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Relatos de la Grand Line: Alborada de Hazañas - X

martes, 12 de marzo de 2013

Capítulo Décimo: Dos semanas, ¿tiempo suficiente?

Dos semanas era el tiempo que tenía y necesitaba Zan For para conseguir que Monty tuviera alguna probabilidad de alcanzar el podio en el Gran torneo de lucha de Lovely Street. La primera semana fue un infierno en el que Monty se puso en forma, mejorando su resistencia. La segunda semana fue otro infierno de posiciones y técnicas. Y finalmente llegó el gran día.

"¡Ombligo a todo el mundo!¡Bienvenidos al Gran torneo de lucha de Lovely Street!" gritó una voz. Era un Boina Blanca cuya voz se amplificaba gracias a un dial. En la parte más alta de Lovely Street había un estadio con varias gradas llenas de ciudadanos y ciudadanas. Monty detectó a Zan For entre ellos.

La pista de combate era cuadrada, hecha de baldosas de nube, blancas y porosas. A su alrededor había una acequia de nubes que amortiguaban la caída. Y más allá estaban las gradas, separadas por un muro también hecho de nubes. De hecho todo era nube, no obstante se encontraban en la isla del cielo. Los participantes fueron llevados a una caseta adyacente a la pista, liderados por un Boina Blanca.

"¡Ombligo! Podéis esperar vuestro turno, os iremos llamando por dialfonía. Rogamos no peleéis aquí, para eso ya está la pista. En la pared está colgado el impreso con los emparejamientos." Les dijo el hombre que los había llevado ahí. En la pared había un escrito con dieciséis nombres, incluído el de Monty, que habían sobrevivido al combate previo la semana anterior. Le tocaba luchar el cuarto combate, y cuando sonaron los dos primeros nombres Monty recordó cómo había pasado de ronda.

La melée clasificatoria tenía lugar la semana anterior al torneo y Monty estaba bajo entrenamiento de Zan For. Estaba agotado pero consiguió llegar al estadio casi arrastrándose. Al principio no dejaron que participase, pero ante la insistencia de las varias decenas, casi centenar de participantes, le dejaron pasar a la pista. Tal vez por bondad, tal vez por parecer una víctima fácil.

Para pasar de ronda tenían que ser de los últimos en salir de la pista, y únicamente los últimos dieciséis pasaban. Los primeros instantes fue un caos, y todos lo que fueron a por Monty, éste esquivó sus golpes y los echó fácilmente fuera. Tras una decena de participantes fuera, lo dejaron respirar. Monty sacaba las fuerzas de flaqueza, y no sabía ni cómo lograba mantenerse en pie. Un montón de luchadores fueron cayendo hasta que quedaban viente en pie, entre ellos Monty, aunque tumbado, durmiendo. Dos luchadores se dirigieron hacia Monty para arrastrarlo hasta los límites del campo y tener menos competencia, sin embargo un tipo corrió para defender a Monty.

"¿¡Con que atacando a los indefensos!? A ver si podéis conmigo" gritó. Y dejando a Monty en paz cambiaron de objetivo, pero el tipo con un seguido de técnicas espectaculares de wrestling los sacó de pista. Al primero lo esquivó y lo tumbó con un Bulldog. El segundo lo hizo tropezar con el primero y le ejecutó un poderoso Piledriver. Después los arrastró y los echó de la pista. Ahora quedaban dieciocho participantes, que se miraban entre sí.

Varios de ellos se pusieron de acuerdo para echar a Monty y a su momentáneo defensor. El tipo se vio rodeado. Monty despertó y dolorosamente se puso en pie. Eran dos contra diez. Seis estaban mirando la escena. Monty estaba desconcertado y desorientado. Zan For le había advertido que no usase todavía el dial, porque así sus posibles rivales no tendrían idea de sus técnicas. Sentía como la fuerza fluía a través de él, aunque no sabía cómo usarla con el cansancio que se había apoderado de él.

De repente entró en una especie de trance y salió corriendo, alejándose del borde de la pista. Se llevó a dos luchadores por delante, arrastrándolos, y cuando volvió en sí estaba fuera de la pista, junto con los dos otros luchadores. Monty temió lo peor al verse fuera. El árbitro dio su veredicto.

"¡Los dos que han sido arrastrados han tocado antes el suelo!¡Quedan descalificados!"


Y así fue como Monty pasó de ronda, con el resto del día de descanso, para al día siguiente empezar a practicar técnicas. El primer combate había terminado y llamaron a los siguientes. Monty vio como el primer participante victorioso entraba de nuevo a la caseta, se asomó para presenciar el segundo combate. Era un poco insulso, los dos combatientes estaban de pie, frente a frente. Se estaban analizando y ninguno de los dos atacaba. Daban vueltas pero había poca acción, no se atrevían a atacarse, no querían mostrarse las técnicas de lucha.

Uno de ellos, finalmente, se lanzó a la acción. Las armas de filo no estaban permitidas, aunque sí lo estaban las armas contundentes. El que atacó llevaba un garrote, y se notaba que le pesaba, el otro combatiente lo esquivaba con facilidad, pero al moverlo iba acumulando energía cinética y cada vez iba más rápido moviendo el garrote. Y de pronto el garrote salió volando con su dueño agarrado a él, lanzado como una flecha hacia su oponente, pero lo consiguió esquivar, y el del garrote no pudo pararlo a tiempo y acabó saliendo de la pista. El árbitro dictaminó que estaba descalificado.

Monty aplaudió junto con todo el estadio, dos Boinas Blancas retiraron al vencido y el vencedor volvió a la caseta. Nadie había visto siquiera su estilo de lucha.

Llamaron a los participantes del tercer combate. Fue un combate muy rápido en el que la gente apenas vio nada de lo rápido que se movían ambos luchadores. Al final uno de ellos quedó en pie y el otro tumbado fuera de la pista. Y era el turno de Monty, en el cuarto combate.

Monty salió de la caseta y su oponente lo siguió. Miraba el público que gritaba y chillaba y apenas se entendía lo que decían.

"¡Aquí tenemos a Sydno!¡Y Monty, su oponente!" gritó el comentarista. El público gritó todavía más. Zan For observaba desde su puesto en la grada, concentrado.

"Saludaos," dijo el árbitro.

"¡Ombligo!" saludó el chico Sydno. Monty imitó el gesto de su oponente, "¡Ombligo!"

"Podéis empezar," y sonó un gong que daba inicio al combate. Monty observó a su rival, era un chico de su edad aproximadamente, su cabello también era negro y era de su estatura, más o menos. Tenía las antenas típicas que lucían los habitantes de Skypiea. Llevaba un bastón entre sus manos. Sydno empezó a hacer florituras con el bastón, más que nada para impresionar, y aunque Monty pensó que a él también le gustaría hacer esas cosas, no quedó muy impresionado.

Sydno se dio cuenta de eso. Monty se aproximó a Sydno, entrando dentro de su radio de acción. Sydno dio una vuelta y golpeó con su bastón. Le había dado, Monty tenía la mano en el costado. A pesar del golpe, Monty lo había parado y el dial de impacto estaba a punto para liberar toda la energía. Sydno no lo había visto, por suerte. Aún podría atacarlo por sorpresa. Sydno atacó a Monty de nuevo. Eran golpes rápidos y débiles, aunque encadenados e imprevisibles, para evitar que su oponente se lo cogiera.

"¡Eres bueno!" gritó Sydno, que detuvo de repente su ofensiva. "Tu tampoco lo haces mal," respondió Monty.

Los dos a la vez se atacaron en un toma y daca. Y Monty consiguió atrapar el bastón.

"Veo que llevas un dial." Su estrategia sorpresa se había ido al garete, pero por lo menos su oponente no podía usar su arma. Sydno tiró del bastón pero Monty era fuerte y no lo soltaba. Sydno se sacó un pequeño dial del interior de su traje.

*ziiip*

Un denso humo blanco apareció repentinamente causando el "¡Oh!" del público y de Monty que soltó el bastón, para su infortunio. Sydno lo iba a atacar por sorpresa, de eso no tenía ninguna duda.

*Zzzza-*

*PLAS*

El primer golpe fue franco, golpeando de lleno el brazo derecho de Monty. De nuevo,

*Zzzzu-*

El golpe iba directo a su cabeza, pero Monty sacrificó el brazo izquierdo que recibió un fuerte golpe. Lo había sentido, más que verlo.

*Zzzi-*

*PLOF*

De nuevo, el brazo derecho fue el objetivo de Sydno. Monty intentaba entrever a través de las sombras, pero veía únicamente siluetas, posiblemente un truco de Sydno. ¡Maldito Zan For! si le hubiera enseñado a detectar los flujos de energía, tal y como esa vez había detenido un golpe suyo...

*PAS*

Esta vez golpeó su pierna derecha. No podía ser tan difícil, Monty cerró los ojos, al fin y al cabo si no podía ver, no le servían de nada. Se concentró. Parecía incluso que el público iba bajando su tono de voz, todo estaba negro. Oía pasos pero no podía decir cuán lejos se encontraba de ellos. Vio algo, ¡Zan For!

Le dijo "¡Agáchate!", Monty dudó una fracción de segundo, no estaba seguro de lo que acababa de ocurrir, pero se agachó.

*ZZZZZZZZAS*

Monty oyó como el bastón pasaba por encima de él pero no encontraba objetivo. Sydno había fallado, ¿sería casualidad? Monty no abrió los ojos todavía. Quería comprobar si realmente había conseguido establecer algún tipo de comunicación con Zan For o era únicamente una jugada de su subconsciente. "Salta hacia tu izquierda y bloquea," fue lo que le dijo la voz de Zan For, y Monty lo hizo. De pronto, se sorprendió cuando había agarrado el bastón, y de la misma sorpresa lo dejó ir. Sydno estaba igualmente sorprendido.

"¿Puedes ver a través de la niebla?" preguntó.

Monty no respondió, seguía concentrado. Sydno atacó de nuevo, "Te va a atacar por detrás, cuando te diga date la vuelta y golpéale con toda la fuerza del dial de impacto." Monty se preparó para moverse en cualquier momento.

"¡Ya!"

Sydno había tomado impulso y saltó para golpear con un movimiento vertical de arriba a abajo, Monty dio una vuelta y Sydno quedó impresionado al no encontrar su objetivo. Tiempo de sobras para preparar un puñetazo sumado a la energía acumulada en el dial que dio de lleno a Sydno en el hombro izquierdo, que quedó dislocado.

"¡Aaaargh!" gritó del dolor. La niebla del dial parecía empezar a desvanecerse. "Puedes abrir los ojos, zagal," le dijo Zan For y Monty los abrió. Empezaba a ver el campo y Sydno sujetándose el brazo izquierdo. Monty iba a cargar contra él para rematarlo pero Sydno levantó como pudo la mano izquierda y dijo:

"¡Me rindo!"

El público chilló y gritó animando a ambos participantes.

"¡Sydno se retira!¡Monty pasa a la siguiente ronda del torneo!" dictaminó el árbitro.

"Has luchado muy bien," reconoció Monty. "Tu tampoco lo has hecho mal, ¿cómo lo has hecho para verme en la niebla?" Sydno ardía en deseos de saberlo, sin embargo la respuesta de Monty fue un poco pobre, "No he visto nada, habrá sido casualidad... ¡Ja ja ja!" se rió, y Sydno se rió también. Monty acompañó a Sydno hasta la caseta, "Me gustaría quedarme a ver el resto del torneo, aunque esté descalificado."

Desde megafonía llamaron a los dos siguientes concursantes. Como estaban a mitad de ronda, habían traído unos refrigerios y Monty no se hizo esperar, comió y bebió sin importarle que alguno de los luchadores pudiera ser su oponente en alguna fase avanzada del torneo. Ahora tenía que recuperar fuerzas, y tenía hambre.

"¿No miras los otros combates?" le preguntó Sydno.

"Cuando me tenga que enfrentar a ellos ya me preocuparé por ganarlos." fue la respuesta de Monty.

Sydno sonrió, el resto de participantes de la caseta pensaron cuán arrogante era ese chico. Excepto uno, que llevaba una máscara de luchador mexicano. Era el que le había salvado el pellejo durante la fase previa.

1 quejas:

scaramanga dijo...

Torneo, torneíto. Eso es lo que disfruto yo: me va lo tradicional.