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Vosotros Hacéis TDD-1 [11x02]

miércoles, 30 de noviembre de 2011 0 quejas



Aquí tenemos los datos pertenecientes al mes de Noviembre:











- Entradas más visitadas (clic para agrandar):



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- Sitios web de referencia (clic para agrandar):



- ¿Qué buscan los que me encuentran? (clic para agrandar)



- ¿De dónde venís?



- ¿Qué navegador usáis? [Explorer caca]



- ¿Qué sistema operativo usáis?



==========

Para cualquier duda, consulta, etc. podéis enviar un mail a:



¡Hasta el mes que viene!

Una Entrada Cualquiera [III]

martes, 29 de noviembre de 2011 3 quejas

Como quiero acabar el mes habiendo hecho almenos 10 entradas para el blog, me saco una entrada cualquiera de la manga, aprovechando que hoy mismo he recibido la boina que encargué por eBay.

Un bloguero cualquiera

PokeFábula: Metapod

viernes, 25 de noviembre de 2011 1 quejas



En lo más profundo del Bosque Alboroto habitaban varios tipos de pokémon que convivían pacíficamente en comunión con la naturaleza. Todos se ayudaban mútuamente haciendo que la comunidad funcionase: los fuertes pretegían a los débiles y los que tenían virtudes para ciertas actividades o momentos no dudaban en usarlas para ayudar al resto.

De tanto en cuanto se perdía algún pokémon de fuera del bosque y acababa siendo encontrado por la comunidad de Bosque Alboroto hasta que uno o varios equipos de rescate acudían en su ayuda y lo devolvían al lugar al que pertenecía. Y cuando estos equipos de rescate llegaban los más pequeños de la comunidad salían fuera de sus madrigueras o escondrijos para admirar aquellos intrépidos pokémon que desafiaban a los pokémon salvajes para lograr cumplir las misiones que tenían asignadas.

Como no podía ser de otra manera, los pequeñuelos pokémon jugaban con sus amigos a ser equipos de rescate, por ejemplo varios Oddish, Weedle y Caterpie, incluso los Metapod. Aunque estos últimos eran tan inútiles que los otros muchas veces los marginaban. Aún así los Metapod no dejaban de pedir jugar y eran tan aficionados a ver los equipos de rescate como los otros, o incluso más.

Todo iba bien hasta que en un momento dado hubo un desequilibrio en el Mundo Pokémon, indicado por un gran terremoto, que causó que los pokémon ajenos a la comunidad de Bosque Alboroto entrasen en una especie de trance y atacasen indistintamente a otros pokémon salvajes o a los de la comunidad. Al principio no era un problema, porque los Beedrill con sus aguijones y los Buterfree con sus somníferos y paralizadores los mantenían a raya. Sin embargo hubo un momento en que los más fuertes no podían estar siempre pendientes de repeler las embestidas de los pokémon salvajes.

A partir del momento en que las defensas de la comunidad flaquearon sufrían ataques constantes y los equipos de rescate tampoco daban a basto para ayudar a todas las comunidades de pokémon, incluída la de Bosque Alboroto, y los constantes terremotos réplicas del primero no ayudaban. Al final quedaron pocos pokémon, entre ellos las familias de los Beedrill y los Buterfree, alguna familia de Pikachu, algunas familias de Vileplume y Bellossom y algunos pokémon tipo Bicho y Planta más.

Los supervivientes se escondían cada vez que veían un grupo numéricamente nada despreciable de pokémon salvajes y confiaban en que los equipos de rescate siguieran viniendo a traerles provisiones, puesto que les era difícil recolectar frutos de los árboles sin ser emboscados por Linoone o Mightyena. Pero lo malo suele acabar ocurriendo y hubo un terremoto algo más fuerte que de costumbre que causó la caída de muchos de los árboles y la comunidad no tuvo más remedio que huir.

Incluso durante la huída los Metapod iban siendo cada vez más marginados porque iban muy lentos y retrasaban al resto, que temía que los pokémon salvajes los siguieran y alcanzaran, pero de momento no era así, y atravesaron un río. Y subieron una montaña. Y otra. Pero para pasar a la tercera tenían que pasar por un desfiladero bastante estrecho, en el que por un lado había una alta montaña y por el otro no había más que vacío; vacío y una buena vista. Como el camino se demuestra caminando, los pokémon iniciaron la travesía del desfiladero hasta que por un lado un desprendimiento de rocas dejó el camino cortado.

Dieron media vuelta porque no podían seguir, pero de pronto un furibundo grupo de pokémon salvajes en trance apareció bloqueando la otra salida. Parecía el fin de la comunidad de Bosque Alboroto, sin embargo en la lejanía venía el equipo Alas, un grupo de rescate formado por pokémon voladores, comandados por su fundador Aerodactyl, y que llevaba tiempo en el negocio. Sin embargo la suerte no parecía acompañar del todo a la comunidad, que vio como cinco enormes rocas caían del cielo justo encima suyo. Parecía que el equipo llegaba a tiempo para el rescate pero una corriente de aire imprevista causó que se retrasasen lo justo para ver cómo las primeras rocas impactaban contra los pokémon del desfiladero y las siguientes pedradas se acumulaban encima. Incluso algunos pokémon cayeron al vacío, pero fueron rescatados por Fearow.

Viendo qué podía hacer el Aerodactyl, usó su Poder Pasado para mover las rocas, aunque sin esperanza alguna más que ver cuerpos aplastados de pokémon. Y cuál fue su sorpresa al ver que los Metapod, ahora metalizados aunque estaban volviendo a su color verde habitual, habían usado su Fortaleza para resistir la embestida de las rocas, protegiendo así al resto de pokémon.

Una vez hubieron sido puestos todos a salvo de nuevo en el Bosque Alboroto repartieron medallas al mérito de la comunidad de Bosque Alboroto a los Metapod, pero como tal condecoración no existía, fue creada. Y así se la pudieron dar también al equipo Alas.

De Guerras, Garras y Gorros - Capítulo 1x09

lunes, 21 de noviembre de 2011 0 quejas

Capítulo 9: Duelo en la armería

Duración: 24min

[Opening: FREEDOM (Megumi Hayashibara)]

Territorio de Black Hole
Omega Land


Olaf, Sensei y Javier discuten sobre lo que hacer ahora que han huido de sus perseguidores, pese a que el CG pasará un flash informativo a todas las unidades acerca de los fugitivos, por tanto necesitan ir armados, y la ametralladora del vehículo de reconocimiento no sirve porque no es manejable. De un volantazo Olaf toma un camino y seguidamente entra en un camino de carros. En poco tiempo son rodeados por arbustos, Olaf apaga las luces del y el motor y les dice que están cerca de un almacén de armas. Sensei interviene diciendo que está muy viejo para lo que es el sigilo y la agilidad, pero advierte que Olaf debería aproximarse algo más para generar cobertura a aquel valiente que entre en el almacén.

Olaf vuelve a encender el motor del vehículo y avanza unos metros más, hasta que se divisan las paredes del edificio; entonces Olaf dice que por cuestión de peso no puede mantener todo el sigilo que debería, por tanto Javier es el único que parece ser lo suficiente ágil como para infiltrarse sin ser visto. Entonces se desprende de su armadura que lo hace más pesado, más visible y más ruidoso y rápidamente se engancha a la pared del almacén. Javier, agachado, se mueve hasta la esquina, donde mira si hay guardias. Como no los ve, avanza y ve que hay una ventana unos metros más arriba, y seguidamente coge impulso y se cuelga de la ventana. En una mirada rápida consigue ver almenos tres guardias haciendo rondas y otros tres sentados en una mesa jugando a cartas.

Con un ágil movimiento vuelve a bajar y corre a explicar la situación a Olaf y Sensei. Después, vuelve a engancharse a la pared y vuelve a la esquina para volver a comprobar si hay guardias y ahora sí que hay uno que da rodeos cerca de la entrada. En un acto algo arriesgado Javier se lanza corriendo contra el guardia de espaldas y le propina un codazo en la cabeza que hace que el guardia de Black Hole pierda el sentido. El guardia está armado con una pistola de mano semiautomática y una ametralladora estándar de Black Hole. Corriendo vuelve a Olaf y Sensei y les cuenta lo que se le ha ocurrido.

Como no podía ser de otra forma el plan de Javier es conquistar la armería, ya que es probable que dispongan de una radio y así pueden disponer de un arsenal de armas. Sensei, con pose de viejo ermitaño, cuenta que no podrían defender la armería del ataque de tanques o bombarderos, y estando cerca del CG es probable que Black Hole pueda disponer de ellos; sin embargo, sí que podrían mirar de usar la radio y ver si la armería tiene hangar subterráneo de tanques, pues así podrían ir más seguros en busca de un CG mejor situado.

Javier vuelve a la entrada sosteniendo la pistola seguido por Olaf y Sensei en el vehículo de reconocimiento. Javier es sorprendido por dos de los guardias haciendo rondas que han sido alertados por no recibir noticas de su compañero. Javier dispara la pistola al azar para darse tiempo a buscar cobertura y corriendo se resguarda detrás de unos árboles, por su parte Sensei desde el vehículo de reconocimiento dispara con la ametralladora del vehículo y da de lleno a los soldados. El resto de soldados son alertados por los disparos y salen a ver qué pasa. Olaf y Javier, armados con las ametralladoras de Black Hole y Sensei desde el vehículo disparan a matar a los soldados que van saliendo.

Cuando en un rato no salen más soldados deciden entrar a la boca del lobo, pero toman la precaución de adoptar un táctica de dos delante y uno detrás. Olaf les sigue de espaldas apuntando a retaguardia y Javier y Sensei avanzan cubriendo la vanguardia. Siguiendo un ruta al azar llegan a la zona de despachos y consiguen encontrar una radio. Olaf intenta ponerse en contacto con el resto de OJ's mientras Javier y Sensei cubren la posición.

Olaf frente al cuadro de mandos, con los cascos puestos, va girando el dial de frecuencias para encontrar la que le permita hablar con Grit, Sasha, Águila e incluso estaría encantado ahora mismo de hablar con Andy o Nell, pero lo único que se oye es el ruido que indica que la frecuencia está libre. En un momento dado parece oir voces, y la voz de Maverik resuena en sus tímpanos:"A todas las unidades, tres fugitivos de la Alianza de Naciones que responden al nombre de Olaf, de Blue Moon, Javier, de Green Earth y Sensei, de Yellow Comet han escapado. Os enviamos los retratos robot. La frase ante cualquier sospecha es "Alianza de Naciones" a lo cual se debe responder la contraseña "Arriba Sturm""

Olaf corta comunicaciones y enseguida explica a Javier y Sensei lo que ha oído por la radio, con lo cual deciden tomar prestados los uniformes de los soldados abatidos previamente de Black Hole, que incluye un casco con un visor que impide reconocer caras. Olaf, debido a sus medidas tiene ciertos problemas para encasquetarse dentro del uniforme. Y ya disfrazados se mueven libremente por el almacén, cargando de armas el vehículo de reconocimiento. Tras mirar y remirar no parece que haya ningún hangar de tanques y Olaf conduce de nuevo pero con prudencia añadida el vehículo de reconocimiento hasta la carretera principal, donde varios destacamentos de tanques y TOA's circulan.

Olaf toma el camino a su derecha, que es el que siguen los tanques y TOA's y es el que les permite alejarse del CG donde estaban retenidos.

[Ending: For all we fight (Instrumental)]

SFM Reloaded [7x01]: Aoi Oribe

viernes, 18 de noviembre de 2011 2 quejas

Días después de su encuentro con Mutsumi, y viendo que llevaba demasiado tiempo en Tokyo el héroe decidió coger un tren y que lo llevara adondequiera que fuese, mientras fuera lejos de Tokyo. Y así acabó rondando por los alrededores de Sakuranomori, un acogedor pueblecito rodeado de naturaleza y de hermosos paisajes.

Caminando estaba, cuando en mitad del camino se le apareció su némesis: el Conde Mor. Sonreía amparado por un monóculo, una sombrero de copa y una capa a juego, y el héroe que no se lo pensó dos veces atacó rápidamente. Pero después de la ofensiva, donde tenía que estar la cabeza del Conde había únicamente el puño del héroe y algo de humo. El Conde miraba al héroe con un aire distraído, como si supiera que el héroe no era rival para él.

De repente el monóculo del Conde Mor emitió un brillo rojo. En breves instantes el héroe vio como del bosque despertaba un golem de tierra. El golem era como de barro, aunque por efecto de la exposición al aire se iba endureciendo, y pasó de arrastrar los pies con movimientos torpes a caminar de forma perfectamente normal. Sus ojos desprendían un brillo rojizo, un brillo parecido al que había emitido el monóculo. Y sus espaldas estaban cubiertas por cuatro o cinco árboles.

La mole de barro atacó con su brazo derecho, pero el movimiento fue tan lento que el héroe lo pudo esquivar con suma facilidad. El golem seguía atacando sin obtener resultado alguno, incluso para facilitar las cosas lo había dirigido al camino. De pronto estaban el golem y el héroe enfrentados cara a cara, pero no parecía haber rastro del Conde Mor. El golem se puso de cuclillas y agarrándose las piernas empezó a rodar hacia el héroe, adquiriendo cada vez mayor velocidad.

Viendo que un trozo de montaña se dirigía hacia él lo único que podía hacer el héroe era huir. El golem rodaba y el héroe corría sin mirar atrás, en un momento el héroe había llegado a la calle principal de Sakuranomori, y aunque le extrañaba no ver a nadie por la calle realmente no tenía tiempo de pensar en ello. En parte era mejor que nadie viese la mole porque podría cundir el pánico.

Por seguridad el héroe miró hacia atrás, y aunque delante suyo no había nada salió rebotado hacia atrás, como si hubiese impactado contra algo. Como por arte de magia en su campo de visión aparecieron varios habitantes de Sakuranomori que antes no estaban, y justo delante de él, doliéndose en el suelo por el impacto, estaba la chica contra la que había chocado. El héroe la ayudó a levantarse y le preguntó si se encontraba bien y que le disculpase porque no la había visto. La chica se disculpó también porque iba distraída leyendo, pero se encontraba bien.



La chica cogió su libro del suelo y se fue caminando. El héroe se quedó plantado como un estaquirote, preguntándose dónde estaba el golem, dónde estaba el Conde Mor y de dónde había salido toda esa gente. A lo lejos le pareció ver el Conde Mor que aparecía y se desvanecía; entonces entendió que había caído en una trampa ilusoria, que probablemente el golem no era real y que la gente había estado ahí todo el rato. La teoría de la gente parecía estar sobre las hipótesis correctas porque bastantes de los habitantes lo miraban con la cara un poco rara.

Después de las reflexiones volvió a su ser y se fijó que la chica caminaba cojeando. Se acercó a ella corriendo y le dijo que la llevaba al médico, pero no sabía donde estaba; la levantó y la llevó a espaldas mientras ella lo iba guiando. No se había fijado antes pero la chica era bastante menuda y pesaba muy poco. En la conversación de camino al médico la chica dijo que se llamaba Aoi Oribe y le gustaba mucho leer.

A cada paso que daba el héroe notaba una especie de cojín que se le clavaba, y es que no se había fijado tampoco antes pero Aoi estaba bien provista de delantera a pesar de ser tan menuda. Aoi le dijo que el médico era la puerta blanca a su derecha, el héroe con Aoi a cuestas entró. Una chica muy amable los atendió; como el pueblo era muy pequeño Aoi y la chica se conocían, y además la consulta parecía ser privada. La chica fua a avisar al doctor.

Un hombre de edad media-avanzada iba a paso tranquilo, sin prisas, siguiendo a la chica de recepción. Entonces saludó a Aoi y saludó al héroe y le preguntó a Aoi qué le había sucedido; ella le explicó que iba distraída leyendo por la calle y que había chocado con el héroe.

El médico, que resultó ser muy amable también, le dio un calmante y entonces le limpió las zonas de la mano heridas y las trató con una solución yodada. Esperaron unos minutos a que la piel absorbiese la solución y se despidieron del doctor y de la chica de recepción.

Una vez en la calle Aoi se dio cuenta de que el héroe no era de las cercanías, un poco tarde para darse cuenta pero mejor tarde que nunca. Entonces se ofreció para acompañarlo a visitar el pueblo de Sakuranomori. El héroe aceptó, en parte porque no tenía nada más que hacer, excepto, tal vez rescatar a Mario, pero esto será más adelante, y en parte porque quería saber más de ella: parecía que el héroe llevaba una buena racha con las chicas castañas de grandes delanteras. Vale, esta sería la segunda, pero ya llegarán más...



En fin, que Aoi llevó al héroe a los lugares más turísticos de Sakuranomori, que siendo un pueblo tan pequeño eran pocos.

Se notaba que Aoi disfrutaba con la lectura porque le contaba historias y sucesos de los lugares que visitaban que había leído en libros, y hablaba y hablaba y el héroe no se cansaba de oir esa voz aguda.

A la hora de comer Aoi llevó al héroe a su casa donde preparó unos bocadillos de pan de molde, arroz blanco y otras pequeñas recetas y se llevaron la comida. Caminaron a través de Sakuranomori y salieron del pueblo hacia la montaña, al cabo de un rato se encontraban en un llano donde Aoi tendió una manta y empezaron el picnic. Dentro de la manta estaba toda la comida que Aoi había preparado antes. Los dos se sentaron en el suelo, encima de la manta y ella le dejó probar un poco de todo.

El héroe llevaba días sin probar algo con sustancia, por lo que tenía bastante hambre, pero la comida estaba realmente deliciosa, no había necesidad de restar méritos a la cocinera. El héroe hizo notar tan magnífico ágape lo que causó el rubor de Aoi, que se restó méritos, y lo probó ella también y empezaron a comer. Mientras comían hablaban animadamente de todo y de nada.

Una vez hubieron comido se dispusieron a recoger los platos y lo dejaron todo atado con la manta. Después se levantaron y fueron a pasear por el bosque para digerir mejor. Tomaron un camino de tierra que llevaba a la cima de la montaña. El camino estaba rodeado de árboles verdes, y alguno anaranjado o marronoso, pero a medida que avanzaban y subían los había cada vez menos; también, a medida que estaban más altos podían ver mejor los alrededores.

El camino se estaba acabando, terminaba en un mirador que permitía ver el pueblo de Sakuranomori y el valle próximo a la localidad. Una valla intentaba impedir que la gente se despeñase y allí fue donde el héroe y Aoi se apoyaron para ver una magnífica puesta de sol. Aoi miró fijamente al héroe, acercó su cara a la de él y se besaron apasionadamente a la luz del ocaso.

[Censura patrocinada por World of Trollcraft: X (o H) Chronicles)]

La luz del ocaso era más intensa que antes, Aoi se levantó. Ambos se vistieron y Aoi le tendió la mano para ayudarlo a levantarse. El héroe vio una estrella fugaz en el cielo.



Ya era de noche cuando el héroe y Aoi descendieron por la montaña y regresaban al lugar donde habían dejado los bártulos, que todavía estaban ahí. Entonces volvieron al pueblo de Sakuranomori ahora silencioso, a diferencia del bullicio matinal al que había asistido, y sido causante, el héroe mismo. Las calles estaban desiertas, probablemente la gente estaba cenando en sus casas, y la única fuente de iluminación eran las farolas repartidas por la calle.

Aoi y el héroe caminaban acompasados, aunque el héroe iba dando medios pasos porque por cada paso del héroe Aoi tenía que dar dos. Enseguida llegaron a la casa donde vivía Aoi, junto con sus padres; como no había luz era de presuponer que estarían durmiendo, pero al llegar a la entrada del jardín la cortina del salón se corrió casi imperceptiblemente y unos ojos miraban atentamente: era la madre de Aoi que estaba cotilleando.

El héroe dio las gracias a Aoi por la comida y ella le agradeció que la hubiese llevado al médico. Aoi entró en casa donde su madre ya estaba con la antena puesta y dispuesta a acribillarla a preguntas sobre el hermoso mozo que se acababa de ir. El héroe, que no oyó nada de eso partió hacia Tokyo en busca de nuevas aventuras, y por qué no decirlo, en busca de nuevas mozas. De mientras en algún lugar indeterminado alguien espiaba al héroe y de fondo se oía una risa socarrona.

Pocket Tales of the Braves - Capítulo 5

miércoles, 16 de noviembre de 2011 0 quejas

Capítulo 5: El Larvitar extraviado

Continente de Johto
Ruta 45


Ryuuna se moría de ganas de entrar en combate, y lo tuvo fácil cuando un montañero se dirigió a ella pidiéndole si tenía tiempo para un combate. Era obvio que sí, y pocos instantes ya estaban entablando combate. El montañero tenía dos pokémon y el primero de ellos era un Geodude. Ryuuna tenía algunas estrategias en mente.

El montañero ordenó al Geodude que usara Placaje contra el Dratini, en cambio Ryuuna pensó que sería interesante comprobar qué tal resultaba usar el entorno como escudo y como espada. Ryuuna ordenó a Dratini que usara Repetición en un árbol. El Dratini se acercó a un árbol próximo y se enroscó en su tronco, haciendo presión. El árbol no parecía ceder, aunque el Dratini lo intentaba con todas sus fuerzas. Entonces llegó el Geodude, y usando el tronco para trepar, el Dratini esquivó eficazmente su oponente que golpeó el tronco y gracias al esfuerzo hecho por el Dratini el árbol perdió su verticalidad. El Dratini escondido entre la espesura de la copa esperaba ansioso alguna orden de Ryuuna, mientras el Geodude buscaba entre los troncos. Entonces Ryuuna dijo a Dratini que usara los troncos cono si fueran látigos, y así golpeó incesantemente al incauto Geodude. Y de repente el Geodude salió despedido ante una ráfaga de aire que nadie sabía de donde había salido. Ryuuna tenía una ligera idea, sin embargo siguió con su ofensiva, rematando al Geodude con una Furia Dragón. El montañero retiró su Geodude debilitado y envió al otro pokémon, que resultó ser otro Geodude. Ryuuna probó su táctica, hizo que el Dratini hiciera de señuelo hasta la espesura del árbol caído y gritó:"Dratini, usa Ciclón en las hojas" y el Dratini creó una ráfaga de viento que golpeó junto con las hojas al Geodude, creando un efecto de Hoja Afilada. El combate terminó rápido, y mientras se despedía Ryuuna del montañero, que le dio un par de pokéballs por las molestias, vio como un pequeño pokémon aparecía entre unos matorrales. Y se volvió a meter entre ellos. La curiosidad de Ryuuna había despertado.

Ryuuna y el Dratini se metieron entre los matorrales mientras perseguían al pequeño pokémon, intentando no perderlo de vista. Ryuuna desconocía del tipo de pokémon del que se trataba pero era muy mono. Como el pokémon tiene que tener algún nombre para referirnos a él lo llamaremos Larvitar, por comodidad. El Larvitar se acercó a un montoncito de piedras y se las fue comiendo una a una. Ryuuna quedó realmente perpleja, tan mono que parecía y se alimentaba a base de piedras. Ryunna dedució que debía tratarse de un pokémon tipo Roca o Tierra, y por las tablas del mismísimo Arceus, no iba equivocada en absoluto.

Un montañero pasaba por ahí, y Ryuuna, que estaba escondida entre los matorrales oyó como comentaba con otro montañero:"Anda mira, es un Larvitar, es una pena que no lleve pokéballs porque son difíciles de encontrar; apenas hay por los alrededores del Monte Plateado" A Ryuuna le quedó la parte de "son difíciles de encontrar" y le brillaron los ojos, pero el despiste le costó perder de vista a su presa. Estaba decidida a capturar ese Larvitar, porque pensándolo fríamente ir a Monte Plateado significaba obtener permiso de alguna autoridad pokémon, como el Profesor Oak o el Profesor Elm tras haber conseguido un porrón (muchas) de medallas.

Ryuuna buscaba desesperadamente su Larvitar y caminando, caminando encontró un pequeño lago. Cerca de ahí parecía haber una pequeña cueva, pero la atención de Ryuuna fue capturada por un árbol de bayas. Por suerte parecía ser que daba bayas Aranja, y dio una a su Dratini para que recuperara fuerzas. Le dio otra para que se la guardara y escondió un par en su bolsillo. Y finalmente entró en la pequeña cueva junto al lago en la ruta 45. La entrada iba haciéndose más y más estrecha hasta el punto en que Ryuuna tuvo que seguir a gatas.

Y de repente se oyó un chasquido. Ryuuna quedó parada unos instantes y de repente vio como el Larvitar se acercaba corriendo. Como pudo Ryuuna dio media vuelta y tan rápidamente como le permitía el lugar y sus piernas salió corriendo. El Dratini se deslizaba a una velocidad tremenda y el Larvitar, que era pequeñito no estaba limitado por las paredes de la cueva y corría cómodamente; Ryuuna se preguntaba qué sería lo que fuera que estuviese persiguiendo al Larvitar. Pronto encontraría la respuesta, pero de momento seguía corriendo, y por fin salió al aire libre.

Objetos:
- Pokéball x6
- Baya Aranja x2

Otros Derrotエロs [09x01]

viernes, 11 de noviembre de 2011 5 quejas

CG Juegos

[コンプリーツ] まままーじゃん ([Complets] Mamama-jan)









World of Trollcraft: [Capítulo octavo: Atrollpado en el tiempo/Trollhog Day]

martes, 8 de noviembre de 2011 0 quejas

Capítulo 8

Atrollpado en el Tiempo / Trollhog Day

El héroe volvió a su casa acompañado de la Gata Negra. Como no era momento para hacer cosas feas en la cama ambos pasaron de tumbarse. En vez de ello se reunieron en la mesa del comedor y el héroe activó el mapa holográfico-tridimensional de su W-Gear. Cabe decir que al autor de esta historia se olvidó de darle alguna función al W-Gear durante la saga de Zebes/Brinstar, digamos que el héroe lo quería usar pero tenía interferencias... ¿Cuela?

Volviendo a lo que nos ¿interesa? los dos protagonistas estaban concentrados mirando universos y mundos donde podría estar confinado Mario. Tal día como hoy estaban ellos dos mismos mirando el mismo mapa, en una especie de déjà vu o "error de Matrix". Sabían que en Brinstar no estaba (aunque ahora mismo podría estar siendo trasladado a Brinstar en un transbordador koopa, pero esto no era una opción), pero todavía quedaban una infinitud de universos por visitar, e incluso universos que el mismo autor de esta historia desconoce, con lo cuál es poco probable que Mario se encuentre en ellos.

Como llevaban dos horas seguidas mirando el mapa multiversal y no se decidían por ningún sitio en concreto la Gata Negra propuso dar una vuelta por Pueblo Paleto, por si acaso oían algún rumor o encontraban alguna pista; en el mismo momento el héroe le proponía echar un casquete, pero como esto no se trata de un fic guarro (de momento...), ella le dio una colleja. Y los dos protagonistas salieron por la puerta de la choza, dirigiéndose a la Plaza Mayor (todos los pueblos tienen una).

En la Plaza Mayor, que estaba abarrotada de gente, no parecía que nadie supiese ni quisiese saber dónde se encontraba Mario. En cambio el héroe estaba haciendo amistades con unas mozas de muy buen ver, y eso no hizo especial gracia a la Gata Negra, que repartió la segunda colleja del día y se llevó al héroe a rastras. Con la Gata Negra llevando a rastras al héroe, dieron una vuelta por Pueblo Paleto pero no encontraron nada de nada y se vieron obligados a volver a la choza (cabe decir que el héroe se vio algo más "obligado" a volver...).

Y estaban en las afueras de la casa cuando vieron como una especie de sombra estaba intentando entrar en la casa, el héroe había dejado su Gugnir en casa así que estaba desarmado y la Gata Negra ídem. Por suerte el ladrón parecía un caco anónimo del tres al cuarto; la Gata Negra se deslizó silenciosamente hasta la espalda del presunto maleante. Levantó sus brazos sin hacer el más mínimo ruido y en el justo instante de ejecutar una letal llave el presunto mangante dio un salto mortal hacia atrás, esquivando a la Gata Negra.

Estando justo entre la Gata Negra y el héroe se quitó la capa y la máscara, mostrando un chico rubio, con los ojos rojizos. Cogió impulso y saltó, desapareciendo tras una pequeña explosión que dejó una nube de humo. El héroe había visto esa cara en alguna parte, pero en ese momento no recordaba ni dónde ni cuándo...



En cualquier caso, el héroe y la Gata Negra entraron en la choza. Ella se iba a duchar porque hacía varios días que no conseguía encontrar un momento para lavarse. Era una ocasión demasiado preciosa para ser desaprovechada y el héroe se metió en la habitación adjunta, donde había un agujero especialmente diseñado para espiar la ducha, pues el héroe era un ligón que día tras día, almenos antes de meterse en esto del rescate, llevaba las "más mejores chatis de Pueblo Paleto y alrededores". En definitiva, insistimos que esto no es un fic guarro (ya ¿llegarán?), pero... ¡qué figura tiene la Gata Negra!, alias de Felicia Hardy.

Después de ducharse ambos (que no juntos), volvieron a reunirse en la mesa del comedor con el mapa holográfico y tridimensional-multiversal-genial del W-Gear intentando discernir dónde podría estar preso Mario, y de repente vieron una señal en un mundo...

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Guardando datos, no apague la consola ni retire la tarjeta de memoria...

¡Partida Guardada!

Compras Saloneras (apenas nada...) y No-Compras Saloneras

viernes, 4 de noviembre de 2011 5 quejas

Aprovechando que el amigo scaramanga (anda, echad un vistazo a su blog) me ha recordado lo que fue el salón, os cuelgo las cosas que compré, que realmente no fueron muchas...



Ya sé que hice una promesa en Infotaku que no empezaría GTO hasta que MangaLine (también conocida como MingaLine) la terminase; pero las circunstancias son las que son y MangaLine no volverá a renacer cual ave fénix, por tanto aproveché para carroñear cual buitre ante los despojos de una serie que no veré terminada por ML. Por tanto, hablando en términos correctos no he incumplido mi promesa porque ML nunca va a poder terminarla.

También compré el #2 de Pirates vs Ninjas, un fanzine patrio del que el salón pasado compré el #1.

Como la entrada quedaría más corta que las mangas de un chaleco veo con aceptación hacer una pequeña lista de cosas que vi pero no compré.

No compré:

- Las figuras de Emma Frost y Black Cat de Kotobukiya: Muy bonitas y que quedarían excelentes en mi habitación, pero como no las había auténticas por menos de 70€ (y falsas creo que no había) pues no se vinieron conmigo.

- Una figura de (Nefertari) Vivi: Bastante bien hecha, pero no me atreví ni a preguntar el precio.

- El peluche de Larvitar que vi hace dos salones: Creo que por no estar, no estaba ni el stand, este año... Me quedé con las ganas y me arrepiento de no haber soltado los 25€ en su momento...

- Novedades del Salón: Propiamente dichas. No compré ninguna novedad, porque, a ver si traen algo que me atraiga y a buen precio.

En-Cuesta: Acerca de las PokeFábulas

miércoles, 2 de noviembre de 2011 2 quejas

Introducción: Como ya llevo varias ediciones de pokefábulas, cada una con su toque particular, me gustaría tener algo de feedback con los lectores, más o menos para saber qué es lo que os gusta. Aunque al final cada pokémon en sí acaba determinando su historia (si es fuerte puede competir con los legendarios, si es flojo se tiene que hacer fuerte, si es uno del montón...)

Propuesta: ¿Os gusta que intervengan pokémon legendarios a modo de "dioses"?

Plazo:Dos semanas, hasta el 16



En breve abriré la encuesta en la parte superior derecha del blog para saber vuestro parecer. De mientras podéis dejar vuestras opniones aquí.