Crítica Mordaz contra los Fumadores - Parte 3

Vuelvo a la carga con un mordaz artículo en contra de esos entes autodestructivos y tocapelotas, cuya mentalidad quisiera llegar a entender; efectivamente, hablo de los fumadores. ¿Quién no ha tenido uno de estos en casa, eh?

Bueno, pues eso. Hay una cosa que no entiendo. Vale, hay muchas, pero una de ellas es el hecho de que los fumadores se pongan a fumar justo en la puerta del lugar donde les es prohibido fumar. De forma que al pobre inocente que quiera salir se va a encontrar con una cortina de humo y un fuerte olor a ¿tabaco?

No lo acabo de entender, debe ser algún tipo de venganza contra la gente que no fuma. Lo bueno, lo normal sería que se apartaran unos metros de la salida. Porque hay gente que, con toda la mala leche del mundo, va y tira el humo en la puerta.

Otra cosa que no entiendo de estos entes son las madres fumadoras, es decir ¿qué tipo de educación les están dando a sus hijos? Si los niños las ponen tan nerviosas y las sacan tanto de quicio pues que mastiquen chicle o que se compren un consolador (y lo usen), pero fumar delante del niño no me parece lo más adecuado. Primero, por el ejemplo que da y segundo porque a ellos les afecta mucho más el humo del tabaco.

En el ejemplo entran las profesoras (o profesores) que fuman en el patio, en la hora de recreo.

Terminaré con un diálogo:
"- ¡Camarero!
- ¿¡Qué!?
- ¡Una de queso!
- "Quesos" den por culo..."