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Crónicas de Ivalice: Historia de una condena - IX

martes, 22 de enero de 2013

Capítulo Noveno: ¿Dónde estará Einnie?

Mapa de Yutolandia

Región de Camoa, Roahl


"Perdone, ¿ha visto usted una viera vestida de Maga Roja con un carácter un tanto peculiar?" preguntaba Gides a un Paladín que caminaba por Camoa. "¿Qué cómo de peculiar? Pues como que tirando a prepotente, con un punto de demencia" aclaró, pero la respuesta no fue positiva, no la había visto. "Conozco vieras prepotentes, pero no son Magas Rojas" respondió el paladón. Más allá estaba Ilwulf, también preguntando a la gente.

"Disculpe, ¿no se habrá encontrado con una viera Maga Roja loca por ahí?" preguntó a una viera Maga Roja. "Oiga, un respeto" dijo la viera y se marchó. No había caído en que ella respondía al aspecto físico aunque no en su estado mental.

"Perdón por las molestias, pero estoy buscando..." dijo Ermine. "Lo siento, no tengo tiempo", le dijo la señora.

"Disculpe, señor..." dijo Ermine dirigiéndose a un señor que pasaba. "No tengo suelto para limosnas" fue su única respuesta.

...

"Ajá... sí... lo comprendo". Gides acababa de hablar con otro transeúnte que no sabía quién era Einnie, tal vez esto de preguntar al primero que pasa por la calle no era lo más acertado. Volvió hasta la puerta de la taberna de Darys, donde había quedado con su compañero de clan, Ilwulf, y la cliente, Ermine. Ermine ya había llegado, Ilwulf estaba en camino. Anochecía, y señal de ello era que el cielo mostraba sus más oscuras intenciones, y no era el único.

"Eh, chht" dijo una gría. Se dirigía a Ilwulf, que estaba regresando al punto de reunión donde se tenía que encontrar con sus compañeros, "¿Quieres ver buen material?" Y se desabrochó la gabardina. Había cuchillos grandes y pequeños, simples y decorados exquisitamente, benditos y malditos. Ilwulf quedó impresionado. "Y si este material no te interesa, tal vez pueda ofecerte algo más, si captas lo que digo..." Era obvio que estaba intentando venderse o vender, e Ilwulf hubiera aceptado de no ser porque "Estás más buena que el pan, pero no tengo ni un guil encima, espera que mi clan tenga más fondos y ten por seguro que me perderé en tus profundidades." La gría volvió a abrocharse la gabardina mientras Ilwulf corría hasta la taberna de Darys, llegaba tarde. Nadie más lo interrumpió por el camino.

"Lo siento, lo siento, llego tarde, pero es que me han entretenido" se excusó Ilwulf

*ARF* *ARF*

"Descansa, Ilwulf, que no te vaya a dar algo" dijo Gides. "He estado hablando con Ermine mientras te esperábamos, y parece ser que ni ella ni yo hemos tenido mucha suerte preguntando, claro que vieras Magas Rojas habrá muchas."

"A mí, muchos no me han dejado ni preguntar..." se lamentó Ermine.

"¿Qué tal te ha ido a tí?" preguntó Gides. Ilwulf ya estaba un poco más recuperado de la carrera, respondió. "Lo mismo que vosotros, la gente no parece que sepa nada. Yo por hoy lo dejaría, planearía lo que haremos mañana y, eso, mañana será otro día." Parecía que el resto estaban bastante de acuerdo con él.

"Sí, me parece una más que acertada opción" dijo Gides. "Ermine, ¿tienes habitación por aquí Camoa?". La respuesta de la viera fue afirmativa.

"Sí, tengo una habitación alquilada en esta taberna misma."

"Por tu seguridad nos quedaremos contigo esta noche, si a Ilwulf le parece bien, claro está. ¿Qué te parece, Ilwulf?" dijo Gides. A Ilwulf le parecía una más que excelente idea. "Claro que sí, todo sea por la seguridad de la cliente", aunque interiormente pensaba en otras cosas menos cándidas.

Entraron los tres a la taberna. Era hora de cenar y el bullicio era evidente.

Gides gritó a Darys "Darys, mesa para tres", en señal de que se quedaban a cenar. "Poneos donde encontréis sitio" fueron las únicas palabras de una ajetreada Darys que iba y venía de la cocina a las mesas y viceversa. Allí había una mesa libre con cuatro sillas, y en breves Darys les había puesto cubiertos y recitaba el menú para que eligieran.

...

"¿Y para beber?" preguntó Darys.

"¿Tienes algún vino de molbol que esté bien?" preguntó Ermine.

"Mmm... ¡Ah! Hoy me ha llegado una remesa que me han dicho que es muy buena, os la traigo y me decís qué tal." Darys les había tomado nota y volvió al ajetreo mientras Gides, Ilwulf y Ermine charlaban animadamente.

...

"... Maga Roja ..."

"... Einnie, creo ..."

Fueron palabras sueltas que oyó Ilwulf, pero que parecían cobrar cierta relevancia. Ilwulf giró repentinamente la cabeza hacia el origen de esas palabras. Eran un grupo de moguris y humes, posiblemente del mismo clan. Gides y Ermine estaban hablando de habilidades o no sé qué cosas y no habían prestado atención. Ilwulf seguía el clan con la mirada. Al cabo de un rato llegó Darys con bandejas de comida.

"Pechuga de cocatriz empanada..."

"Para mí." dijo Ilwulf. "Mmm... pinta de maravilla."

"Ensalada de tomate y sopa de Flan de fuego..."

"Aquí, aquí." señaló Ermine su parte de mesa.

"Y conejo Dreamhare asado, con salsa de mostaza y miel..."

"Excelente, soberbio, Darys." comentó Gides.

Y la camarera Darys abandonó la mesa para seguir atendiendo al resto de clientes. Ermine, Gides e Ilwulf empezaron a comer.

...

"... erando de las lesion ..."

"... ación 13 ..."

"... ojamiento ..."

Ilwulf intentaba escuchar la conversación que estaban teniendo el clan de moguris y humes, sin embargo el jolgorio que había en el comedor era demasiado fuerte, más que para captar una o dos palabras seguidas. Por lo que había entendido se estaban recuperando de sus lesiones, y se alojaban en la habitación número 13. Tal vez ese número no fuera buen presagio, en cualquier caso, Ilwulf se hizo una nota mental.

"Estás un poco raro, Ilwulf." dijo Gides, que acababa de tragar un trozo de liebre salvaje en rica salsa y tenía la copa en mano, a punto de regarlo con un poco del vino de molbol.

"Shht... estoy escuchando conversaciones ajenas."

"No deberías estar escuchando conversaciones ajenas y espiando a la gente..." dijo con tono de aleccionamiento el soldado.

"Nos puede interesar, en la habitación os lo cuento."

Y los tres siguieron comiendo de sus platos. Los del clan que espiaba Ilwulf se levantaron de las mesas y salieron por la puerta que daba a las habitaciones. Varios grupos de gente hicieron lo mismo, aunque unos iban a las habitaciones y otros ya se marchaban. Finalmente el grupo de tres se levantó para ir a pagar.

"Eso es, tres cenas, y vamos a acompañar a la dama a su habitación. Misión de alto riesgo, qué te voy a contar." le explicó Gides.

"Mientras no entréis tres y salgáis cuatro... ni molestéis a los clientes, por mí que no sea..." dijo Darys.

Los tres se dirigieron a la puerta que llevaba a las habitaciones.

"Creo que Darys me ha malinterpretado..." se lamentó Gides.

"No acabo de entender qué ha querido decir..." comentó Ermine.

"Supongo que habrá entendido la guardia como 'misión de reconocimiento'..." dijo en tono jocoso Ilwulf.

"¿En qué habitación te alojas, Ermine?" preguntó Gides. Ermine respondió "En la... uh... a ver la llave", y sacó una llave de su abrigo. Tenía colgada una pequeña tabla con el número de habitación, había un '5' inscrito. "En la habitación número 5, primera planta" terminó Ermine. La taberna ejercía función de posada, pues Camoa era un pueblo frecuentado por aventureros, y era un negocio bastante rentable... excepto cuando se producían fuertes desencuentros entre clientes. En la taberna de Darys no se solía dar el caso, claro que normalmente estaba frecuentado por soldados del Ejército de Yutolandia, por eso era el sitio más seguro para quedar clientes y aventureros para llevar a cabo negocios limpios. Los negocios turbios tenían lugar en otros tugurios.

Ermine abrió la puerta de su habitación, dejando paso a Gides e Ilwulf.

"Pasad, pasad."

"Gracias."

"Con permiso."

"A ver, Ilwulf, ¿qué era esa conversación tan importante que estabas espiando?" preguntó Gides.

"Hombre... espiar suena como muy fuerte, yo sólo estaba 'prestando atención' a lo que decían los del clan." respondió Ilwulf.

"¿Qué clan?¿Qué decían?" preguntó de nuevo Gides, Ermine miraba con interés la conversación, Ilwulf contestó.

"No sé su nombre porque o no lo han dicho o no lo he oído, pero he visto que eran un clan de moguris y humes, y por lo que he entendido se han enfrentado a Einnie y se están recuperando aquí de sus lesiones."

"¿Cómo sabremos dónde encontrarlos? Ya hemos visto que esto de preguntar a la gente no surte efecto."

Pero Ilwulf tenía respuesta a la pregunta de Gides. "No temas, he visto que iban a su habitación y he oído que era la número 13."

"Eres un genio, tío." dijo Gides a modo de halago. La mirada de Ermine rezumaba interés y excitación, eran las noticias más recientes acerca de Einnie que había escuchado, aunque su emoción le impidió mediar palabra. "Vamos a echarles una visita." dijo Gides. "Vamos." consiguió decir Ermine.

...

"10... 11..." leía Ilwulf los carteles. "12... "

"¡Trece! Es aquí" dijo Ermine. Gides fue a picar a la puerta, pero se lo pensó, "Pica tú, Ilwulf". Gides se había quedado en blanco y no sabía qué decir. Ilwulf no entendía lo que le pasaba, aunque comprendió la situación, se acercó a la puerta y picó.

*TOC* *TOC*

Se oyó una voz un tanto aguda, casi infantil, detrás de la puerta "¡Ya abre mogu, kupó!", y como no podía ser de otra forma, un moguri, vestido de Malabarista se encontraba frente a ellos cuando la puerta se abrió. El moguri los miró, ellos miraron al moguri, "¿Qué queréis, kupó?"

Ilwulf habló:"Estábamos en el comedor en una mesa cercana a la vuestra y hemos oído que hablábais de algo que nos podría interesar, así que venimos a conversar, nada más." Un hume Arquero dijo desde su posición:"Está mal esto de escuchar conversaciones ajenas, ladrón."

Un Paladín se levantó y se acercó a la puerta. "Perdonad a mi compañero, estamos un poco nerviosos por lo ocurrido con nuestros compañeros de clan." Gides volvió en sí tras desconectar unos segundos, "De eso queríamos hablar, precisamente." fue lo que dijo. "Uhm, si es así, pasad" dijo el Paladín "y acomodaos donde podáis."

...

"Somos un clan bastante pequeño, tan pequeño que no tenemos ni nombre, prácticamente, y vimos una misión perfecta en las Cuevas de Galeria, y era tan sencilla que decidimos enviar dos compañeros y que se reunieran con nosotros de nuevo en la región de Batiste, que era donde estábamos. Al cabo de unos días llegó el Soldado que envié, pero sin su compañero Animista. Por lo que me contó, se enfrentaron a una poderosa Maga Roja en la Cornisa de los Mercaderes, camino de las Cuevas de Galeria. El Soldado volvió a Batiste y ya todos juntos fuimos a recoger al compañero moguri Animista en la Cornisa de los Mercaderes de Bisga, que por suerte ya había recuperado la consciencia y se había escondido hasta que nos vio llegar. El Soldado me dijo que la Maga Roja se dirigía hacia Grass, así que de retorno fuimos a Camoa por el camino del este. Era más seguro que volverse a encontrar con tan temible adversaria." fue la explicación que dio el Paladín.

"Nosotros también somos un clan muy muy pequeño, tan pequeño que ni siquiera tenemos nombre, pero nuestra amiga ha sido traicionada por Einnie, la Maga Roja, y se lo haremos pagar a toda costa." fueron las palabras que formuló Gides.

"Estás locos si pensáis que dos humes podréis hacerle frente." esto lo dijo un Soldado, presumiblemente el que se enfentó a Einnie, por su cara de sorpresa y miedo.

"Tres, que yo también lucharé." dijo Ermine, la esgrimidora.

"En cualquier caso" dijo el Paladín "lo último que sabemos es que se dirigí a Grass. ¿Con qué intención? Lo desconozco. Y hasta aquí os podemos ayudar."

Gides les agradeció su cooperación, "Gracias por la información." Y salieron de la habitación número 13 para regresar a la número 5. Ahora tenían una idea de dónde podrían encontrar a Einnie.

2 quejas:

Muramasa dijo...

¿Os ha gustado el extra del mapa de Yutolandia para que os podáis situar?¿Qué os ha parecido este capítulo?

scaramanga dijo...

Sí, y el mapa es una maravilla. Parece realmente que uno juegue a la DS. Un buen detalle del fanfic es que al menos la gente no va entrando por las casas sin permiso como en los RPGs