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Relatos de la Grand Line: Alborada de Hazañas - XVI

lunes, 23 de septiembre de 2013

Capítulo Decimosexto: Sabrion

"Buff... estoy lleno," dijo Monty, que había repetido tres veces de cada plato. "No me puedo ni mover."

"Pues mejor no te vayas a dormir directamente, espérate un rato," le aconsejó Zan For. "Podría..."

"Zzz..." Monty se había dormido en su asiento.

*ZAS*

"¡Te he dicho que esperes antes de irte a dormir!" le reprochó Zan For dándole una fuerte colleja. "Podría sentarte mal la cena."

Este era el panorama en casa del caballero del cielo durante la cena, aunque en el exterior una sombra se acercaba a la ventana para observar sin ser visto.

"Monty, despara la mesa," le dijo Zan For. El chicó obedeció. El hombre había notado, gracias a su Mantra, una extraña presencia en el exterior, no eran instintos asesinos lo que la movían, pero lo que estaba claro era que no estaba allí para saludar.

"Perdona, ¿se te ha perdido algo en esta casa?" le preguntó Morth al tipo que estaba espiando. Era un tipo grandote, con barba prominente y gafas de sol. Y una gabardina y un gorro oscuros y a juego que conferían al tipo un total aspecto de mafioso, únicamente rebajado por los tejanos que vestía.

"Me parece que no te incumbe," le dijo el tipo. Lo cierto era que a Morth le sonaba muchísimo el susodicho.

"Claro que me incumbe," insistió Morth, "ahí viven dos de mis amigos, y alguien que no se deja ver la cara me parece, cuanto menos, digno de sospecha."

"Habló de cubrirse la cara el que lleva una máscara," dijo el misterioso observador con sorna. "Ahora sal de aquí y ninguno de los dos saldrá herido."

"No puedo marcharme, y si no eres tú el que abandona, me veré obligado a hacer uso de la fuerza," dijo Morth.

"Tú lo has querido," y de pronto el tipo de la gabardina atacó. Morth tenía serios problemas en seguirlo con la vista, puesto que se confundía en la oscuridad, cerró los ojos. "Veo que eres capaz de usar el Mantra, veamos a qué nivel."

El tipo se movía con cierta agilidad pese a su volumen. Morth dio un salto mortal hacia atrás para esquivar un golpe de su oponente, que falló. "No está nada mal." El tipo se lanzó en embestida contra Morth para propinarle un puñetazo.

Morth paró el puñetazo del tipo con la palma abierta, ambos en ademán de dar un puñetazo al otro.

"Por esta vez tú ganas," dijo el tipo de la gabardina. Se colocó bien su gorro y su prenda de abrigo y caminó hacia Morth, alejándose de la casa de Zan For. "Ándate con cuidado, Sabrion," le dijo en un volumen casi imperceptible a Morth, que quedó perplejo ante tal información, ¿cuánto más sabía ese tipo?

Monty se asomó a la ventana.

"Anda, es Morth. ¡Morth! ¿Te vienes a tomar los postres con nosotros?" le preguntó.

Morth fue incapaz de rehusar tal invitación, sería importante y conveniente tener una charla con el caballero del cielo, ese encuentro instantes antes lo había descolocado por completo.

"Anda, Monty, vete a dormir," le dijo Zan For, "mañana te toca entrenar muy duro y tienes que estar descansado."

El chico estaba tan entusiasmado con el entrenamiento del día siguiente que acató las palabras de su instructor sin dudar.

"¡Buenas noches, Zan For!¡Buenas noches, Morth!" saludó y se fue. Zan For y Morth hicieron lo propio y esperaron un tiempo prudencial para empezar a discutir temas serios.

"¿Has notado alguna presencia extraña cerca de aquí?" le preguntó Morth a Zan For.

"Mientras cenábamos, no parecía potencialmente peligroso pero tampoco totalmente amigable."

"No sé qué pretendía pero lo he ahuyentado."

"Algo me dice que eso no es lo que más te preocupa."

"Es difícil engañarte, Zan For, ¿es gracias al Mantra?"

"No, es por experiencia, dime ¿qué es lo que te preocupa?"

"Ese tipo sabía..."

"Tu nombre verdadero, Sabrion."

"¿Experiencia?"

"No, lo he oído con el Mantra, estábais demasiado cerca como para hacer oídos sordos."

No muy lejos de allí, en una de las mansiones a pie de playa, el tipo misterioso de la gabardina estaba plantado en la puerta.

"Ezme, déjame pasar, soy Sasar," dijo Sasar.

Ezmem miró a través de la mirilla y al ver a Sasar lo dejó entrar.

*PAF*

Le propinó un jab en plena barbilla. Ezme se dolió.

"¡Te he dicho mil veces que tenemos las contraseñas para algo!¡Pedazo de alcornoque!" le gritó Sasar. Y ya más calmado le preguntó "¿dónde está Onor?"

"E-en el c-c-comedor," respondió Ezme.

Y, efectivamente, en el comedor se encontraba el mecánico revisando el periódico de la jornada.

"¿Ya estás aquí, Sasar?" le preguntó, "en el periódico no hay nada interesante..."

"Para interesante, ¿sabes con quién me encontrado de camino aquí?" le preguntó Sasar.

"¿Con los Boinas Blancas?¿te querían arrestar?" dijo con un punto de gracia Onor, a sabiendas que esa no era la respuesta correcta.

"Ja ja ja, no," dijo tajantemente Sasar. No era una persona fácilmente contagiable de sentido del humor. "Con Sabrion," dijo finalmente.

"¿Sabrion?" preguntó incrédulo Onor. "¿Sabrion, Sabrion?¿El de verdad?"

"No sé si el de verdad, pero iba, digámoslo... poco reconocible," dijo Sasar.

Y aunque la cara de Onor mostraba una sonrisa, casi forzada, las palabras de Sasar habían sembrado todavía más dudas en su cabeza. Pero no era momento de mostrarlas, bajo amenaza de enfadar a Sasar.

En casa de Zan For el ambiente era un poco más distendido.

"Averiguaré lo que pueda de ese tipo," le dijo Morth a Zan For. "Por ahora me tengo que ir."

Monty, ajeno a lo que había ocurrido la noche anterior, despertó bañado por la luz matinal. Un Zan For con ojeras y aspecto de haber dormido más bien poco le hizo entrega de un nuevo dial de impacto engarzado.

"He movido hilos y te he conseguido este dial de impacto," le dijo Zan For. "Creo que lo vas a necesitar, y me parece que con este ya van cuatro."

"¡UOO!¡Otro dial!" gritó Monty a grito pelado.

"En principio lo que te he enseñado para tres diales se aplica para cuatro. Tengo que salir a hacer unas gestiones, entrena por tu cuenta..."

"¡Hola Monty!" era Yavina, la chica shandiana.

"Hola Yavina, ¿te apetece entrenar conmigo?" le preguntó Monty. Zan For respiró aliviado, menos explicaciones que tendría que darle.

"Hasta luego," se despidió el caballero del cielo. Era extraño que Yavina llevara su equipo de lucha y viniera con la disposición de entrenar con Monty. 'Cosa de Sabrion, seguro.'

Yavina iba equipada con sus patines y su bastón, como en el día del torneo. Era una sensación agradable luchar con un número par de diales, pensó Monty. Primero empezaron con una suave sesión de calentamiento y después lucharon un poco más en serio. Monty era bastante superior a Yavina y tenía que contenerse para no herirla de gravedad, fruto del severo entrenamiento con el caballero del cielo.

"Has mejorado mucho," admitió Yavina.

"Gracias, tú tampoco lo haces mal," dijo Monty. "Ja ja ja."

En algún lugar indeterminado de Angel Island se habían reunido Morth y Zan For.

"¿Has conseguido información sobre ese tipo?" preguntó el segundo.

"No mucha, la verdad, pero es bastante obvio que nos encontramos frente a una red de desvalijadores de barcos, lo que nos lleva a tráfico ilegal de mercancías. Varios Boinas Blancas describen encuentros con ese tipo en zonas de naufragio," explicó el primero.

"Si tuviéramos alguna idea de donde tienen el almacén, o algún taller donde separan los objetos de valor..." dijo Zan For, lamentándose.

"¡Monty topó con él el otro día!¡De eso me sonaba!" exclamó Morth de repente. "Lo que me lleva a pensar que... no, no es posible."

"¿El qué?" preguntó Zan For.

"Nah, es imposible," admitió Morth.

"Pero, ¿el qué? Ahora me has dejado en ascuas," insistió Zan For.

"Nada, que es muy posible que tenga la base cerca de tu casa, el tipo ese. Y a juzgar por su manera de pensar probablemente sea una mansión enorme, cuando no la más grande de Angel Beach. Y cuadra con el hecho de que necesita un almacén," explicó finalmente Morth. "Pero no deja de ser una tontería. Imposible."

"De tonterías, nada, lo que no deja de ser, es una posibilidad," dijo Zan For.

"En ese caso, sentados no hacemos nada," dijo Morth, dando por finalizada la conversación.

Ambos participantes de la conversación se levantaron y se pusieron en marcha.

2 quejas:

scaramanga dijo...

No te lo he dicho ni en privado, pero quiero que todo el mundo lo sepa. Mis historietas del CEFPIST dan grima al lado de tus trabajos, nen! Has aguantado muy bien el suspense.

Por cierto, que vaya follones de mantra, los que tienen ese poder no deben poder dormir bien de noche con tanto grito mántrico XD

Muramasa dijo...

No, si al final me lo acabaré creyendo y todo...

Por cierto, el mantra es como llaman en Skypiea al haki, aunque únicamente a uno de determinado tipo (hay tres tipos de haki):

http://onepiece.wikia.com/wiki/Haki
(mi fuente de información para este fanfic)