Pocket Tales of the Braves - Capítulo 2

Capítulo 2: Rivalidades, despedidas y balls

Continente de Johto
Ciudad Endrino

Antes de partir, Elya retó a un combate pokémon a Ryuuna. Dratini contra Gyarados. Tan breves palabras habían creado expectación tanto entre los más jóvenes como entre la gente mayor; entre ellos el sabio dragón. Lance y Débora estaban a punto de impedir tal combate, pero como el sabio no decía nada lo dejaron estar y prestaron atención a las dos chicas. El sabio dragón dijo a los dos domadragones:"Este combate promete, y puede decidir el futuro de ambas. Veremos como se desarrolla."

Ryuuna miraba a Elya con ojos de preocupación, pensaba que Elya había perdido la chaveta; sin embargo Elya miraba fijamente a Ryuuna, como queriéndola intimidar, y encima guardaba su pose altiva, lo que daba un extra a su actuación. Elya gritó:"¡Furia Dragón!¡Gyarados!" El Gyarados obedeció; de su boca exhalaba unas llamas azules que iban dirigidas al Dratini. El Dratini por orden de Ryuuna esquivó el ataque como pudo. Elya volvió a gritar, pero esta vez fue:"¡Gyarados, Mordisco!"

El Gyarados se lanzó ferozmente contra el asustado Dratini. La mirada de Ryuuna había cambiado completamente, ahora no era de preocupación sino que se podía observar la determinación en sus ojos. Determinación por vencer. El sabio dragón tan pronto lo notó lo comentó con sus discípulos:"Ahora la chica del Dratini ha cambiado su espíritu, antes era derrotista, pero ahora quiere hacerse con la victoria." Lance también lo había notado, en cambio Débora estaba más pendiente del combate en sí.

El Mordisco del Gyarados había hecho que el Dratini retrocediese. Pero la voz de Ryuuna dio ánimos al Dratini, que usó Onda Trueno, dejando paralizado al Gyarados. Ryuuna vio que podía aprovechar la situación para:"¡Dratini, Repetición!". El alargado cuerpo del pequeño dragón envolvió la cabeza del Gyarados, que permanecía inmóvil tanto por la parálisis como por la Repetición. Presa de la desesperación, Elya gritó:"¡Gyarados, usa Golpe!".

El Gyarados usó Golpe, pero no acertaba a dar al Dratini, que seguía pegado a su cabeza. Preso del cansancio el Gyarados quedó confuso. La confusión hizo que empezara a atacar a todo el mundo, amigo o enemigo. Antes que ocurriera una desgracia Lance llamó a uno de sus Dragonite que usó Trueno en Gyarados dejándolo debilitado. El sabio dragón se acercó a las chicas, que temían lo peor, viendo los problemas que habían causado, pero el viejo sonrió:"Debería echaros bronca por el sidral que habéis causado, pero diría que casi todos los aquí presentes hemos disfrutado con vuestro enfrentamiento. Todavía os queda mucho por aprender y mucho camino por recorrer, id a ver mundo y volved una vez hayáis conseguido controlar vuestro poder. Tú chica del Gyarados necesitas algo más de experiencia para que tu Gyarados tenga plena confianza en tí y obedezca tus órdenes sin rechistar. Tú, en cambio, chica del Dratini, tu Dratini confía plenamente en tí, pero tu determinación ha llegado demasiado tarde, y esto podría costarte disgustos. No tengo nada más que deciros."

Era ya mediodía cuando Ryuuna llegó a casa. Su madre le había preparado un exquisito plato de carne en salsa picante con arroz, uno de sus platos favoritos, y mientras Ryuuna comía su madre fue a ver al Dratini. "¡Ay que mono!" exclamó, "¿Estás herido?" dijo mientras lo llevaba a la bañera. Allí preparó un baño caliente para el Dratini, con sales curativas diversas. Después del baño lo secó con una toalla y lo llevó hasta el salón. Entonces tuvo lugar la típica charla de cuando los niños abandonan su hogar para vivir muchas aventuras, que terminó con la madre de Ryuuna entregándole seis pokéball. La madre de Ryuuna preguntó al Dratini:"¿Quieres meterte en la pokéball? Estarás muy cómodo." Pero el Dratini no quería entrar. Finalmente Ryuuna dijo:"Bueno mamá, si no quiere meterse no lo vamos a obligar..." Y con todo llegó la noche. Ryuuna no podía dormir, presa de los nervios.

A la mañana siguiente Ryuuna se encontró un sobre con algo de dinero encima de la mesa. Su madre tampoco había podido dormir, tal y como decía una nota que estaba junto al sobre, tmabién decía que cogiera algo para desayunar y que no la despertara. Ryuuna se indignó, pero salió de casa con una sonrisa. Era la primera vez que haría un viaje tan largo y encima sola. Caminó hasta llegar a la salida de Ciudad Endrino con la Ruta 45. Dio media vuelta mientras caminaba de espaldas y se despedía del lugar que consideraba su hogar.