Yo pienso, yo creo, yo digo...

Esto es una reflexión personal acerca de la clase política (con posibilidad de cambiar de tema) que tiene visos de ser un tochonaco de cuidado, así que si esto no va contigo, creo que te resultará más provechoso seguir a la siguiente entrada.

Me resulta extremadamente gracioso ver según qué personajes haciendo según qué declaraciones. Un claro ejemplo es el "líder" del Partido Popular, el señorito Mariano Rajoy. Seguramente no sea culpa suya, ya que detrás de un personaje público importante (Belén Esteban está, en mi escala, a la altura de los mosquitos, así que no la considero importante) hay todo un equipo que procura por la imagen de dicho personaje ya sea en forma de cómo vestir, o cómo decir las cosas. Lo dicho, tal como Rajoy dice las cosas, y viendo como actúa su partido, todo lo que me dice me resulta hasta pedante. La otra parte de la ecuación, léase zetapé (ZP), admito que no resulta chulesco. Podría incluso pasar por una persona normal. Pero él peca de otra cosa, y es el de agotar al personal con cuentos que no cumple, promesas que quedan en nada; alguien que de tanto contar mentiras ya las acepta como realidad.

Además de estos dos personajes, hay más personajes en la política de este país que dan una imagen pésima de esta actividad (la política) que hecha como hay que hacerla, es decir pensando en el pueblo y no en el sueldo, resultaría beneficiosa. Por ejemplo Francisco Camps. Tengo el convencimiento de que no todos los valencianos son malos, y también creo que no todos lo apoyan. De hecho, si no fuera por el apoyo de los "blavers" en la Comunidad Valenciana (o Comunitat Valenciana, en valenciana) este tipo no tendría oportunidad alguna.

Este país tiene un problema de vergüenza. Y lo que pasa es que la gente con poder suele ser la que tiene más cara que espalda. Y luego pasa lo que pasa. Cualquier suceso mínimamente resonado que ocurra, en cualquier otro sitio con dos dedos de frente el encargado dimitiría. Aquí no. Los políticos aquí no dejan su puesto casi ni muertos. Otra cosa que dice poco en favor de este país (y esto sí que probablemente sea aplicable a otros países) es que parece que la clase política (o cualquiera que tenga algo que ver con ella) tenga vetada la entrada en prisión. O almenos no entrarían nunca en la típica prisión donde es mejor dejar el jabón en el suelo bajo riesgo de ser sodomizado. Para el primer caso, me viene en mente el señor Fèlix Millet, que a pesar de no ser político, dio bastante dinero a partidos para financiar sus campañas publicitarias, y de paso se llevó un buen pico. Este al final no ha entrado en prisión. Y por otra parte, me viene en mente el señor Julián Muñoz "Cachuli", que sí entró en prisión, pero a mí me da que fue más por darse autobombo, puesto que podía incluso elegir su menú, y aún supuestamente teniendo prohibido dar entrevistas, los hamijos de Telahinco le hicieron una, para ganar más pasta y darse más autobombo.

Finalmente, y ya para ir concluyendo, recuerdo unas palabras del amigo Rajoy, que no fue a la manifestación contra la Ley del Aborto para no crear "partidismo", pero dijo que es una cosa que divide a los españoles. Yo me sé de otras cosas que también dividen a los españoles, por ejemplo eso que empieza por ESTA y acaba por TUT (de Catalunya), que divide a los españoles, pero que a él no le interesa hacerlo progresar, y también tilda de anticonstitucional un referéndum no vinculante para la independencia de Catalunya. Eso será que tiene miedo, señor Rajoy.

Para acabar, el reproduzco el SMS del señor Daniel Sirera: "Este partido es una mierda." (y el del Barça-Rubin Kazan también).