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World of Trollcraft: [Capítulo trigesimocuarto: It’s dangerous to troll alone; take this!]

lunes, 5 de mayo de 2014

Capítulo 34

It’s dangerous to troll alone; take this!


Por el lateral de la Diagonal, a la altura de la calle Balmes, un coche se aproximaba a toda velocidad. Llevaba los vidrios tintados, y todas las ventanillas, excepto la del conductor, bajaron. Los ocupantes del vehículo asomaron sus subfusiles UZI y empezaron a disparar a discreción.

*RARTTATATATATATTTATATATAT*

Entre el movimiento del vehículo y el retroceso de las armas, los misteriosos hombres armados no alcanzaron ni al héroe ni a la Gata Negra, que al ser atacados, de forma totalmente inconsciente empezaron a correr. Las prisas los habían llevado a bajar Balmes, calle de bajada para los vehículos, lo que provocaba que el coche los fuera siguiendo mientras las ráfagas de plomo se sucedían.

Còrsega, Rosselló, Provença... No fue hasta llegar a la calle Provença que el héroe pensó que tal vez lo mejor sería tomar una calle que para los coches fuera de subida. Rápidamente torció Balmes por Provença, seguido muy de cerca por la Gata Negra, totalmente ignota de la disposición de la ciudad. El coche derrapó, deslizando la parte trasera en el giro. Las ruedas chirriaron en el momento en que el conductor sostuvo el freno de mano, sujetando fuerte el volante, y pisando a fondo el acelerador.

La siguiente calle era Enric Granados, pero el héroe vio cómo los coches bajaban, en el mismo sentido en que lo hacían por la calle Balmes, por tanto tendrían que esperar a la siguiente para despistar al coche. Al cruzar Enric Granados de un salto, el héroe vio a su izquierda, en la lejanía, la plaza del Doctor Letamendi, lo que le dio una idea. Las ráfagas se habían detenido momentáneamente.

Al llegar a Aribau, la calle paralela a Enric Granados, el héroe fintó de manera que el conductor del vehículo pensó que bajaría por esa calle. Las UZI abrieron fuego de nuevo, aunque esta vez estaban enfocadas a abrirse paso entre los coches que subían, apuntando al cielo. El héroe dio media vuelta y, seguido por la Gata Negra, deshicieron sus pasos y bajaron por Enric Granados, pensando que tal vez habrían despistado a sus perseguidores.

"Menos mal... que el paseo tenía... que ser tranquilo," dijo ella jadeando.

"Y yo qué iba a saber," se excusó el héroe, esperando que el coche no los encontrase de nuevo. "Tal vez nos estaban esperando."

"¿Y cómo sabían que estábamos ahí,?" ya había recuperado el aliento cuando le hizo esa pregunta.

"Me da que el receptor que hemos destruído en la sede del CEFPIFST debe haber sido la causa," respondió el héroe, y ciertamente, tenía su lógica, pero, ¿cuándo se lo habían colocado?

"¿Cuándo te lo deben haber colocado? y no solo eso, ¿quién?" todo eran dudas, "y lo peor, ¿dónde está Mario?"

Para los que se incorporen tarde a esta historia, recordemos que la Gata Negra forma parte de la party del héroe porque están juntos en la misión de buscar a Mario, a petición de la princesa Peach de Reino Champiñón.

Llegados a este punto los dos prófugos alcanzaron las inmediaciones de la plaza del Doctor Letamendi, curiosa por estar atravesada por una ancha calle, Aragó. Para acabar de recuperar el aliento del todo después de la inesperada carrera se sentaron en un banco.

"A mi señal, salta y agárrate fuerte," le dijo el héroe, sin que ella acabase de entender bien a lo que se refería. Él se levantó, ella hizo lo propio. El asomó la cabeza esperando algo y la Gata Negra empezó a captar su idea. Un furgón, entre otros vehículos, se acercaba.

"¡Ya!" indicó el héroe, que con un efectivo salto se colocó encima del vehículo. La Gata Negra hizo lo que el héroe le había dicho, y tras el salto quedó bien agarrada al lateral del furgón.

El héroe ayudó primero a la Gata Negra a subir a su improvisado vehículo, y seguidamente le indicó al conductor que no temiese, que no querían hacerle daño. El furgón resultó ser de Enviàlia, y el conductor era el mensajero, y al tener que hacer entregas tampoco se entretuvo demasiado en discutir mientras no le causasen molestias. Ya instalados en el techo, estaban ojo avizor por si los hombres armados volvían a hacer acto de presencia.

De la calle Aragó pasaron a la Avinguda de Roma un corto tramo y subieron por Comte d'Urgell, aunque al llegar a las pedanías del la Escola Industrial se apearon. La entrada al parque de la susodicha quedaba cercana y se sentaron en uno de los bancos de madera. Como si una nube cargada de lluvia acechara, la gente fue abandonando con prisas esa sección del parque, finalmente, decidieron ver qué pasaba. Un grupo bastante numeroso de hombres armados los estaba rodeando, ocupando la puerta por la que habían entrado, y dos de los pasillos que llevaban a otras secciones del parque. A través de las vallas se veía como en el exterior del parque había algunas furgonetas y más hombres.

"No nos lo pongáis más difícil," dijo uno de ellos, posiblemente el que estaba al cargo, acto seguido se dirigió a sus subordinados, "¡A la chica podéis matarla, pero HORTERA quiere al héroe vivo, así que evitad apuntar a zonas letales!"

El héroe cubrió como pudo a la Gata Negra con su cuerpo, pues si iban a por él, intentarían evitar disparar. Sin dejar de mirar a los hombres que los rodeaban, iba analizando la situación, que era bastante peliaguda. Finalmente tuvo un conato de plan, así que lo ejecutó con la esperanza de que funcionase.

"Perdóname, Gata," habiéndole susurrado estas palabras, dio media vuelta sobre sí mismo, y agarrando a la Gata pillándola desprevenida la lanzó por los aires cerrando la otra media vuelta, hacia uno de los tejados próximos, como si se tratase de una prueba de lanzamiento de peso.

World of Trollcraft - Chapter 34 Cover

Con la Gata Negra fuera de peligro el héroe tenía algo más de margen de maniobra. Lo primero era lo primero, y tenía que ir a ver cómo estaba ella, y con una serie de saltos instantáneos, el shunpo, se plantó en el tejado donde la Gata Negra había aterrizado, los hombres no se habían atrevido a disparar.

Desafortunadamente, la Gata Negra no había podido evitar golpearse la cabeza con un saliente y había quedado inconsciente. La buena notícia era que por lo menos no sangraba. Como buenamente pudo, se la colocó a sus espaldas y siguió con su plan de huída, que, básicamente se trataba de mantenerse alejado de esos malhechores. Con ese peso extra, la distancia de su shunpo quedaba reducida de forma notable, por lo que esperaba no tener que usarlo con frecuencia.

El héroe empezó la carrera por el tejado, usando una salida de humos como punto de apoyo, de un salto se plantó en el tejado de un edificio contiguo. Se trataba de una piscina cubierta, y el olor a cloro era evidente. Retomó la carrera por el tejado, y de otro salto se plantó en el cruce de París con Viladomat. Ahora la carrera había vuelto a pie de calle, y pronto los primeros matones entraron en el campo de visión del héroe.

Viladomat, Calàbria, Rocafort... y con eso llegó a la Avinguda de Josep Tarradellas. Como se encontraba en la acera lado mar optó por bajar Josep Tarradellas. Le pareció más sensato ir por el centro de la rambla (a pesar de llamarse avenida), pues tenía más libertad de movimientos, con la desventaja de quedar más expuesto a ataques.

A pesar del hecho de estar siendo perseguido por un numeroso grupo de matones sedientos de sangre, con la Gata Negra a sus espaldas, la bajada de Josep Tarradellas fue bastante tranquila y pronto divisó la Plaça dels Països Catalans, donde llegó de un salto que dejó boquiabierto a más de un peatón. De la forma más serena que la situación permitía, el héroe colocó a la Gata Negra estirada. Pocos minutos después los primeros perseguidores alcanzaron la plaza, pero el héroe ya había huído con la Gata de nuevo a sus espaldas. Les pareció ver que estaba entrando en la estación de trenes de Sants.

"¡Rápido, ha entrado en la estación!" gritó uno de los hombres que encabezaban la, poco amigable, comitiva animando a los que se iban quedando rezagados. El coche que había aparecido frente al edificio Banc Sabadell, y que había sido el primer perseguidor, volvió a aparecer y frenó frente a la estación, una de las ventanillas tintadas se bajó.

"¡El helicóptero está en camino!"

*.......rrrrrrrrrrRRRRRRRrrrRrRRRrRRrRRRRRrRrrRRrRRRrRRrRR*

Al principio el ruido de los rotores era débil, pero a medida que el artefacto aéreo se aproximaba, el sonido iba aumentando su volumen... ahh, bendito efecto Doppler.

Uno de los tripulantes del helicóptero estaba al cargo de un cañón que contaba con una pantalla en negro. De pronto se vio un punto gris en la pantalla, el hombre parecía excitado.

"¡Lo tengo!¡Ha salido de la estación!" dijo.

"Atención, el objetivo ha salido de la estación. Repito, ha salido de la estación," dijo otro de los tripulantes, esta vez a través de la radio.

"¡A por ellos!¡Han salido de la estación!" gritó el hombre del coche, cuya voz quedaba tapada por el ruido del helicóptero.

El helicóptero se movía siguiendo al héroe, y el hombre del cañón se puso en pie para encargarse de la ametralladora, que estaba fijada en el techo. Buscando la mejor posición de disparo, finalmente apretó el gatillo. Los cañones empezaron a dar vueltas antes de disparar.

*RATATATATATTTATATATATATTATATTA...*

Una ráfaga de balas pasó muy cercana al héroe, que usó su shunpo para despistar a sus perseguidores. Calle Alcolea, Galileu... i finalmente llegó a la Plaça de Sants. Los árboles parecían sufrir ante el movimiento de los rotores del helicóptero, aunque pareciera que se trataba de un grupo de animadoras agitando los pompones a su paso. De otro increíble salto cruzó el Carrer de Sants y retomó su carrera encima de unas placas de cemento que servían para cubrir el estruendo de los trenes a su entrada a la estación de Sants.

El héroe esquivaba las ráfagas de la ametralladora del helicóptero. Una carrera de más de medio kilómetro, y al final, únicamente vías de tren le esperaban. Como si se tratase de una película, solo que esto era real, el héroe hizo un último esfuerzo y saltó al oir que un tren estaba a punto de pasar. Con un último shunpo aterrizó suavemente en el techo del tren, dejando el helicóptero atrás. La Gata Negra pareció recuperar el sentido.

"Urgh... ¿qué ha ocurrido?" estaba bastante aturdida y desorientada.

"De momento hemos dejado atrás un pelotón de matones armados, y nos persigue un helicóptero," le explicó el héroe.

*.......rrrrrrrrrrRRRRRRRrrrRrRRRrRRrRRRRRrRrrRRrRRRrRRrRR*

De su W-Gear, el héroe invocó su lanza Gugnir, y tomando fuerzas la mandó volando contra el helicóptero.

*CRAAAC*

El morro del vehículo aéreo quedó ensartado por la lanza, el copiloto tardó en darse cuenta de que el piloto también había sido alcanzado. Gugnir volvió a las manos del héroe, en el mismo instante que el copiloto intentaba tomar el control del aparato. En estas que el tren se detuvo en la estación de l'Hospitalet de Llobregat, ajeno a lo que estaba ocurriendo en el exterior. Tras unos minutos detenidos, el tren se puso en marcha de nuevo, abandonando l'Hospitalet de Llobregat y entrando en Cornellà. La estación siguiente a la de Cornellà era la de Sant Joan Despí.

"Eso es la autovía," le dijo el héroe al divisar el puente.

Después de Sant Joan Despí llegaron a la parada de Sant Feliu de Llobregat, donde se apeó muchísima gente. A partir de ahí ya se empezaban a ver campos verdes y grandes extensiones de terreno. La estación siguiente fue Molins de Rei. Pasado el túnel de tren de Molins ya se encontraban en campo abierto. El Papiol, Castellbisbal...

Ya se encontraban en los aledaños de Martorell, cuando a la Gata Negra se le ocurrió preguntar cuál era el plan.

"Bueno, ¿y ahora qué?"

"Lo primero es alejarse de esos matones, y parece que hace rato que los hemos despistado. Si acaso bajamos en la próxima estación y buscamos una oficina del Centro de Viajes Interuniversales," dijo mientras entraban en un túnel. El techo del tren estaba vacío al salir del túnel...

Una sombra se acercó a sus cuerpos inconscientes.

1 quejas:

scaramanga dijo...

¿Se han hecho media Barcelona y todo el Baix Llobregat entre disparos, helicópteros, lanzas mágicas y emboscadas paramilitares y no ha habid víctimas inocentes o intervención de un cuerpo policial?

¡El Héroe, Felicia y HORTERA sí que saben lo que se hacen!