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World of Trollcraft: [Capítulo décimocuarto: Tempora, o trolles]

lunes, 10 de septiembre de 2012

Capítulo 14

Tempora, o trolles


Era un nuevo día en Pueblo Paleto y el héroe recordaba cómo el Profesor Roble los había acompañado desde la Isla del Dragón hasta la tierra firme de Pueblo Paleto en su yate de Roble y Asociados días atrás, mientras los había intentado convencer de que se quedasen en la isla para ayudarlo con su estudio acerca de no-sé-qué-cosa de los pokémon de tipo Dragón. Parecía interesante y el profesor les había prometido un huevo de dragón como recompensa, incluso se podrían quedar el pokémon que saliese para su equipo. La Gata Negra había dudado, incluso estuvo a punto de decir que se quedaba, pero el héroe prefería seguir indagando para encontrar alguna pista, por pequeña que fuese, que les permitiese llegar hasta donde Mario estuviese cautivo.

"No sé..." dijo la Gata Negra, "no sabemos si Mario está vivo, por ponerme en el peor de los casos, ni si realmente fue secuestrado, no tenemos más que la palabra de una princesa que ha sido secuestrada tantas veces que no solo debe tener síndrome de Estocolmo, sino que además debe tener los síndromes de Oslo, Copenhagen y Helsinki".

"Ya sé que es rubia y tal, pero creo que es de fiar, tiene un reino bajo sus manos y encima protagonizó su propio videojuego" dijo el héroe.

"Aunque no lo creas, yo también soy rubia, bueno, en realidad Felicia Hardy lo es" replicó la Gata Negra, que se había sentido ofendida por las insinuaciones del héroe.

"Lo que sea, pero ni tienes un reino bajo tus manos -tal vez entre tus piernas, si me dejas, esta noche lo compruebo- ni has protagonizado tu propio videojuego. Como mucho has protagonizado tu propio cómic spin-off" rebatió el héroe.

"¡Grosero!" recibió por respuesta.

"Perdona, me he dejado llevar por el momento, pero es que estás tan buena... y el traje de cuero marca tu firme pecho y toda tu esbelta figura" se excusó el héroe.

Por algún extraño motivo la Gata Negra se echó a llorar y se fue de casa.

'¡Maldición! Ya la has hecho llorar, y eso que estabas a punto de triunfártela. Seguro que está en su período' dijo su voz interior.

El héroe no tenía ningunas ganas de ir tras su compañera de equipo, ni de consolar a nadie. Más bien era él el que necesitaba consuelo.

"Oye, ¿Consuelo?" dijo el héroe hablando a través del W-Gear, en su función de teléfono, "¿tienes algo que hacer ahora?¿sí?¿qué?¿ir de compras? ah, vaya. Yo que te iba a meter de todo menos miedo... ya, que tienes trabajo pese a la crisis y quieres fomentar la economía de Pueblo Paleto... entiendo. Pues nada, hablamos. Hasta luego" fue la patética conversación que tuvo el héroe con una de sus admiradoras buenorras, Consuelo.

Usó el W-Gear en modo internicio y tecleó "http://tdd1projekts.blogspot.com.es/". No había sido más que una intuición, pero seguro que era importante y posiblemente encontraría alguna pista para descubrir el paradero del fontanero. Sin embargo allí no había más que dibujos, y encima el blogmaster pedía dinero para pintar. 'Definitivamente, el mundo se está volviendo loco' pensó.

'A ver, piensa' se dijo a sí mismo interiormente el héroe 'tal vez la Gata Negra tuviese una ínfima parte de razón, lo único que sabemos de Mario es lo que nos ha dicho la Princesa Peach, pero no tiene porqué ser la verdad verdadera, creo que le iré a echar una visita, y de paso que me diga si tiene alguna hermana o amiga que me consuele'.

"Veamos de qué es capaz este cacharro" dijo en voz alta el héroe mientras tocaba botones del W-Gear. "Internicio, no; Almacén, no; Mapa, no; Mapa Interuniversal Chachi de la Muerte, no; Sistema de Viaje para Universos Visitados... debe ser esta opción. CLIC" un nuevo menú se abrió en la pantalla del W-Gear "Lista de universos visitados, a ver si está... ah, ahí está, Reino Champiñón. CLIC". De la nada aparecieron unos bloques de cerámica que flotaban en el aire y un tubo verde se alzó por encima de los bloques. El héroe se metió en la tubería y todo dio vueltas, hasta que de repente apareció en una tubería verde y al salir estaba en Reino Champiñón. Allá a lo lejos se veía el castillo, y antes de llegar había un pequeño jardín. Un camino de tierra que empezaba justo donde la tubería había aparecido serpenteaba hasta llegar al castillo. El héroe siguió el camino, no tenía pérdida. De pronto un escalofrío recorrió su espalda.

'No es nada' pensó para sí mismo. 'Solo estás nervioso porque vas a visitar una princesa, y con un poco de suerte triunfas con alguna hermana o amiga suya'. El camino se dividía en dos justo delante del castillo, el camino de la izquierda lo llevaba por una pasarela de piedra hasta la puerta principal del castillo atravesando la acequia, mientras que el camino recto seguía siendo de tierra y llevaba a la parte trasera del castillo. El héroe pensó que tal vez era un poco grosero entrar por detrás cuando ni siquiera le esperaban. 'Esto de entrar por la puerta de detrás en la segunda cita no se lo he hecho ni a mis admiradoras, mejor entro por la principal' pensó. Cruzó el puente de piedra con saltos de longitud (Stick^+Z+A)[Todos lo hemos hecho, no nos engañemos]

"Ya-hooo!! Ya-hoo! YA-HOO!!!" gritaba el héroe. Nada más parar volvió a sentir un escalofrío recorrer su espalda. Un toad se acercó a él.

"¡Identifíquese!" aunque era bastante bajo, medida estándar para un toad, llevaba una lanza así que el héroe pensó que mejor no liarla.

"Soy el héroe que debe llevar de vuelta a Mario, informe a su majestad que necesito hablar con ella, ya sabes, pistas y tal" dijo el héroe.

El toad abrió la puerta del castillo, no era demasiado ostentosa ni grande, y otro toad salió.

"No hagas movimientos raros, que te vigilo" dijo.

"No pensaba hacerlo" respondió el héroe.

Poco rato después el primer toad apareció por la puerta.

"Todo correcto, parece ser" informó.

El segundo toad lo miró con cara de 'haz un movimiento raro y te pincho, pringao'. La comitiva de bienvenida junto con el héroe cruzaron la puerta de entrada. El Profesor Kinopio se acercó al héroe y le dijo "en la habitación de arriba a la derecha del todo se halla la habitación de la Princesa, dirigíos allí, pues os espera".

El héroe fue a la derecha del todo y subió con un salto de altura (Stick>+Stick<+A)[De nuevo, todos lo hemos hecho alguna vez, no nos engañemos], una vez arriba entró por la puerta. La Princesa vestía su tradicional traje rosa de princesa y encima de su cabeza una corona dorada junto con su cabello ondulado y suelto, largo hasta la cintura. "Bienvenido, héroe" dijo Peach educadamente "¿cuál es el motivo para honrar tu visita?" "Verá, alteza, puede parecer una insolencia y actuar como una insolencia, pero no se deje engañar por su aspecto, la calidad no es cara, para todo lo demás, MasterCard" dijo el héroe. "wut?" dijo la Princesa. "Digo que lo único que sé acerca de la desaparición de Mario es lo que me dijo su alteza, sin embargo no dispongo de ninguna pista más y por eso me gustaría tener una charla con su alteza, si se me permite" expuso el héroe. "Claro, héroe, aunque asumo que ahora vendrá el típico momento de 'no tengo más que la palabra de una princesa que ha sido secuestrada tantas veces que no solo debe tener síndrome de Estocolmo, sino que además debe tener los síndromes de Oslo, Copenhagen y Helsinki'" dijo Peach.

"Cierto es" respondió el héroe. "A pesar de que no dudo de la palabra de su alteza, necesitaría más pistas, más información, algo que me permitiera descubrir dónde se halla Mario."

"Lo desconozco, aunque tal vez puedas echar un vistazo al Mundo 8" dijo Peach "claro que tendrías que empezar desde el mundo 1, porque andamos escasos de presupuesto y no me quedan silbatos mágicos. Pide a Kinopio que te abra las tuberías hacia el mundo 1 de Bros. 3".

"Gracias alteza, por cierto, me preguntaba si tenéis alguna hermana o alguna amiga en edad de merecer y que tuviese un físico envidiable, para poder aliviar mis penas de héroe." dijo el héroe.

"Mmm... No sé, ahora mismo no se me ocurre nadie... espera" dijo la Princesa mientras pensaba "tal vez Daisy" murmuró aunque el héroe pudo escuchar perfectamente el nombre.

"¿Y qué tal esta tal Daisy?¿Es guapa?" se interesó el héroe.

"Es un poco más fea que yo y aunque su estilo de peinado es parecido al mío ella es castaña" empezó Peach "y además..." siguió.

"¿Además?" repitió el héroe.

"Bueno, como decirlo finamente, es bastante zorrilla, y eso que es una princesa. A mí me daría vergüenza hacer lo que hace ella" dijo Peach "ay, si te contara...".

"Nada, nada, no hace falta que cuentes nada, únicamente necesito su número, por si hay algún aprieto o algo" dijo el héroe con sumo interés.

El número de Daisy fue añadido a tu W-Gear.

El héroe se despidió y salió de la habitación. Nada más cerrar la puerta vio al Profesor Kinopio, pero antes tenía que hacer una llamada, así que salió del castillo por si no había cobertura. Un escalofrío más que fuerte recorrió su espalda.

"Hola, Consuelo, no estoy en Pueblo Paleto... Nada, que he ido a ver una princesa y me ha dado el teléfono de una tal Daisy... Sí, Daisy, me ha dicho que es muy golfa... Sí, puede que más que tú y todo... ¿Que qué?... Nada, solo es para darte envidia, pero no te preocupes que a la siguiente te llamo". Por algún extraño motivo había ido caminando hasta donde la tubería lo había dejado, pero al darse la vuelta el tiempo había quedado inmovilizado. De una cortina de espeso humo apareció un tipo raro, pero eso el héroe no podía verlo, porque el tiempo estaba parado. Sin embargo, si el tiempo estaba parado, ¿cómo era que ese tipo se podía mover?

Con un gesto acariciando la cara del héroe hizo que la cabeza del héroe se pudiera mover pese a estar el tiempo parado.

"¡Mecagüen!" exclamó el héroe "¿y ahora qué pasa?", se había dado cuenta de que excepto su cabeza el resto de su cuerpo permanecía inmóvil.

"Soy Khyld Tempus, amo y señor del tiempo." dijo el tipo raro.

"Como una regadera" dijo el héroe. Se acababa de dar cuenta de la presencia de Khyld Tempus. El tipo llevaba una máscara dorada en la que unos pequeños agujeros rectangulares a través de los cuales tenía visión y los labios también estaban marcados, y en la mejilla izquierda había una especie de engranajes mientras que en la derecha había un reloj de aguja. Llevaba un sombrero en su cabeza, aunque más que sombrero parecía un embudo, en sus manos llevaba guantes blancos, un conjunto de tuxedo negro y pantalones grises y en los pies, zapatos negros. Completaba el conjunto una vara de madera coronada por un reloj de arena.

"Más respeto con el amo y señor del tiempo, insolente" dijo Khyld Tempus "además, no soy solo amo y señor del tiempo, también soy amo y señor de centenares de sirvientas a cada cuál más bella"

El héroe interrumpió "ahora sí que te tengo algo más de respeto".

"Podría matarte aquí y ahora de muchas y muy distintas maneras..." dijo Khyld

El héroe volvió a interrumpir "De muchas, de muchas... pero si me quisieses matar ya lo habrías hecho, hombretón."

"Primero de todo nos lo pasaremos bien" dijo Khyld mientras agitaba su vara.

Un escalofrío más que fuerte recorrió la espalda del héroe. Acababa de salir del castillo, y quería hacer una llamada.

"Hola, Consuelo, no estoy en Pueblo Paleto... Nada, que he ido a ver una princesa y me ha dado el teléfono de una tal Daisy... Sí, Daisy, me ha dicho que es muy golfa... Sí, puede que más que tú y todo... ¿Que qué?... Nada, solo es para darte envidia, pero no te preocupes que a la siguiente te llamo". Por algún extraño motivo había ido caminando hasta donde la tubería lo había dejado.

Un escalofrío más que fuerte recorrió la espalda del héroe. Acababa de salir del castillo, y quería hacer una llamada.

"Hola, Consuelo, no estoy en Pueblo Paleto... Nada, que he ido a ver una princesa y me ha dado el teléfono de una tal Daisy... Sí, Daisy, me ha dicho que es muy golfa... Sí, puede que más que tú y todo... ¿Que qué?... Nada, solo es para darte envidia, pero no te preocupes que a la siguiente te llamo". Por algún extraño motivo había ido caminando hasta donde la tubería lo había dejado.

Un escalofrío más que fuerte recorrió la espalda del héroe. Acababa de salir del castillo, y quería hacer una llamada.

"Hola, Consuelo, no estoy en Pueblo Paleto... Nada, que he ido a ver una princesa y me ha dado el teléfono de una tal Daisy... Sí, Daisy, me ha dicho que es muy golfa... Sí, puede que más que tú y todo... ¿Que qué?... Nada, solo es para darte envidia, pero no te preocupes que a la siguiente te llamo". Por algún extraño motivo había ido caminando hasta donde la tubería lo había dejado.

Un escalofrío más que fuerte recorrió la espalda del héroe. Acababa de salir del castillo, y quería hacer una llamada.

"Hola, Consuelo, no estoy en Pueblo Paleto... Nada, que he ido a ver una princesa y me ha dado el teléfono de una tal Daisy... Sí, Daisy, me ha dicho que es muy golfa... Sí, puede que más que tú y todo... ¿Que qué?... Nada, solo es para darte envidia, pero no te preocupes que a la siguiente te llamo". Por algún extraño motivo había ido caminando hasta donde la tubería lo había dejado.

A cada vez que salía del castillo, su yo de eso momento quedaba parado un momento antes, y al poco rato ya había varias decenas de héroes. Todos parados excepto el primero, o más bien dicho, su cabeza.

"Aunque a tí no te lo parezca sois todos auténticos, y si muere uno, se acabó. Si ahora dejara correr el tiempo, ¿qué pensarías viéndote repetido tantas veces? Que alguien te ha jugado un mala pasada, y solo tú sabes lo que ocurre realmente, pero nadie te haría caso. Tú no te fiarías de tí mismo, irónico, ¿no?" dijo Khyld Tempus con una sonrisa burlesca, y un tono no menos burlesco.

"¿Quieres comprobar cuál de tus yos es más fuerte?"