Translate

About Me

Mi foto
Muramasa
-
Ver todo mi perfil

Status

Leyendo:

  • No te escondo nada - Sylvia Day

Jugando:

  • Digimon World DS
  • Castlevania GBA
  • Fallout 3
  • Pokémon Blanco

Viendo:

  • The Legend of Korra B3E02

Sígueme en Twitter

Licenciado en Química | Dibujante y escritor a ratos

This is 100% Derpy approved
  • Diada Nacional de Catalunya en TDD-1Halloween en TDD-1Navidad en TDD-1 Sant Jordi en TDD-1

Archives

Sandeces-box


Lista de mis "Ayudantes Virtuales"

TDD-1

Powered By Blogger

Changelog

  • 01/09/2014 - Añadidos share buttons
  • 08/12/2013 - Añadida publi lateral
  • 07/09/2013 - Cambio de cabecera
  • 31/08/2013 - Reforma del Blogroll
  • 31/08/2013 - Cambio en el diseño de entradas
  • 30/08/2013 - Añadida Navbar
  • 30/08/2013 - Añadidas "Reacciones"
  • 28/07/2013 - Cambio de template

PokeFábula: Metapod

viernes, 25 de noviembre de 2011



En lo más profundo del Bosque Alboroto habitaban varios tipos de pokémon que convivían pacíficamente en comunión con la naturaleza. Todos se ayudaban mútuamente haciendo que la comunidad funcionase: los fuertes pretegían a los débiles y los que tenían virtudes para ciertas actividades o momentos no dudaban en usarlas para ayudar al resto.

De tanto en cuanto se perdía algún pokémon de fuera del bosque y acababa siendo encontrado por la comunidad de Bosque Alboroto hasta que uno o varios equipos de rescate acudían en su ayuda y lo devolvían al lugar al que pertenecía. Y cuando estos equipos de rescate llegaban los más pequeños de la comunidad salían fuera de sus madrigueras o escondrijos para admirar aquellos intrépidos pokémon que desafiaban a los pokémon salvajes para lograr cumplir las misiones que tenían asignadas.

Como no podía ser de otra manera, los pequeñuelos pokémon jugaban con sus amigos a ser equipos de rescate, por ejemplo varios Oddish, Weedle y Caterpie, incluso los Metapod. Aunque estos últimos eran tan inútiles que los otros muchas veces los marginaban. Aún así los Metapod no dejaban de pedir jugar y eran tan aficionados a ver los equipos de rescate como los otros, o incluso más.

Todo iba bien hasta que en un momento dado hubo un desequilibrio en el Mundo Pokémon, indicado por un gran terremoto, que causó que los pokémon ajenos a la comunidad de Bosque Alboroto entrasen en una especie de trance y atacasen indistintamente a otros pokémon salvajes o a los de la comunidad. Al principio no era un problema, porque los Beedrill con sus aguijones y los Buterfree con sus somníferos y paralizadores los mantenían a raya. Sin embargo hubo un momento en que los más fuertes no podían estar siempre pendientes de repeler las embestidas de los pokémon salvajes.

A partir del momento en que las defensas de la comunidad flaquearon sufrían ataques constantes y los equipos de rescate tampoco daban a basto para ayudar a todas las comunidades de pokémon, incluída la de Bosque Alboroto, y los constantes terremotos réplicas del primero no ayudaban. Al final quedaron pocos pokémon, entre ellos las familias de los Beedrill y los Buterfree, alguna familia de Pikachu, algunas familias de Vileplume y Bellossom y algunos pokémon tipo Bicho y Planta más.

Los supervivientes se escondían cada vez que veían un grupo numéricamente nada despreciable de pokémon salvajes y confiaban en que los equipos de rescate siguieran viniendo a traerles provisiones, puesto que les era difícil recolectar frutos de los árboles sin ser emboscados por Linoone o Mightyena. Pero lo malo suele acabar ocurriendo y hubo un terremoto algo más fuerte que de costumbre que causó la caída de muchos de los árboles y la comunidad no tuvo más remedio que huir.

Incluso durante la huída los Metapod iban siendo cada vez más marginados porque iban muy lentos y retrasaban al resto, que temía que los pokémon salvajes los siguieran y alcanzaran, pero de momento no era así, y atravesaron un río. Y subieron una montaña. Y otra. Pero para pasar a la tercera tenían que pasar por un desfiladero bastante estrecho, en el que por un lado había una alta montaña y por el otro no había más que vacío; vacío y una buena vista. Como el camino se demuestra caminando, los pokémon iniciaron la travesía del desfiladero hasta que por un lado un desprendimiento de rocas dejó el camino cortado.

Dieron media vuelta porque no podían seguir, pero de pronto un furibundo grupo de pokémon salvajes en trance apareció bloqueando la otra salida. Parecía el fin de la comunidad de Bosque Alboroto, sin embargo en la lejanía venía el equipo Alas, un grupo de rescate formado por pokémon voladores, comandados por su fundador Aerodactyl, y que llevaba tiempo en el negocio. Sin embargo la suerte no parecía acompañar del todo a la comunidad, que vio como cinco enormes rocas caían del cielo justo encima suyo. Parecía que el equipo llegaba a tiempo para el rescate pero una corriente de aire imprevista causó que se retrasasen lo justo para ver cómo las primeras rocas impactaban contra los pokémon del desfiladero y las siguientes pedradas se acumulaban encima. Incluso algunos pokémon cayeron al vacío, pero fueron rescatados por Fearow.

Viendo qué podía hacer el Aerodactyl, usó su Poder Pasado para mover las rocas, aunque sin esperanza alguna más que ver cuerpos aplastados de pokémon. Y cuál fue su sorpresa al ver que los Metapod, ahora metalizados aunque estaban volviendo a su color verde habitual, habían usado su Fortaleza para resistir la embestida de las rocas, protegiendo así al resto de pokémon.

Una vez hubieron sido puestos todos a salvo de nuevo en el Bosque Alboroto repartieron medallas al mérito de la comunidad de Bosque Alboroto a los Metapod, pero como tal condecoración no existía, fue creada. Y así se la pudieron dar también al equipo Alas.

1 quejas:

scaramanga dijo...

Moraleja:

"No por ser literalmente un capullo
debes marginar a un ser con orgullo"