La cara y la cruz

Extraído de La Vanguardia: aquí

Los videojuegos españoles buscan su lugar en un mercado global que mueve grandes cifras. No es fácil porque España es una gran consumidora (cuarto país de Europa, por detrás de Inglaterra, Francia y Alemania) y poco productora (ocuparía el vigésimo lugar en este ranking), pero algunas iniciativas puede cambiar el escenario. La más importante, por su envergadura y ambición, se llama Castlevania: Lord of Shadows, que actualiza un juego sobre cazavampiros creado en 1986 por Konami. La versión actual es una superproducción –con un presupuesto de 20 millones de euros– y es desarrollada íntegramente por el estudio español Mercury Steam.

"Este juego es el equivalente a una gran película de Hollywood. Vinieron a buscarnos para proponernos el trabajo y nos han dado toda clase de libertad creativa. Es como si Spielberg hubiese venido a visitar a una productora española y le hubiese dicho: tengo en la cabeza un proyecto muy querido y que pensaba hacer yo, pero he decidido que lo hagan ustedes y yo pongo el dinero. Es una oportunidad magnífica porque este nivel de producción, entre otras cosas por el factor económico, normalmente no está al alcance de los estudios españoles", explica a este diario Enric Álvarez, director del proyecto. "El reto –añade– es que tenemos que demostrar que somos muy buenos haciendo juegos y que merecemos el trabajo".

Mercury Steam ha conseguido este proyecto con sólo tres juegos en su currículum y tras las buenas críticas y el éxito (un millón de unidades vendidas) del segundo. Se llamaba Clive Barker's Jericho y era un título de terror inspirado por el universo de este novelista británico. Konami es uno de los grandes nombres japoneses de los videojuegos, con títulos tan populares como el simulador de fútbol Pro Evolution Soccer o Metal Gear, una de las series de acción más vendidas.

Esta combinación de creatividad española al servicio de un proyecto japonés que busca el mercado universal parece que funciona sin problemas. El productor y director del videojuego es Hideo Kojima, uno de los personajes más influyentes de los videojuegos actuales. "Trabajar con él está siendo muy fácil. Respeta todo lo que hacemos, no impone cambios y nos aporta mucha confianza. Suena a cumplido, pero es verdad. Hay que entender que Castlevania es una de las propiedades intelectuales más valiosas de Konami", comenta Álvarez. Y aporta datos para confirmar que el videojuego, financiado y supervisado desde Japón, se está desarrollando completamente desde el cuartel general que Mercury Steam tiene en San Sebastián de los Reyes (Madrid). Esta firma fabrica la historia, el guión interactivo, la parte tecnológica, el diseño de personajes y escenarios y construcción del motor 3D. En el proyecto trabajan 60 personas, con algunos colaboradores externos. La media de edad está entre los 25 y los 30 años.

El Castlevania original era un juego de plataformas para las vetustas consolas de 8 bits y con unos gráficos que ahora resultan entrañablemente ridículos. El juego actual exprime la capacidad de las nuevas consolas y será muy distinto. "Es una fantasía medieval en 3D con aventuras, acción y elementos siniestros. Es algo así como un cuento de hadas oscuro y con un gran despliegue visual", señala Álvarez. Es un juego para las consolas Xbox 360 y PS3, para mayores de 16 años.

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Extraído de Hardgame2:

Así de contundente se ha mostrado Hideki Kamiya, uno de los máximos responsables detrás de Bayonetta, y es que afirma que "Tomonobu Itagaki (Ninja Gaiden) es idiota creyendo que los pechos grandes son eróticos", aunque rápidamente afirmó que "soy calvo, pero no gay". Nos quedamos más tranquilos. Los enfrentamientos entre estos dos creativos vienen de atrás, siendo los últimos comentarios de Itagaki un ataque a Okami, la última obra de Kamiya, afirmando que su hija "intentó jugar a Okami y se aburrió de él rápidamente... Yo también me aburrí bastante con él... He oído que Kamiya ha dicho algo de que los juegos de acción no han evolucionado en 8 años, ¿ha estado dormido durante los últimos 8 años?". Sin duda, se nota que se llevan muy bien.