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Pocket Tales of the Braves - Capítulo 15

viernes, 5 de octubre de 2012

Capítulo 15: Combate en Torre Bellsprout

Continente de Johto
Torre Bellsprout


El Cyndaquil que había enviado el entrenador esperaba órdenes mientras en su espalda se formaba una columna llameante, de forma amenazadora. Ryuuna envió a Dratini a luchar, no sin antes sacar su PokéDex y obtener todos los datos acerca de

"Cyndaquil, ¡Ataque Rápido!" gritó el chico.

Ryuuna ya había sido testigo de varios ataques rápidos, el Cyndaquil parecía que no se movía pero estaba preparando sus piernas para salir disparado. Ryuuna mandó a Dratini mantener posición defensiva: protegido por su cuerpo enrollado mantenía a salvo su cabeza mientras observaba a través de una rendija que su con su mismo cuerpo formaba. El Ataque Rápido del Cyndaquil fue absorbido por el cuerpo del Dratini, que apenas se inmutó. El entrenador volvió a dar órdenes al Cyndaquil.

"Cyndaquil, ¡Ascuas!". Ryuuna no acababa de entender el motivo de ese ataque, pues todo entrenador debe tener en mente las ventajas de tipo, y atacar con un ataque de Fuego a un pokémon tipo Dragón no parecía lo más sensato. Ryuuna pensó que debía formar parte de alguna estrategia y sin embargo contrarrestó el ataque con un Ciclón que disipó las llamas con suma facilidad. Ambos entrenadores gritaron a la vez:

"Cyndaquil/Dratini, ¡Malicioso!"

El espectáculo posterior se tradujo en el Cyndaquil haciendo muecas y el Dratini intentando meter la punta de la cola en los ojos de su oponente; los dos pokémon acabaron en el suelo riéndose. Cada entrenador llamó la atención a su pokémon y de repente volvieron las hostilidades.

"¡Vuelve, Cyndaquil!" gritó el entrenador. En una mano sostenía la pokéball del Cyndaquil y con un gesto y una luz roja el pokémon ratón de fuego regresó a su pokéball. El siguiente pokemon a luchar fue un Chikorita, que entró en combate al grito de:

"¡Vamos, Chikorita!"

El pequeño pokémon tipo Planta parecía tener muchas ganas de demostrar su valía. A pesar de ello cuando el entrenador gritó "¡Polvo Venenoso!" el Chikorita se abalanzó sobre el Dratini con un Placaje, pero fue interceptado por la atadura del Dratini. El Chikorita se movía y peleaba para soltarse pero estaba bien preso por el pequeño dragón. Ryuuna gritó:

"Dratini, ¡Atadura!"

El Dratini aplicó de nuevo presión sobre el Chikorita, que seguía empujando para deshacerse de su captor.

"Chikorita, ¡Polvo Venenoso!" gritó el entrenador.

Ahora sí que el pokémon hoja acató las órdenes de su entrenador, agitando su cuerpo para desprender una nube tóxica que envenenó a al Dratini, que a pesar de estar envenenado no pareció importarle demasiado, y eso desconcertó al Chikorita.

"Dratini, ¡Malicioso!" ordenó Ryuuna. La defensa y la salud de Chikorita fue decreciendo, hasta que Ryuuna retiró a Dratini del combate. La salud del Dratini también había decrecido a causa del veneno pero al ser cambiado se activó su habilidad Mudar y recuperó su estado. El Larvitar fue el siguiente pokémon elegido para salir a luchar por parte de Ryuuna.

"Larvitar, ¡Mordisco!" gritó Ryuuna.

Con un tremendo bocado el Chikorita cayó debilitado antes de poder usar la Hoja Afilada que podría haber supuesto la derrota del Larvitar nada más entrar. El entrenador se lamentó por el Chikorita aunque admitió, murmurando, que había hecho un buen trabajo. El entrenador disponía de su Cyndaquil, pero optó por su otro pokémon, tercer y último, Totodile, que también podía poner en apuros a Larvitar, por las ventajas de tipo.

El Larvitar se concentró y de pronto empezó a caer arena del cielo. Por su parte el Totodile no perdió el tiempo y abrió sus grandes fauces para disparar un chorro de agua al grito de "¡Pistola Agua!". El Larvitar saltó muy alto, y el Totodile lo siguió con la mirada para, acto seguido tratar de acertar con su chorro de agua. Las gotas de agua que habían alcanzado su punto álgido descendieron y algunas de ellas se metieron dentro de los ojos del Totodile, cegándolo momentáneamente, y dejándolo desconcertado. El Larvitar se abalanzó sobre el Totodile para ejecutar su Mordisco.

"¡Totodile, vigila tu derecha!¡Totodile, vigila tu izquierda!" alertaba el entrenador a su pokémon, pero no evitó el Mordisco. El Totodile retrocedió.

"¡Pistola Agua!"

El Totodile, que empezaba a recuperar la visión, acató las órdenes de su entrenador. El Larvitar se alejó del Totodile rápidamente para evitar ser mojado.

"Si quieren un duelo de fauces lo tendrán" dijo el entrenador, "Totodile, ¡Mordisco!"

"Larvitar, ¡Mordisco!"

Ambos pokémon corrieron hasta el otro e intentaron mordisquearse, Totodile picaba con su morro, sensiblemente más largo que el de Larvitar que no se amedrentaba y también intentaba usar su Mordisco contra el Totodile. El Larvitar, a grito de Ryuuna, esquivó uno de los envites y saltó, el Totodile cayó hacia adelante y el Larvitar cayó encima suyo. Ryuuna devolvió a su Larvitar a la pokéball.

"¡Vuelve, Larvitar! Bien hecho." Dejó su pokéball en su cinturón y envió al Dratini de nuevo "¡Ya queda poco, Dratini!"

"Totodile, ¡Pistola Agua!" gritó el entrenador.

Por desgracia no parecía que fuera demasiado efectivo el ataque.

"Dratini, ¡Ciclón!" gritó Ryuuna. El Totodile parecía que esquivaba el ataque pero la fuerza con la que el ciclón aspiraba acabó por arrastrar al pokémon de grandes fauces. "Totodile, ¡Furia!" gritó el entrenador mientras Ryuuna, a su vez ordenó "Dratini, ¡Atadura!". El Totodile descargó toda su furia contra el Dratini, que se debilitó, al mismo tiempo que el Totodile, que había usado todas sus fuerzas para el último ataque. Ryuuna envió a Larvitar mientras devolvía al Dratini a su pokéball, aunque al pokémon no le gustase.

Quedaban únicamente en pie el Cyndaquil del entrenador y el Larvitar de Ryuuna.

"Cyndaquil, ¡Ataque Rápido!" ordenó el chico. A su vez Ryuuna gritó con cierta tranquilidad "Larvitar, ¡Tormenta Arena!". El Cyndaquil empezó a relizar su movimiento, pero al desplazarse unos metros se fue deteniendo lentamente hasta quedar completamente inmóvil.

"¿Qué te ocurre, Cyndaquil?" gritó preocupado el chico.

"¿Recuerdas el momento en que tu Cyndaquil ha atacado a Dratini con el mismo ataque?" dijo Ryuuna dirigiéndose al chico. "Ha sido entonces cuando el Dratini ha usado su Onda Trueno, y por fortuna parece que no te has dado cuenta".

"¡El combate está decidido!" exclamó Ryuuna.

El Larvitar impactó contra el Cyndaquil al ritmo de la tormenta de arena. Finalmente el Cyndaquil cayó.

"Cyndaquil, vuelve..." y dirigiéndose a Ryuuna le comentó "Buen combate, creo que empiezo a entender qué es lo que busco en esta torre".


Mochila:
- Pokéball x5
- Baya Aranja x6
- Saco de dormir
- Zapatos
- Baya Atania x2
- Baya Zreza x2
- Baya Safre x2

Equipo:
- Dratini (Mudar) MV: Atadura - Malicioso - Onda Trueno - Ciclón
- Larvitar (Agallas) MV: Mordisco - Malicioso - Torm. Arena - Chirrido
- Huevo Misterioso

1 quejas:

scaramanga dijo...

Ser entrenador Pokémon es una fuente de traumas a menos que se tenga un Meoletta.