamente. El grueso de gente no entendía nada, pues a sus ojos no era más que un tipo (algo sonado para haber subido hasta allí o bien estaba preparado desde organización) haciendo cosplay. Bison saltó al vacío mientras se colocaba en posición para realizar una tijera. El héroe reaccionó, y con velocidad protegió a los potenciales objetivos de Bison con un Shoryuken. La gente formó un enorme círculo para observar aquél espectáculo, pero Minami dio órdenes a seguridad para que se alejara a una distancia prudente a los asistentes.

Seguridad no se hizo de rogar y alejó lo más que pudieron a la gente del foco de riesgo. Y en el centro el héroe y Bison seguían acariciándose con ganas, en una pelea sin tregua. Psycho Crusher por aquí, Senpuukyaku por allá, y puñetazos y patadas muchas y variadas. Bison saltó para pisotearle la cabeza, pero el héroe se anticipó y lo atrapó al vuelo. Sin prisa pero sin pausa el héroe tomó el cuello de Bison y con una vuelta a su alrededor efectuó un movimiento de lucha libre, dejando inconsciente al oponente. La gente aplaudió y el héroe se llevó a Bison hasta el puerto y lo colocó en el primer barco que zarpaba.

Después el héroe volvió con Minami para despedirse. Aunque probablemente se encontrarían en Comikets posteriores. Minami le recordó que si quería asistir a algún evento que ella organizara no tenía más que pedírselo. Y dicho esto el héroe siguió dando unos tumbos más por el evento hasta que fue hora de partir. Y se despidieron.

3 quejas:

scaramanga dijo...

Este héroe es un blando. A Bison hay que rematarlo bien o vuelve y vuelve y vuelve... Y por qué no se ha tirado a Minami? Es que no saben lo calientes que vamos los que llevamos gafas (y esta está bien buena)?

Muramasa dijo...

Ejem... "entre una cosa y otra tuvo lugar algo que se explicaría en un hipotético World of Trollcraft: X (o H) Chronicles."

scaramanga dijo...

Ahhh, mi sempiterno déficit de atención. Solo puedo decir que D'OH!