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Pocket Tales of the Braves - Capítulo 17

viernes, 14 de diciembre de 2012

Capítulo 17: Algo que demostrar

Continente de Johto
Torre Bellsprout


Detrás del monje al que Blasi se acababa de enfrentar y derrotar reposaban, inmóviles, las escaleras que ascendían hasta el piso superior. Ryuuna estaba emocionada, Blasi también, aunque no lo aparentase. Fue ella quien le felicitó por su combate.

"¡Ha sido un combate genial!" gritó excitada Ryuuna.
"Bueno... no ha sido para tanto" admitió Blasi modestamente, aunque visiblemente adulado "ha dado la casualidad de que mis pokémon eran de un tipo en ventaja con los suyos...". Blasi estaba rojo.

"Dime" dijo Ryuuna "¿Crees que ahora eres más fuerte para enfrentarte a Pegaso?"
"No sé, es cierto que tengo ganas de volverme a enfrentar a él, pero no sé si podría hacerle ni un rasguño a sus pokémon" confesó Blasi. "Con sus pokémon pájaro es fácil echar a volar y esquivar los ataques."
"Ya..." contestó Ryuuna. "En cambio yo sí creo que podría vencerle, y más si conseguimos superar la prueba que se encuentra en el piso superior. Ya tengo ganas de tener la Medalla Céfiro en mi medallero."

Blasi miró a Ryuuna con respeto, en ese momento le parecía alguien digno de admiración, y todo un ejemplo de perseverancia y determinación. Blasi se sintió algo mejor. "Tú primera" le dijo él a Ryuuna, señalándole el camino con el brazo. Los dos se acercaron a la escalera, primero ella y él después. Y en el mismo orden subieron la escalera. Blasi se sintió mal y bien, todo a la vez, cuando miraba hacia arriba y lo único que podía ver era los pies de Ryuuna, y todo lo que seguía hacia arriba. También todo lo que la falda se encargaba de tapar, que visto desde abajo quedaba bien visible. Derecha, izquierda, derecha, izquierda... se movían las nalgas de Ryuuna a medida que subía peldaños. Y las braguitas. Blasi hacía esfuerzos para mirar abajo, pero de tanto en tanto su mirada ascendía. Hasta que...

Por fin llegaron al piso superior. Blasi hiperventilaba.

"Deberías hacer más deporte si con esta subidita de nada ya necesitas aire..." dijo inocentemente Ryuuna.

'Aire, aire, aire...' pensaba Blasi mientras escuchaba las palabras de Ryuuna.

"Bueno, ya hemos llegado arriba del todo. A ver qué pruebas nos esperan, espero que me den un pokémon bonito y que sea capaz de derrotar a Pegaso."

Un monje se acercó a ellos.

"Antes de ser capaces de derrotar a Pegaso debéis ser capaces de derrotar al Sabio Li, y antes de derrotarle a él, deberíais ser capaces de derrotarme a mí. Sin embargo, tengo unos aprendices que están deleitosos de enfrentarse a alguien que ha sido capaz de llegar hasta aquí."

Nada más acabar de decir esto, de las sombras aparecieron dos monjes que, ciertamente tenían cara de aprendices, jóvenes e inexpertos. Se dirigieron a Ryuuna y Blasi.

"Si queréis enfrentaros a los sabios más sabios de Torre Bellsprout y aprender de ellos... ¡primero tenéis que demostrar que sóis capaces de vencernos!" dijo uno de ellos.
"Y creednos que, y modestamente lo digo, somos diferentes a los demás a los que os podáis haber enfrentado en este lugar, incluídos vosotros mismos" dijo el otro.

Blasi y Ryuuna se quedaron pasmados, en silencio.

"¿Se os ha comido la lengua el gato?" dijo el primero.
"Modestamente lo digo, si lo preferís podemos hacer un combate doble" dijo el segundo.
"¡Por mí que no sea!" gritó el primero.
"Y modestamente lo digo, ¡que por mí tampoco sea!" exclamó el segundo.

No tenían alternativa. Superar el combate o dar media vuelta. Ryuuna reunió coraje.

"Hemos llegado hasta aquí, no vamos a regresar ahora con las manos vacías." dijo Ryuuna. Fue el empujoncito que necesitaba Blasi.

Los dos monjes enviaron a sus pokémon que, ¡oh, sorpresa!, eran sendos Bellsprout. Ryuuna envió a Dratini, porque Larvitar tenía desventaja de tipo, pero lo que preocupaba a Ryuuna era el escenario que se plantearía si Dratini era derrotado. Blasi envió a Cyndaquil. El hecho de que el Cyndaquil fuera de un tipo claramente ventajoso frente a los Bellsprout le transmitía la confianza suficiente como para no pensar en lo que podría pasar si su Cyndaquil era debilitado. Únicamente tendría a su disposición un Chikorita y un Totodile, y ninguno de los dos tenía ventaja de tipo.

Los dos Bellsprout estaban frente a Dratini y Cyndaquil, otrora oponentes en el campo de batalla. Los Bellsprout movían su cuerpo, voluntaria o involuntariamente, lo curioso era que parecían estar en sintonía. Blasi no se dio cuenta de ello, Ryuuna, sí.

Uno de los monjes empezó el combate.

"Bellsprout, ¡Látigo Cepa!" gritó.

El Bellsprout lanzó dos latigazos que sonaron próximos a sus objetivos, pero el movimiento falló, golpeando el suelo.

*CRAC* *CRAC*

Dratini se desplazó hasta una posición y Cyndaquil saltó en la posición opuesta al dragón.

"Bellsprout, ¡Látigo Cepa!" gritó el otro monje.

De manera similar a su compañero, el látigo no buscaba acertar a ninguno de los dos pokémon, aunque impactó igualmente contra el suelo.

*CRAC* *CRAC*

El Cyndaquil y el Dratini volvieron a alejarse todavía más.

"Cyndaquil, ¡Ascuas!" gritó Blasi.
"Dratini, ¡Atadura!" gritó Ryuuna.

El Cyndaquil abrió la boca y lanzó varias ascuas, sin embargo el Bellsprout las esquivó. Por su parte, el Dratini atenazó al otro Bellsprout con su cuerpo, pero al presionar no consiguió dañarlo, puesto que el cuerpo tan flexible del Bellsprout lo protegía. Ryuuna odiaba admitirlo, pero el monje que les había dicho que eran diferentes tenía razón.

"Bellsprout, ¡Látigo Cepa!" gritaron los dos monjes al unísono. El Cyndaquil esquivó el ataque pero por desgracia los dos Bellsprout habían hecho objetivo a Dratini, que recibió el impacto de los latigazos.

*CRAC**CRAC* *CRAC**CRAC*

Ryuuna estaba bloqueada.

"Bellsprout, ¡sigue golpeando al Dratini con Látigo Cepa!" gritó uno de los monjes.
"De nuevo, ¡Látigo Cepa!" gritó el otro.

*FIIIIIIIS*

Se acercaban, de nuevo, los látigos verdes de los Bellsprout, preparados para golpear al Dratini... "¡Cyndaquil!" gritó Blasi y lanzó su movimiento Ascuas para proteger al Dratini. Ryuuna despertó de su letargo, 'aunque sean unos Bellsprout diferentes en velocidad, no dejan de tener sus debilidades. Será dificíl golpear, pero tiene que haber una manera de conseguirlo.'

"¡Arrinconar!" gritó. Esto causó sorpresa entre los dos monjes, incluso Blasi se asustó. "Blasi, tú por ahí, yo iré por allí" le dijo Ryuuna a su compañero de batalla. Blasi le hizo el gesto de "thumbs up" conforme había entendido su cometido. "Cyndaquil, ¡persigue al Bellsprout! ¡No dejes que escape!". Pero decirlo era muchísimo más fácil que hacerlo, este Bellsprout, a diferencia de los otros de los pisos inferiores, era más rápido y más ágil. El Dratini tenía el otro flanco cubierto. La escena era delirante y grotesca a partes iguales, y es que primero estaban el Cyndaquil y el Bellsprout el uno persiguiendo al otro, el Dratini atento al Bellsprout que estaba siendo perseguido mientras el Bellsprout restante se lo miraba a la vez que se rascaba la cabeza.

Ryuuna lo vio claro, entonces gritó "Dratini, ¡Onda Trueno!" El movimiento alcanzó al Bellsprout en pleno salto y quedó paralizado, a merced de sus oponentes. Aunque debía permanecer totalmente paralizado a causa de la electricidad, podía moverse, aunque con extrema dificultad y sin apenas destreza. El Cyndaquil lanzó más ascuas, debilitándolo. El monje lo devolvió a su ball. No tenía más pokémon, ahora tenía que confiar en su compañero.


Mochila:
- Pokéball x5
- Baya Aranja x6
- Baya Atania x2
- Baya Zreza x2
- Baya Safre x2
- Saco de dormir
- Zapatos

Equipo:
- Dratini (Mudar) MV: Atadura - Malicioso - Onda Trueno - Ciclón [s/o]
- Larvitar (Agallas) MV: Mordisco - Malicioso - Torm. Arena - Chirrido [s/o]
- Huevo Misterioso