Historial 2.0
- World of Trollcraft: [Capítulo vigesimotercero: Deeptroll] - Capítulo entre-sagas que podría igualar a la saga de Canción de Hielo y Fuego por la cantidad de sexo por cada diez palabras. Primer y, de momento, único capítulo de estas características.
- TDDetectives - VI - Sexta entrega de la sección que recopila cosas curiosas que busca la gente antes de visitar este blog.
- Pocket Tales of the Braves - Capítulo 23 - La llegada de Ryuuna a Pueblo Azalea.
- #XboxOne - Uno de tantos GIFs graciosos en contra del nuevo desastre de Microsoft, la XBoxOne.
- #XboxOne vs #PS4 vs #WiiU - Otro de tantos GIFs graciosos en contra del nuevo desastre de Microsoft, la XBoxOne.
- #XBoxOne2 - Comparativas inútiles pero graciosas del nuevo desastre de Microsoft, la XBoxOne.
- Crónicas de Ivalice: Historia de una condena - XIV - El grupo de protagonistas se interna en la Morada de las Sombras para rescatar a los compañeros de Gwaerh.
- Relatos de la Grand Line: Alborada de Hazañas - XIII - Capítulo de transición después del torneo de lucha de Lovely Street, con un invitado especial.
- Relatos de la Grand Line: Alborada de Hazañas - Extras - Segundos extras del fanfiction ambientado en el mundo de One Piece.
Variedades
- scaramanga escribe su post más espinoso hasta la fecha. Y por supuesto, más capítulos de sus Crónicas del CEFPIFST: Desde la URSS con pavor
- Gamers Up! consigue 1000000 Hits!!, ¿ya los habéis felicitado? También estrenan Nueva sección FanArt, ¡animaos a participar!
- ¡Una Pareja Friki cumple un año!, ¿Ya habéis felicitado a sus blogmasters Pennywise y Silvestrin?
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Månatlig Sumario Finale - Junio'13
domingo, 30 de junio de 2013 a 9:30 0 quejasIdea Original/Plagiada por Muramasa
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Relatos de la Grand Line: Alborada de Hazañas - Extras
martes, 25 de junio de 2013 a 9:30 4 quejasIdea Original/Plagiada por Muramasa
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Relatos de la Grand Line: Alborada de Hazañas - XIII
lunes, 24 de junio de 2013 a 6:30 1 quejasCapítulo Decimotercero: Todo está bien
"Has estado durmiendo casi una semana entera, rapaz," dijo Zan For.
Monty estaba desayunando en su cama y Zan For estaba sentado a su lado, en una silla. Había estado durmiendo durante cinco días, fruto del esfuerzo hecho en el torneo. Devoraba la comida como si no hubiera mañana.
"Te he engarzado el segundo dial, cuando te encuentres mejor te enseñaré más técnicas," Zan For le mostró los dos diales de impacto prácticamente idénticos.
"¡SÍÍÍ!¡Más técnicas!" gritó Monty. "¡Quiero apr-!"
*COF* *COF*
"Primero come y después celebra lo que quieras, si no nunca llegarás al mar azul vivo..." se lamentó Zan For.
"¡Ayyy!" gritó lastimosamente Monty, doliéndose de la espalda.
"¡Cuidado! Casi te rompes la espalda esquivando a tu adversario," le recordó Zan For. "Fue un movimiento imprudente y desesperado, podrías haber sufrido un daño irreparable."
"No tenía más opción, era eso o dejarme caer y perder el combate," dijo Monty.
*DING* *DONG*
"Debe ser el médico," dijo Zan For, que se levantó y se dirigió a la puerta. Al cabo de un instante volvía con un habitante del cielo detrás.
"Hola, Monty, por fin has despertado," dijo el desconocido. "Soy el doctor Werford."
Además de contar con los rasgos característicos de los habitantes del cielo, el doctor Werford tenía una cara afable y un aspecto de llevar bastante tiempo rondando por el mundo. Llevaba una maleta consigo que abrió junto a Monty. Dentro había material médico variado para cualquier situación. El doctor se sentó en la silla que momentos antes había ocupado Zan For.
"Lo hiciste muy bien en el torneo, Monty," dijo Werford mientras lo examinaba.
"No lo hice tan bien si casi me rompo la espalda," refunfuñó Monty.
"Hay situaciones y situaciones, y todo está bien mientras sea reversible. Una contusión, un traumatismo, mientras alguien lo pueda curar, todo está bien. Y esa espalda la puedo curar, por tanto está bien," dijo Werford.
Se puso unos guantes, guantes un poco raros. En las yemas de los dedos tenía incrustados unos pequeños diales, y uno un poco más grande en la palma.
*RrrRRrrrRrr*
El doctor puso las manos en la espalda de Monty y esta empezó a vibrar. Era una sensación muy placentera. Se juntaban los efectos de los guantes y la presión que ejercía el doctor.
"Yo creo que mañana ya podrás empezar a hacer esfuerzos," le dijo el doctor, contento. "Pero no te pases o puedes recaer, empieza con ejercicios suaves."
Monty ya tenía ganas de correr y saltar, y practicar dial-jutsu. Se le notaba en la cara.
"Repito, nada de ejercicios bruscos," insistió el doctor con una cara un poco más severa. Metió la mano en la maleta. "Si notases alguna molestia en la próxima semana aplícate esta crema y estate veinticuatro horas en reposo desde su aplicación. Si las molestias persisitiesen, llamadme."
"Sí..." respondió Monty.
"Muchas gracias por todo, doctor," le dijo Zan For al doctor Werford mientras lo acompañaba hasta la puerta.
Monty oyó la puerta abrirse y cerrarse y poco tiempo después Zan For volvía a estar en la habitación de Monty.
"Ya has oído al doctor, hasta mañana nada de moverse, y nada de esfuerzos bruscos," dijo Zan For en forma de sermón.
La mañana pasó a paso de caracol para el gusto de Monty, y la tarde no prometía ser mucho mejor.
"Estoy aburriiidoooo..." dijo Monty.
"Tengo un juego del mar azul, te enseñaré a jugar... si lo encuentro," dijo Zan For y tras esto se puso a buscar en el trastero. Monty oía ruidos de trastos moverse aquí y allá. Finalmente el caballero del cielo volvió con un tablero cuadriculado y unas piezas.
"Este juego se llama ajedrez, viene de tierras lejanas, incluso para el mar azul," informó Zan For. "Viene a simular una especie de guerra entre dos bandos. Cada jugador tiene sus tropas en su lado del campo y se colocan así. Empiezan las fichas de color rojo y se puede realizar ún único movimiento por turno. Los peones son como soldados rasos, su camino se cierne únicamente delante de ellos y matan en diagonal. Si llegan al final del camino pueden ascender."
"¿Y las otras?" preguntó Monty con curiosidad.
"Veamos... Las torres se mueven en línea recta y los alfiles en diagonal. Los caballos únicamente pueden dar saltos en forma de L, así. La reina puede moverse como alfil o torre. El rey puede moverse cualquier casilla de su alrededor y es la ficha que debe ser protegida," le explicaba Zan For.
La primera partida fue un fracaso absoluto de Monty. Había centrado tantos esfuerzos en rodear al rey de Zan For que descuidó su defensa.
"Espero que de esta partida aprendas en la vida real, rapaz," le dijo Zan For. "No puedes atacar únicamente descuidando la defensa."
La segunda partida estuvo más igualada, pero en un intento de rodear a su propio rey para defenderlo descuidó un caballo de Zan For que saltó frente a sus defensas.
"Segunda lección de la tarde," dijo Zan For. "Y por partida doble; primero, un buen capitán debe tener vigilados a todos sus enemigos mientras esté en una batalla. Segundo, no todos los ataques serán frontales, debes prepararte incluso para esquivar los ataques bajo tierra."
La tercera partida duró hasta bien entrada la noche, y es que Monty consiguió, voluntaria o involuntariamente, repeler todos los envites de Zan For. Al final lo dejaron en tablas.
"Tercera lección, en un juego se puede empatar, en la vida real no suele ser el caso. Lo dejaremos por hoy, debes descansar y mañana empezaremos a entrenar," dijo Zan For. Se levantó y cogió el tablero.
"¡Un momento!" exclamó Monty.
"¿Qué pasa?" preguntó Zan For extrañado.
"Déjame el tablero y las fichas, que quiero aprender un poco más," dijo Monty.
"Pero si pasada la medianoche sigues despierto vendré y me lo llevaré igualmente," dijo Zan For.
Como era de esperar, Monty estuvo despierto hasta pasada la medianoche estudiando estrategias hasta que vino Zan For a retirárselo.
"Ya te he dicho que lo retiraría si no dormías, mañana nos espera un día ajetreado," dijo Zan For.
A Monty le costó horrores dormirse, cosa comprensible teniendo en cuenta que llevaba cinco días seguidos durmiendo, aunque al final cayó en los brazos de Morfeo. Tuvo un sueño muy raro...
Estaba en un tablero de ajedrez, con piezas a su alrededor situadas en sus respectivos sitios. Él ocupaba un sitio especial: era el rey. Se fijó en las piezas importantes y tenían unas caras que Monty no reconocía... O sí. De algún otro sueño. Una niebla rosada, púrpura, se fue apoderando del tablero mientras se espesía.
Monty despertó. Según el doctor Werford ya podía moverse. Nada de esfuerzos bruscos pero levantarse de la cama no parecía un esfuerzo brusco. Estaba un poco débil de los días de inactividad.
"Buenos días, rapaz," le saludó Zan For. "Antes de empezar el ejercicio tienes que alimentarte bien."
Le sirvió unas tostadas con mantequilla y melmeladas varias. Monty iba devorando las tostadas a medida que el caballero del cielo las iba retirando del fuego.
"Así me gusta, que vayas con hambre," dijo Zan For.
El desayuno duró lo que las tostadas en la mesa... poco.
"Voy a recoger la mesa, vete preparando y cuando estés listo ve hacia la playa," le indicó Zan For.
Monty volvió a su habitación. Se cambió a su ropa de entrenamiento y recogió sus dos diales engarzados. Acto seguido salió de casa y se dirigió a la playa, donde se remojó los pies. El caballero del cielo apareció poco tiempo después, caminando tranquilamente hacia la posición de Monty.
"Veremos como están tus habilidades," dijo Zan For. "Inténtame golpear."
Monty se sintió libre como un pájaro, primeramente, aunque notaba que no estaba al 100% de sus habilidades. Cada puñetazo, cada patada, eran fácilmente evadidos por Zan For. Aunque...
"Cada vez me acerco más," dijo Monty. "¿No te estarás dejando?"
"No, para nada, creo que te estás recuperando," respondió Zan For, sorprendido de la capacidad de recuperación del chico. "Eres joven todavía, a mí me costaría recobrar el tono."
Monty empezaba a sentir la fuerza recorrer todos los rincones de su cuerpo. El esfuerzo hecho durante el torneo empezaba a tomar forma. 'No puede alcanzar mi velocidad, estoy a punto de tocarlo.'
El puño de Monty pasó rozando la oreja de Zan For.
*fiuuuu*
Al caballero del cielo le quedaron unos ojos como platos al sentirse acorralado. 'Lo tengo donde quería' pensó Monty. Preparó una fuerte patada, pero en lugar de tratar de golpear a Zan For, pateó el suelo, y una nube de arena lo cegó momentáneamente. Monty aprovechó el instante de confusión para golpear ligeramente a su adversario.
"Bien, bien, no hubiera pensado que llegarías a usar el entorno para obtener ventaja," dijo Zan For. "Esta tarde tendrás una lucha en condiciones."
"¡Me encanta!" exclamó Monty.
"¡Eh!" gritó una voz. Una voz que le resultaba familiar.
"Creo que tu adversario de esta tarde ya ha llegado," dijo Zan For.
"¿Adversario?" preguntó Monty.
"Claro, no esperabas que yo fuera adversario para tí, ¿no?" dijo Zan For. "Mis técnicas siguen intactas, pero mi resistencia ya no es la misma."
La voz le resultaba familiar, de la misma manera que esa máscara de luchador. Era Morth.
"¡Morth!" gritó Monty.
"Hola, Monty, Zan For me pidió si te podía ayudar en tu entrenamiento," dijo Morth. "Y como me lo pasé genial en el torneo, pese a no conseguir la victoria, acepté. Ya te aviso que no te pondré las cosas fáciles."
"Bien, espero que todos nos podamos beneficiar de este entrenamiento," dijo Zan For. "He preparado una barbacoa para celebrarlo, falta únicamente asar la carne."
Y después de la comida, y de descansar, se pusieron a entrenar.
"Primero de todo una suave sesión de sparring," dijo Zan For. "No quiero sangre ni vísceras."
Tanto Monty como Morth se lo tomaron con calma, tal y como les había dicho el caballero del cielo. Era una sensación diferente luchar contra alguien con quien ya has luchado pero en otras condiciones y circunstancias.
"Vale, ahora que ya habéis calentado, tomad," Zan For les entregó un pañuelo a cada uno. "Ponéoslo colgando de algún lugar, del cinturón, pantalón, etcétera. En la parte trasera. Como si fuera una cola."
"Bien," dijo tras comprobar ambos contendientes. "Ahora se trata de que os los quitéis el uno al otro, no quiero muertes, por lo demás, a placer."
Morth luchaba de manera distinta a como lo había hecho durante el torneo. Ahora era una lucha más directa, sin tanto espectáculo.
"¿No luchas como en el torneo?" preguntó Monty.
"Tengo varios estilos de lucha, y en el torneo me apetecía usar ese estilo, pero para entrenar no va bien, así que lo cambio," le explicó Morth. "Es otro tipo de lucha libre."
El objetivo del ejercicio era fácil, tan solo tenía que conseguir el pañuelo que colgaba tras Morth, aunque Morth también quería el pañuelo que colgaba de Monty. Buen ejercicio para trabajar la agilidad y los reflejos.
"¿Quién os ha dicho que no os podéis pegar?" dijo Zan For para alentarlos. Entonces empezaron las hostilidades. Morth no tenía ni lona ni cuerdas, así que sus técnicas eran más efectivas que espectaculares. Rodillazos, patadas, puñetazos... En vez de saltos, agarres y volteretas.
Monty se puso serio, también, aunque se sentía algo incómodo con dos diales. No estaba acostumbrado todavía.
Morth vio un hueco en su defensa y atacó, Monty esquivó el ataque como pudo, haciendo un mal gesto.
*CROC*
"¡Aaaah!¡Ayyyy!" se dolía Monty de la espalda.
"¡Alto!" gritó Zan For y Morth se detuvo. Llevaron a Monty a su cama y le aplicaron la crema.
"Tienes que estar veinticuatro horas sin hacer esfuerzos," le dijo Zan For.
"Bien, espero que Morth sepa jugar al ajedrez," sentenció Monty.
Idea Original/Plagiada por Muramasa
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Crónicas de Ivalice: Historia de una condena - XIV
lunes, 17 de junio de 2013 a 6:30 2 quejasCapítulo Decimocuarto: Rescate en la Morada
"Eso debe ser la Morada de las Sombras," comentó Chalsye. A medida que se acercaban a la posición, la zona circundante se iba oscureciendo, y a pesar de todo no dejaba de ser un bosque corriente y moliente, a priori.
"Dicen que hay fantasmas merodeando por la zona," añadió Gides.
"No me asustes," dijo Ermine preocupada.
"Sí, fantasmas que no se ven, pero que en cuanto te giras te hacen desaparecer una bolsa llena de guiles," puntualizó Ilwulf. "Son los maleantes que se esconden aquí los mismos que propagan los rumores para que la gente no se acerque."
Estaban entrando en la Morada de las Sombras. Era un lugar muy poco acogedor, con una iluminación pésima, lleno de árboles y por ende, de raíces. Húmedo debido a la proximidad con el mar, más que al hecho de que el cauce de algún río cruzara la zona.
"Tengo la sensación de que nos están espiando," dijo Chalsye.
Lejos de ahí tres personajes misteriosos observaban los pasos de los recién llegados.
"Je je je, los vamos a desplumar mientras los amenazamos con hacer daño a nuestros rehenes," dijo un Seeq con atuendos de Vikingo. A su lado estaban maniatados y amordazados un Paladín, un Gladiador y una Arpía, vigilados de cerca por un Ninja.
"Elfer, mándales una sorpresita del bosque," dijo el Seeq.
Un Nu Mou con pintas de Adiestrador de bestias controlaba los dos Arimanes que habían usado para espiar a los invasores.
"A sus órdenes, Thorvan," dijo Elfer. Acto seguido llamó a un Fantasma.
"¿Estás seguro que no hay fantasmas aquí?" le preguntó Ermine a Ilwulf. Habían oído algunos ruidos y estaban en alerta, aunque Ermine seguía preocupada por los fantasmas.
Un Fantasma se les apareció delante de las narices.
"¡Ah!¡Un fantasma!" gritó Ermine.
"¿Dónde? Yo no he visto nada," dijo Chalsye. El Fantasma había desaparecido tan rápido como había hecho acto de aparición y dio la casualidad de que únicamente Ermine lo había visto.
El Fantasma reapareció detrás del grupo y usó un hechizo de Oscuridad. Una nube oscura rodeó al grupo momentáneamente.
"Sin duda," empezó Ilwulf, "este hechizo es cosa de fantasmas," admitió.
"Je je je," se rió Thorvan. "Qué inocentes, creen que en la Morada de las Sombras hay fantasmas..." dijo al mismo tiempo que observaba la escena a través del Arimán.
"¡Qué cuchicheáis vosotros!" espetó el Ninja al grupo de rehenes.
"¿Qué ocurre, Madulf?" preguntó Thorvan.
"Parece que nuestros huéspedes quieren huir," dijo Madulf, el Ninja.
"¿Qué pasa, que no somos hospitalarios?" preguntó Thorvan retóricamente. "Por cierto, ¿dónde está Celyf? Hace rato que no la veo."
"Es una Cazadora, debe estar cazando," dijo Elfer.
"Espero que no nos desbarate los planes, ese Gría nunca me ha gustado," dijo Thorvan.
"¿Qué Gría?" preguntó una voz femenina. Poco femenina pero femenina al fin y al cabo.
"Así que estabas ahí..." dijo Thorvan con preocupación muy mal camuflada de indiferencia.
"No nos peleemos entre nosotros," intentó poner calma en el asunto Elfer. "Y no me desconcentréis, o perderé el control de mis bestias."
"He ido a dar un garbeo por ahí, hay un grupo de aventureros que han entrado hace poco, los he estado espiando," dijo Celyf.
"Nosotros también los hemos estado espiando," dijo Thorvan. "Ahora mismo Elfer les ha preparado una trampa con un Fantasma."
*SMACK* *GROO*
El Fantasma daba señas de debilidad.
"Me parece que estamos a punto de cargárnoslo," dijo Gides.
El Fantasma llamó a otro Fantasma. En ese momento Ilwulf le dio el golpe definitivo.
"¡Uno menos!" gritó Ilwulf con energía.
"Ahora vayamos a por el otro," dijo Ermine.
"¿Ya se te ha pasado el miedo?" le preguntó Chalsye. "Hace poco rato estabas temblando como un flan ante el pensamiento de que en la Morada de las Sombras había fantasmas."
Ermine se sonrojó.
"¡Ayyy! No pensaba que pudiera atravesar los fantasmas con mi estoque..." admitió Ermine. "Es una sensación diferente."
El otro Fantasma llamó a otro Fantasma, también cuando parecía estar en las últimas.
"¡Argh! Le hemos dado demasiado tiempo..." se lamentó Ilwulf.
El segundo Fantasma se desvaneció. Ahora tocaba centrarse en el tercer Fantasma.
"Ahí está ocurriendo algo muy raro," dijo Ermine.
En la zona donde habían terminado con el primer Fantasma se formó de la nada una nubareda oscura y el Fantasma volvió a tomar forma.
"Parece que no habíamos acabado con él definitivamente..." dijo Gides, preocupado en cierta manera.
"¡JE JE JE! Acaban de descubrir el secreto de la inmortalidad de los no-muertos," Thorvan estaba animado y de buen humor observando cómo sufría su presa, como ratón acorralado por un gato.
*FFFffsshh*
"¡Mmhhph!" se quejó la Gría maniatada.
El Gladiador había quemado su mordaza en un intento de liberar a la Gría Arpía quemando las cuerdas que sostenían sus manos. Habían urdido el plan tan silenciosamente como habían sido capaces, y se habían llevado varios sustos cuando el Ninja parecía haberse percatado en distintas ocasiones. La Gría se levantó y deshizo el nudo que sujetaba sus alas.
*FLAP* *FLAP*
Se alzó y salió disparada hacia ninguna parte. Thorvan fue el primero de su grupo en ser consciente de la situación.
"¡Eh!¡Que la Gría está huyendo¡¡Será zorra!¡Tras ella!" gritó el Seeq.
Celyf y Madulf empezaron la persecución.
*FLAP* *FLAP*
"¡Madulf!" gritó Thorvan. "¡Alguien se tiene que quedar vigilando a les presos!¡Si es que tengo que estar por todo!"
Celyf levitó rápidamente en busca de la Arpía. Madulf se detuvo tan pronto como oyó el gritó de Thorvan y volvió a su posición. Esta vez fue precavido y amordazó al gladiador con cuerda en vez de hacerlo con un trozo de tela, como había hecho antes.
"¡Maldito Bangaa!" le espetó Madulf.
*POF* *PAT*
El Ninja redució al Gladiador a base de pisotones y zapatazos mientras iba maldiciéndolo. El Bangaa no notaba apenas los golpes debido a su gruesa piel, pero tampoco se lo hizo saber a su vigilante.
"Espero que hayas aprendido la lección," le dijo Madulf.
Los Fantasmas se habían multiplicado y cuando conseguían eliminar uno, otro volvía del más allá. Gides había propuesto la retirada, y al principio el resto del grupo se lo había echado en cara, claro que cuando eran dos fantasmas por cada luchador se lo pensaron de nuevo y se adentraron en el bosque. Algunos Fantasmas los habían seguido, otros se habían quedado en el claro.
"Arf, arf, ¿nos persiguen?" preguntó Gides. Al llevar una armadura era el que más sufría en la larga distancia y el que más lento iba.
"Creo que no," dijo Chalsye.
"No quiero ni pensar en cómo deben sufrir los que llevan la Armadura de Oro," dijo Gides. "Mejor alejémonos un poco más."
"¡Te encontraré!" gritó Celyf. "¡Conozco este bosque mucho mejor que tú!"
La Arpía le llevaba una cierta ventaja a Celyf, ahora ya se había quitado la mordaza pero era más sabio no caer en sus provocaciones para no desvelar su posición.
"¡Que soy Cazadora! Puedo rastrearte con facilidad," dijo Celyf.
*FSsss*
Una flecha pasó rozando la Arpía, que no detuvo ni un ápice su marcha. Había sido casualidad. Seguro.
*FSSss*
La Arpía hizo una pirueta para esquivar una segunda flecha. Una flecha tan bien dirigida no era casualidad.
"¡Ya te tengo!" exclamó Celyf. "Donde pongo el ojo..."
*FSSSS*
Era inevitable el proyectil. Tanto por su fuerza como por su trayectoria.
"A la tercera va la vencida, dicen," dijo Celyf ufana.
*CLONK*
La flecha chocó contra la Arpía como si hubiese chocado acero contra acero, momento de sorpresa que aprovechó para volver a huir. 'Menos mal que he podido usar la Superdefensa' pensó la Gría, 'el inconveniente es que para usar esta técnica tengo que detener mi movimiento por completo. Y creo que no volverá a funcionar una segunda vez.'
*FLAP* *FLAP*
Celyf se había quedado parada viendo como su tiro era repelido a la vez que su presa se escapaba totalmente indemne. Una chispa de ira se encendió en su interior.
*FLAP* *FLAP*
"¡No escaparás!" gritó Celyf.
La Cazadora volvió a preparar su arco, pero esta vez no disparó ninguna flecha. Disparó aire, que al chocar causó un Retumbo.
*BOUM*
*BOUM* *BOUM*
"¿Qué es ese ruido?" preguntó Ermine.
"Oigo el batir de unas alas," dijo Chalsye. "Pero estos retumbos atronadores no me dejan discernir cuántas alas son, pero mi intuición me dice que son dos o tres pares."
"¿Qué estará pasando?" dijo Gides.
Celyf volvió a las flechas.
*fssss*
*Fssss*
"¡Cuidado!" exclamó Chalsye. Saltó hacia Gides para apartarlo de una flecha.
"¿Nos atacan?" preguntó Gides. Chalsye era bastante ligera, a pesar de estar encima del Soldado apenas notaba su peso.
"Una flecha, debe tratarse de Arqueros o Cazadores," dijo Chalsye incorporándose.
Una Gría hizo acto de presencia, parecía desconcertada.
"¿Refuerzos?" exclamó asustada la Arpía. "¿Suyos o nuestros? No me puedo arriesgar."
Gides reaccionó cuando la Arpía se alzó.
*FLAP*
"¿Conoces a Gwaerh?" le preguntó Gides.
*FSSSS*
Una flecha pasó rozando la Arpía, que se mantuvo a flote un instante. Seguidamente tocó suelo.
"No es un buen momento para presentaciones," sentenció la Gría.
Celyf apareció unos momentos después. Parecía sorprendida de ver a tante gente.
"Esto qué es... ¿una reunión familiar?" dijo la Cazadora y dio una pirueta en el aire para dar media vuelta y se internó de nuevo en el bosque. No era tan tonta como para enfrentarse a cinco personas, cuatro de ellas armadas, ella sola. Y además debía avisar a sus compañeros.
"¡A por ella!¡Sigámosla!" gritó Ilwulf. Él y las dos Vieras se desplazaban a largas zancadas, la Gría alzó el vuelo y el pobre Gides tuvo que volver a correr.
Era complicado desplazarse por el suelo con tantas raíces, Ermine y Chalsye, que eran mucho más ágiles, saltaron hasta las ramas y continuaron su persecución desde las alturas. Era obvio que la Cazadora sabía por dónde iba, pues fácilmente estaban perdiendo su pista.
"¡Thorvan!¡Thorvan!" gritó Celyf.
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viernes, 14 de junio de 2013 a 9:30 0 quejasIdea Original/Plagiada por Muramasa
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martes, 11 de junio de 2013 a 9:30 1 quejasIdea Original/Plagiada por Muramasa
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Pocket Tales of the Braves - Capítulo 23
lunes, 10 de junio de 2013 a 6:30 1 quejasCapítulo 23: ~Viviendo en felicidad con los Pokémon~
Continente de Johto
Ruta 32
"Parece que no hayas probado caldo en tu vida," dijo la enfermera Joy del Centro Pokémon de Cueva Unión a Ryuuna.
"Es que con el frío que hace de noche apetece," respondió Ryuuna. Foster y un par de entrenadores más también tomaban una taza de caldo.
"Voy a bajar el nivel de luz, por si alguien quiere dormir, no hagáis mucho ruido," anunció la enfermera Joy. La iluminación se volvió ténue.
Desde fuera, en Ruta 32, las ventanas se volvieron oscuras aunque el cartel luminoso que anunciaba el Centro Pokémon seguía igual de vistoso. Era el momento en que tanto entrenadores como Pokémon salvajes buscaban una guarida y aguardaban hasta que el sol volvía a salir, no así los Pokémon nocturnos.
"Mañana llegaremos a Pueblo Azalea," dijo Foster. "Me conozco bastante bien el camino que atraviesa Cueva Unión."
"Tengo ganas de enfrentarme a Antón," comentó Ryuuna.
La enfermera Joy pasó a recoger las tazas. Uno de los entrenadores salió a dar una vuelta y el otro se estiró en su sofá, listo para entrar en el mundo de Cresselia. Ryuuna fue a buscar una manta a recepción.
"La noche se prevé fría," dijo la enfermera Joy. "Toma una manta. Si necesitas alguna otra cosa estaré por aquí."
"Gracias," dijo Ryuuna cogiendo la manta.
Volvió al sofá donde estaba Foster y se sentó, abrigándose con la manta. Ryuuna fue cayendo en un profundo sueño y antes de darse cuenta ya había abierto los ojos para ver como la luz matinal se colaba por la ventana. Un dulce olor a churros con chocolate inundaba el Centro Pokémon.
La enfermera Joy se acercó con una bandeja. Había cucuruchos con churros y tazas con chocolate.
"Toma un cucurucho y una taza, si te quedas con hambre pásate por recepción," le dijo la enfermera Joy. Foster ya estaba desayunando. Los otros dos entrenadores ya no estaban ahí, probablemente habían partido a primera hora.
*NOM*
"Están muy buenos, estos churros," comentó Ryuuna.
Algunos entrenadores entraban por la puerta, otros salían y el bullicio pronto haría que el ruido durante el desayuno fuera molesto. Pescadores, domingueras y jóvenes eran los más frecuentes. Ryuuna se apresuró.
Pronto había recogido los utensilios para el desayuno, había devuelto la manta y la enfermera Joy había hecho una última revisión a sus Pokémon.
"¡Adiós!" se despidió Ryuuna.
"¡Esperamos verte pronto! Da recuerdos a mi familiar en Pueblo Azalea, si tienes ocasión," le dijo la enfermera Joy.
Era un día agradablemente cálido y soleado. La charca que habían cruzado el día anterior estaba calmada aunque empezó a temblar. Pasó un Magnetotrén, en sentido Kanto.
*VRROUUUUUUUUUUM*
Un escalofrío recorrió la espalda de Ryuuna, se moría de ganas de subir en uno.
Foster le indicó el camino.
"Ven, Ryuuna, es por aquí," le hizo un gesto con la mano para que lo siguiese. Era una montaña pequeña, y Ryuuna podía ver la entrada, pequeña desde la distancia aunque se fue haciendo más grande a medida que se acercaban. La entrada era un hueco ancho en el que podían pasar perfectamente tres personas y el doble de la altura de Ryuuna. El interior era oscuro.
"Dentro de la cueva se ve todo oscuro, no te separes mucho de mí no vaya a ser que te pierdas," señaló Foster. "El camino es bastante corto."
Entraron en la cueva.
"Vigila que hay charcas en bastantes sitios, también hay entrenadores, así que será mejor evitarlos," dijo.
Sin embargo, era fácil de decir, pero Ryuuna no rechazó el reto de un montañero que tenía un Geodude y un Machop. El Geodude fue pasto del Larvitar y el Machop no tuvo ninguna posibilidad contra el Gastly de Ryuuna.
"Lo positivo de este combate," empezó Foster, "es que el montañero tiene que volver a Pueblo Azalea a curar sus Pokémon y podemos seguirle."
Pasaron junto a un par de charcas más y evitaron dos o tres entrenadores cuando por fin vieron una pequeña luz que era sinónimo de la salida de Cueva Unión. El punto luminoso fue aumentando su tamaño hasta que de pronto se encontraban en Ruta 33.
"Pronto veremos el Pozo Slowpoke, el mejor sitio para capturar Slowpokes de todo Johto," anunció Foster. "Hubo una época en que el Team Rocket se hizo con el pozo para cortarles la cola a los Slowpokes y venderlas en Pueblo Caoba."
"¿Y entonces qué pasó?¿Y para qué querrían vender colas de Slowpoke?" preguntó Ryuuna.
"Las colas de Slowpoke tienen un sabor dulzón, pero vino un entrenador llamado Oro, hay versiones que dicen que fue una chica llamada Plata, que los echó," explicó Foster.
El tiempo había pasado volando y ya era mediodía. Foster sacó de su mochila algo de comida y una manta y acamparon en Ruta 33. En la lejanía se podía intuir Pueblo Azalea. Aprovecharon el buen día para descansar un ratito.
"Ryuuna, ¡despierta!" gritó Foster.
Ryuuna se había quedado dormida, primero cinco minutos, después diez minutos, así que al cabo de dos horas Foster había reunido fuerzas para despertarla. Ya era entrada la tarde. Ryuuna despertó lentamente.
"¿Dónde estoy?" murmuró Ryuuna.
"Estamos en Ruta 33 y estamos a punto de llegar a Pueblo Azalea, como no despiertes pronto no llegaremos ni mañana..." insistió Foster.
*uwaaaa*
Estiró su cuerpo Ryuuna, después de la siesta. No estaba todavía despierta del todo cuando reanudaron la marcha, a pesar de ello despertó cuando el montañero que habían encontrado en Cueva Unión le pidió la revancha y de nuevo, el Larvitar de Ryuuna molió al Geodude y el Gastly no dio respiro al Machop. El pobre montañero volvió corriendo a Pueblo Azalea a restaurar la salud de su equipo.
El Pozo Slowpoke se encontraba frente a ellos, era una estructura típica de pozo aunque había dejado de ser útil para la extracción de agua mucho tiempo atrás, y por ese motivo no había cubo alguno. Piedra a piedra formaban la base circular del pozo. Más allá había un cartel que recitaba "Pueblo Azalea ~Viviendo en felicidad con los Pokémon~".
"Bien, esto es Pueblo Azalea," sentenció Foster.
Era un pueblo pequeñito, con muy pocas casas, rodeado de árboles. Desde una punta del pueblo se podía ver la caseta de vigilancia que llevaba al Encinar. La tranquilidad se podía palpar, un aura de calma rodeó a Ryuuna.
"Es muy acogedor," admitió la entrenadora.
Tres techos destacaban por encima del resto, aunque resultaban tremendamente familiares y eran la Tienda Pokémon, el Centro Pokémon y el Gimnasio Pokémon. El resto de casas eran de madera y parecidas, repartidas por toda la zona.
"Tengo asuntos por resolver aquí," dijo Foster. "Espero que nos podamos volver a ver algún día."
Eso era la despedida, ahora Ryuuna estaba sola en Pueblo Azalea. El sol se escondía tímido tras las montañas y los árboles, ocultando cuanta luz podía y dejándolo todo oscuro. No era momento de ir al Gimnasio.
"Mejor será que vaya al Centro Pokémon, así de paso doy recuerdos a la enfermera Joy," se dijo Ryuuna.
*flap* *flap*
Un Farfetch'd se acercó.
Mochila:
- Pokéball x4
- Baya Aranja x1
- Baya Atania x2
- Baya Zreza x2
- Baya Safre x2
- Revivir x1
- MT 31 - Bofetón Lodo
- MT 70 - Destello
- Caña Vieja
- Saco de dormir
Equipo:
- Dratini (Mudar) MV: Atadura - Malicioso - Onda Trueno - Ciclón [Baya Aranja]
- Larvitar (Agallas) MV: Mordisco - Malicioso - Torm. Arena - Chirrido [Baya Aranja]
- Gastly (Levitación) MV: Hipnosis - Lengüetazo - Rencor [Baya Aranja]
- Huevo Misterioso
Idea Original/Plagiada por Muramasa
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TDDetectives - VI
viernes, 7 de junio de 2013 a 9:30 0 quejasIdea Original/Plagiada por Muramasa
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World of Trollcraft: [Capítulo vigesimotercero: Deeptroll]
lunes, 3 de junio de 2013 a 6:30 1 quejasCapítulo 23
Deeptroll
El héroe abrió los ojos.
Estaba en su cama, rezongando, estirado. Habían vuelto él y la Gata Negra de Isla Delfino el día anterior en un caza supersónico. T-Hawk se había despedido de ellos agradeciéndoles de nuevo su ayuda, y volvió ese mismo día al lugar de donde había salido.
Y ellos dos volvían a estar en Pueblo Paleto, Bison probablemente no volvería a dar problemas en un tiempo, pero por desgracia no habían hallado pista alguna de Mario. Era bastante pronto para levantarse, la Gata Negra era posible que todavía estuviese durmiendo. Ante la práctica imposibilidad de volver a dormirse, pues el héroe era de esas personas que cuando se despiertan, les cuesta horrores volverse a dormir, se quedó en la cama mirando el techo de su habitación.
Empezó a pensar en todo lo que había ocurrido en Isla Delfino, hasta que su cabeza se detuvo en el momento fatídico, pero no por ello malo, de pasar una semana de total lujuria y desenfreno. Todo tuvo su inicio en el momento en que...
"Ven conmigo," le dijo Cammy y le tomó la mano, arrastrándolo hasta su suite.
Aunque en el hilo musical del hotel sonaba Teresa Rampell, en su suite, Cammy tenía su propia música. Cammy se acercó al reproductor y cambió la música, empezó a sonar el Minuet de Lucchini. Entre la música, el traje de maid de Cammy y la suite en sí misma, al héroe le dio la sensación de encontrarse en una mansión donde cualquier cosa podría ocurrir, prácticamente un sueño hecho realidad.
Cammy habló temblorosa.
"¿Qué q-q-quieres que hag-g-ga, A-a-amo?"
La palabra "Amo" era la que menos esperaría que saliese de la boca de Cammy, que estaba toda enrojecida. El héroe se acercó a ella. Su corazón latía rápidamente, siempre había soñado con encontrarse una situación similar, y cada vez que lo había soñado había seguido un camino diferente. El corazón de Cammy también latía rápidamente, estaba toda nerviosa.
"Déjame ver la ropa interior que llevas," le susurró el héroe al oído.
Algo torpe, Cammy se levantó lentamente la larga falda junto con el delantal. Llevaba unas braguitas blancas y unas medias, también blancas, con una liga a juego. Si hubiese sido un conjunto rojo iría a juego con su cara.
"Quédate así, te has portado mal y se te tiene que castigar," dijo el héroe. Cerca de ahí estaba la nevera, o más bien una mini nevera, con un departamento para el congelador. El héroe tomó un cubito.
Volvió al lugar donde estaba Cammy, con la falda levantada. El héroe se agachó.
"Suelta la falda," ordenó el héroe.
"Sí, Amo," dijo Cammy al tiempo que soltaba la falda y el héroe quedaba oculto.
El héroe se puso el cubito de hielo en la boca. Primero refregó el cubito por las fuertes y fibradas piernas de Cammy, concretamente en el área cercana a la entrepierna. A medida que pasaba el tiempo, el cubito iba reduciendo su tamaño, y unas gotas de agua resbalaban por la pierna de Cammy. Las medias, aunque la falta de luz lo impedía, estaban manchadas de agua. Finalmente, el héroe se detuvo. Apartó las braguitas lentamente, para descubrir que había ciertas zonas de Cammy que el héroe no había tocado y, sin embargo, estaban mojadas. Fue subiendo lentamente la cabeza con el cubito, o lo que quedaba de él, en la boca.
Cammy se estremeció.
"¡Aah!" gritó suavemente. Sus piernas flaqueaban. El héroe salió de debajo de la falda y se incorporó.
"Soy un amo muy malo," le susurró el héroe a la oreja.
Le cogió una mano y la arrastró hasta la cama. Era una cama de matrimonio corriente y moliente, para nada diferente de cualquiera que se pueda encontrar en cualquier sitio. El héroe tumbó a Cammy, sus piernas quedaron colgando. Primero le sacó un zapato, y después el otro. Ella estaba estirada, inmóvil. Le subió la falda y le desató la liga de las medias, para, seguidamente, bajarle primero una media, y luego la otra. Finalmente le quitó las braguitas.
El héroe tomó una pierna y cogió el pie, entonces le hizo cosquillas. Cammy no pudo contener la risa, y aún así, el héroe seguía haciéndole cosquillas e incluso le pellizcaba las plantas de los pies cariñosamente, tenía las piernas de piel de gallina. Ahora le chupaba el dedo gordo, y su lengua iba subiendo lentamente. El héroe se detuvo en la zonapróxima a la entrepierna, sin llegar a la zona prohibida de Cammy. Era más divertido así, haciéndole creer que llegaría ahí... y justo antes girar la cabeza.
El tener a Cammy bajo su poder era excitante.
Al final no pudo resistir la tentación. La boca del héroe cubría el agujero por el que salen los bebés, y sorbía y lamía. Cammy volvió a estremecerse, y gimió, muy flojito pero lo hizo.
El héroe se acercó a la nevera de nuevo, volvió a sacar cubitos, pero esta vez sacó una botella de Bailey's del mueble-bar. Volvió a la cama de matrimonio donde estaba Cammy, sin decir nada, aunque siguiendo con la mirada todos los pasos del héroe. Este abrió la botella de licor y conminó a Cammy para que cerrara las piernas. Echó los cubitos en el hueco que dejaban las ingles, y después virtió un chorro de Bailey's. Con un dedo agitó la mezcla.
Cammy debía restar inmóvil so pena de que el licor se virtiese. El héroe sorbió de ahí.
*SLURP*
A mitad de tan bizarro chupito el héroe besó a Cammy. El beso fue apasionado, un instante que parecía una eternidad. De nuevo, el héroe siguió libando el licor, y al terminar tenía un nuevo motivo para volver a pasar la lengua por la entrepierna de Cammy.
Por fin Cammy podía volver a mover las piernas.
El héroe tomó a Cammy de nuevo por la mano y se acercó a una butaca próxima a la cama, donde antes de sentarse se bajó el pantalón. Las intenciones del héroe era claras y Cammy comprendió lo que debía hacer sin necesidad de mediar palabras. Ahora era el héroe el que gemía.
"Aaah..."
Se sintió un poco mal porque Cammy tenía una cara muy aniñada, a pesar de ser adulta. Mal negocio que también fuera pequeña de constitución.
Cammy movía su cabeza arriba y abajo, y su lengua a derecha e izquierda. La cofia en el pelo le sentaba muy bien, sus ojos azules lo observaban ahora sí, y ahora no. El héroe trató de disimular cuanto placer era capaz de darle Cammy, pues quería darle una sorpresa al terminar, aunque no pudo evitar soltar una mueca, por suerte Cammy no miraba. La cavidad bucal de Cammy se fue llenando.
Cammy tenía la boca llena y no podía hablar.
"Trágatelo todo," dijo el héroe.
Cammy hizo una mueca, pero al final todo cuanto había dentro de su boca, tal como le había dicho el héroe que hiciese, fue tragado. La cara de Cammy era un poema.
"Podrías haberme avisado," se quejó ella.
"Quería darte una sorpresa, perdona," se disculpó el héroe.
Cammy le dio un empujoncito cariñoso.
"¿Era la primera vez que alguien te hacía tragar?" le preguntó el héroe.
"Mmm... sí," los ojos de Cammy eran llorosos.
Se abrazaron muy fuerte.
"Perdona, como estábamos en plan amo y sirvienta... perdona," se disculpó nuevamente el héroe.
"Mañana será un nuevo día," dijo Cammy.
"Hasta mañana," dijo el héroe. Tras despedirse abrió la puerta y comprobó que no había nadie espiando. Rápidamente llegó a su puerta y abrió tan silenciosamente como pudo, para pasar y cerrar tan silenciosamente como pudo.
Se tumbó en la cama y cayó en un sueño profundo aunque intranquilo...
Era un bonito recuerdo, este de la primera noche en que el héroe había ido a la suite de Cammy. ¿Cómo había sido la segunda noche? Sí, tal vez así...
*toc, toc*
Alguien picaba muy flojo la puerta de su habitación en el hotel.
"Soy Cammy," dijo Cammy tan flojo como había picado.
El héroe acababa de ducharse, pues había sido un intenso día en el que por la mañana habían estado entrenando y por la tarde había sido testigo, a pesar de que no le gustaba la playa, de los trajes de baño de la Gata Negra y de Cammy en Sirena Beach. Había acabado rebozado en arena y con molesta sal por todo el cuerpo. Abrió la puerta.
"Ahora voy," le dijo el héroe, que llevaba un albornoz, y tal vez nada más debajo. Cammy volvió a su habitación.
Después de apear a Cammy y cerrar la puerta se vistió con ropa limpia que el servicio de habitaciones le había lavado. Salió de su habitación y se dirigió a la suite de Cammy. Entró rápidamente, pues tenía la sensación de ser vigilado. Había oído que en algún momento Mario había deshauciado una plaga de fantasmas, así que no se preocupó en exceso.
"Ya estoy aquí," notó el héroe.
Encima de la cama había de todo y más para cumplir las más oscuras perversiones de cualquiera. Juguetitos sexuales por doquier, manuales y eléctricos, disfraces varios, cuero y látex, pintura.
"¿Qué haremos hoy?" preguntó el héroe.
"Buen pregunta," respondió Cammy. "La verdad es que hoy me siento un poco perra."
No sabía si lo decía en serio o no, pero por ahí había una diadema con orejas de animal.
"Desnúdate," le sugirió el héroe a Cammy. Ella lo hizo, a regañadientes. El héroe le colocó la diadema en la cabeza. De entre la colección de objetos encontraron un consolador en cuyo extremo había un pelaje de animal. Ayudándose de un botecito de vaselina y los intentos por relajar a Cammy, acabó por insertárselo por detrás.
"¿Te duele?" le preguntó el héroe.
"Doler, no duele, pero es una sensación extraña, como si algo estuviera donde no tiene que estar," admitió Cammy.
También encontraron una correa y un collar. Cammy estaba nerviosa, o eso notó el héroe cuando le ató el collar en el cuello.
"Veamos si eres una perra bien adiestrada, ¡sit!" dijo el héroe.
Cammy al principio hizo cara de no entender lo que le decía, pero al final acabó por reposar el culo en el suelo. Era una escena un tanto bizarra, teniendo en cuenta que Cammy no llevaba ropa y estaba imitando a un perro.
"¡Patita!" ordenó el héroe. Cammy le dio una mano.
"¡Otra patita!" y Cammy le dio la otra mano.
"¡Platz!" dijo el héroe y Cammy se tiró al suelo. El suelo estaba frío, y Cammy notaba escalofríos por todo el cuerpo.
"Vamos a sacar a la perra de paseo," dijo el héroe.
"¿Qué?" se sorprendió Cammy.
"Ssshh, los perros no hablan," el héroe le colocó la correa atada al collar. El héroe tiró de ella y Cammy empezó a caminar a cuatro patas. Salieron de la habitación, Cammy delante, aunque ella no sabía donde ir. Por eso el héroe enseguida se puso delante. Primero dieron una vuelta por la segunda planta y después bajaron por las escaleras a la primera planta. Debajo de ellos estaba la planta baja, donde se encontraba la recepción.
En la primera planta se encontraban algunos soldados de Delta Red, que estaban de descanso en el hotel. Era muy excitante el pensamiento que en cualquier momento alguien podía aparecer. Se oían ruidos y voces provinentes de la planta baja.
Para su fortuna nadie hizo acto de presencia mientras estuvieron en la primera planta. El héroe se fue acercando a la escalera que llevaba a la planta baja. Se asomó.
"¿Se encuentra bien, caballero?" le preguntó un forestón que trabajaba en el hotel.
Al principio se sobresaltó, pero consiguió dar una respuesta.
"No pasa nada, estoy bien, solo paseaba," Cammy estaba tirando tan fuerte como podía en dirección a las escaleras de subida.
"Voy, voy," le dijo el héroe en voz baja.
Volvieron a subir, todo estaba misteriosamente tranquilo. Entraron en la suite de Cammy.
"Mi corazón está a cien," reconoció Cammy. Tenía en la cara una expresión entre satisfacción, sorpresa y preocupación. De vez en cuando soltaba una risa tonta.
En ese momento entró la Gata Negra...
En ese momento entró la Gata Negra. El héroe regresó del mundo de los recuerdos al mundo real.
"¡Buenos días!" dijo la Gata Negra, no parecía que acabara de despertarse a juzgar por lo bien arreglado que llevaba el pelo. Su tono de voz era más bien neutro.
"Buenos días, estaba absorto pensando en Isla Delfino," dijo el héroe.
"Sí, qué cosas, al final nos vinieron a rescatar los del ejército norteamericano," comentó la Gata Negra. "Y esa chica china tan mona, Chun-Li, creo que se llamaba."
"Sí, ja ja" se río el héroe con una risa plástica muy falsa. "¿Recuerdas lo que ocurrió en el hotel?"
"Hotel, o antro de perversión," puntualizó la Gata Negra indignada. El héroe había dado en el clavo.
El día en que la Gata Negra pillase in fraganti a Cammy y al héroe, notaron que estaba un poco rara. Enfadada aunque extrañamente melosa y cariñosa, con un atractivo especial difícil de describir...
"Eh, ¿qué estáis haciendo?" les increpó la Gata Negra al entrar en la suite de Cammy.
Era demasiado obvio, pero el hecho de que Cammy estuviese prácticamente desnuda a excepción de una diadema con orejas peludas, un consolador-plumero insertado en donde el ciclo alimenticio termina, y un collar en el cuello del que la correa era sujetada por el héroe les restaba cualquier atisbo de credibilidad que les pudiera quedar.
Cammy fue rápida en su reacción.
"Toma, bebe un poco de esto," ofreciéndole un vaso con alguna bebida alcohólica muy fuerte que el héroe no fue capaz de detectar. La Gata Negra bebió sin rechistar. La escena era más bizarra siquiera que la anterior.
Poco tiempo después cayó redonda. El alcohol le afectaba de manera más acentuada que a los humanos sin súperpoderes. El héroe la llevó a su habitación.
La mañana siguiente, durante el entreno, les confesó que tenía la regla, aunque debido a los súperpoderes, era una mezcla entre regla y celo.
"Tiene que quedar como secreto entre nosotros, pero creo que debéis saberlo," les dijo.
"¿El qué?" se interesó Cammy.
"Tengo la regla, pero debido a los súperpoderes es mi corta época de celo," les explicó la Gata Negra. "No me suele durar más de una semana, pero mi apetito sexual se ve enormemente incrementado durante esa época."
Así fue como llegaron a una especie de acuerdo para tener ciertos encuentros sexuales, que por cuestión de horario los concentraron en las noches. El primer día fue bastante softcore, pero el nivel fue incrementando. Por ejemplo el día en que,
[...]
Era la penúltima noche antes de la misión en Pianta Village.
"Aaah, mi interior está ardiendo," dijo la Gata Negra. Estaban de nuevo en la suite de Cammy, el escenario nocturno por excelencia de esos días.
Cammy y la Gata Negra se fueron quitando prendas de ropa mutuamente, de manera sensual y erótica. El héroe aprovechó a mirar el escultural cuerpo de la Gata Negra, de pechos firmes y grandes, tanto como pudo porque era una imagen que rara vez podría volver a ver.
Para envidia del héroe, Cammy le mordió un pezón a la Gata Negra. En respuesta, la Gata le mordió el cuello de forma aparentemente violenta, por sus movimientos, aunque por la expresión de Cammy no sería para tanto. El cuerpo de la Gata ardía y ella respiraba rápido y entrecortado, y se dejó llevar por su lado más animal. Cogió a Cammy por la cabeza y encastó su boca en su zona más íntima.
"Aaah," gimió la Gata Negra.
La lengua de Cammy se movía arriba y abajo, de la misma manera que la Gata Negra movía sus caderas. El héroe se acercó cuando ella llegó a su momento álgido, Cammy estaba estirada en el suelo boca arriba y la Gata estaba arrodillada encima de la cara de Cammy. La Gata se levantó.
El héroe la tomó entre sus brazos. Era delgada aunque no por ello dejaba de ser atlética. El héroe sufrió otro de sus mordiscos en el cuello. Se mordisquearon mutuamente, ella el cuello, él la zona pectoral de la Gata, sin dejarse de abrazar. Cammy observaba la escena desde la cama.
El héroe levantó a la Gata Negra y la llevó a la cama, donde la dejó caer.
*PUFF*
Cammy cogió a la Gata por las piernas y la arrastró hasta su posición. Flexionó sus piernas, dejando el bonito trasero de la Gata al aire. El héroe llenó la boca de la Gata con su miembro erecto mientras Cammy usaba su lengua para frotar la puerta trasera de la Gata.
Dos noches antes habían competido en una sexual batalla en el barro a tres bandas.
La Gata Negra se dejó llevar, Cammy usaba su lengua cubriendo todo el terreno, tanto interior como exterior, de la Gata. El héroe se apartó y Cammy se puso en el lugar que había ocupado el héroe. Cammy estaba en cuclillas, y con los dedos de la mano abrió la fisura en su entrepierna.
*fshfshfsh*
"Aaah," gimió Cammy. Como si fuera una fuente, un líquido de ligero color amarillento emanaba de ella en dirección a la boca de la Gata Negra.
*glu, glu*
La cavidad bucal de la Gata se llenaba más rápido de lo que ella podía tragar, sin embargo tragó todo lo que pudo sin rechistar. Entonces fue Cammy quien encastó de lleno su entrepierna en la boca de la Gata Negra.
"Aaah," volvió a gemir Cammy.
El héroe jugueteaba con los pechos de la Gata Negra, apretando los pezones, amasando sus pechos. Cammy se apartó. La Gata Negra se incorporó.
Ahora fue Cammy la que acabó estirada en la cama. El héroe se acercó a la cara de Cammy, su miembro paralelo, colgaban sus testículos. Cammy tomó uno en su boca y la Gata Negra aceptó el miembro, moviendo su cabeza adelante y atrás.
El recuerdo del héroe finalizó cuando en su punto álgido de placer inundó la boca de la Gata Negra. Final feliz.
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Es mi primer intento semi-serio de introducir escenas eróticas en WoT, ¿qué os han parecido? En principio no hay más previstas en breves, pero tener opiniones siempre es de utilidad.
Idea Original/Plagiada por Muramasa
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