Translate

About Me

Mi foto
Muramasa
-
Ver todo mi perfil

Status

Leyendo:

  • No te escondo nada - Sylvia Day

Jugando:

  • Digimon World DS
  • Castlevania GBA
  • Fallout 3
  • Pokémon Blanco

Viendo:

  • The Legend of Korra B3E02

Sígueme en Twitter

Licenciado en Química | Dibujante y escritor a ratos

This is 100% Derpy approved
  • Diada Nacional de Catalunya en TDD-1Halloween en TDD-1Navidad en TDD-1 Sant Jordi en TDD-1

Archives

Sandeces-box


Lista de mis "Ayudantes Virtuales"

TDD-1

Powered By Blogger

Changelog

  • 01/09/2014 - Añadidos share buttons
  • 08/12/2013 - Añadida publi lateral
  • 07/09/2013 - Cambio de cabecera
  • 31/08/2013 - Reforma del Blogroll
  • 31/08/2013 - Cambio en el diseño de entradas
  • 30/08/2013 - Añadida Navbar
  • 30/08/2013 - Añadidas "Reacciones"
  • 28/07/2013 - Cambio de template

Pocket Tales of the Braves - Capítulo 20

lunes, 25 de marzo de 2013

Capítulo 20: ¡Esta vez, Pegaso, venceré!

Continente de Johto
Ciudad Malva


El sol se empezaba a alzar, todavía perezoso, entre una ligera neblina. El rocío matinal iba cayendo de hoja en hoja, lentamente, hasta que finalmente se vertía en una charca junto a Ciudad Malva. Era una fresca mañana y Ryuuna había decidido pasar la noche en el Centro Pokémon, donde le habían dado chocolate caliente la noche anterior, que era mejor que nada.

Ryuuna despertó.

Había dormido sentada en una cómoda butaca, casi estirada, y en toda la recepción había un par más de entrenadores. Los Centros Pokémon se usaban para pasar la noche muchas veces ya que era un lugar que estaba casi siempre abierto al público, y sinceramente era mucho mejor que pasar la noche al raso. La enfermera Joy de Ciudad Malva de turno de día entró y subió las persianas, pero a causa de la neblina matinal el sol no brilló. La enfermera Joy de Ciudad Malva de turno de noche se despidió y abandonó el lugar. Ryuuna pensaba en estrategias para derrotar a Pegaso y se le fue la mente a la Liga Pokémon.

Al cabo de un rato la enfermera Joy había preparado chocolate caliente para los aventureros y entrenadores que se habían quedado a pasar la noche allí. Pasó con una bandeja con tazas y tenían que tomar una, si querían. Ryuuna cogió una taza. Estaba excesivamente caliente, así que esperó a que la temperatura del chocolate descendiese. Observó la taza con detenimiento. Ya era antigua y estaba gastada pero se podía ver un animal serigrafiado. Era una especie de pájaro muy colorido, y con un largo pico. Parecía enfadado.

El chocolate estaba muy bueno, o eso pensó Ryuuna. 'Si me tengo que enfrentar a Pegaso será mejor que vaya bien alimentada. Con el estómago vacío no se puede pensar bien,' pensó mientras saboreaba la bebida. La enfermera Joy repartió algo de repostería para acompañar, bizcochos muy tiernos, vio Ryuuna. Tenía un nudo en el estómago por el enfrentamiento que tendría lugar dentro de unas pocas horas, pero se obligó a comer algo, 'No podré pensar si en medio del combate me ruge la tripa,' así que mojó el bizcocho en el chocolate. No recordaba la última vez que había desayunado algo así, normalmente su madre preparaba desayunos salados. Echaba de menos a su madre, y su padre, y el confort de su casita en Ciudad Endrino. ¿Qué sería de su padre? Se ganaba la vida haciendo de investigador Pokémon y muchas veces su trabajo lo llevaba a visitar tierras lejanas.

Alguna vez había oído hablar de Hoenn y Sinnoh, así como Almia y Oblivia. En un futuro tendría que visitar esos exóticos lugares y proclamarse campeona de las respectivas Ligas Pokémon si quisiera ser reconocida como la más grande entrenadora de todos los tiempos. Pero quedaba todavía mucho camino, incluso para proclamarse camepona de Johto, siquiera.

Apenas se había dado cuenta y ya no quedaba chocolate en la taza y su bizcocho se había desvanecido. Todo estaba de camino a su estómago. Se levantó con calma, tampoco tenía prisa por retar a Pegaso, y fue a devolver la taza.

"¡Muchas gracias por el chocolate, enfermera Joy!" dijo Ryuuna.

"De nada, chica, espera que te haya gustado. Blissey ha puesto todo su amor preparándolo." La enfermera Joy se refirió al Blissey que sacó la cabeza por detrás de una puerta.

"¡Blissey!" dijo el Blissey.

"La taza también es muy bonita," Ryuuna le entregó la taza a la enfermera Joy, que la observó.

"Mmm, es el legendario Ho-oh, que huyó de Ciudad Iris cuando se quemó una de las torres."

Ryuuna se sorprendió, "Ah, ya decía yo que me sonaba. Espero un día poder verlo de cerca con mis propios ojos."

"En ese caso te deseo lo mejor, cuentan que se aparece ante las personas puras de espíritu. Bueno, como casi todos los Pokémon legendarios," Ryuuna le agradeció sus palabras alentadoras. "¿Y ahora qué harás?" le preguntó la enfermera Joy.

"Hoy me tengo que enfrentar a Pegaso, y tengo que vencerle. Ya perdí una vez y he estado entrenando en la Torre Bellsprout."

"Cierto, creo que ayer ya te pregunté algo similar."

Pero no le molestaba a Ryuuna, al contrario, recordarse la meta a superar le daba más valor para conseguirlo.

"Hasta otra, enfermera Joy" se despidió Ryuuna finalmente.

"Hasta otra, chica."

"¡Blissey!" dijo Blissey ondeando la mano en señal de despedida.

Ryuuna salió del Centro Pokémon al mismo tiempo que otra gente entraba. Antes de ir al Gimnasio Malva pensó que lo mejor sería dar un paseo por la ciudad y sus alrededores. Había algunas zonas boscosas alrededor de la ciudad, y al norte había un pequeño llano, al sur estaba la ruta que llevaba de nuevo a Ciudad Cerezo. Desde cualquier lugar la Torre Bellsprout permanecía inmóvil aparentemente, aunque se mecía con el viento.

'Ya va siendo hora de aceptar la realidad.' Inconscientemente Ryuuna había retrasado la hora del enfrentamiento con Pegaso. Le surgían dudas, y más dudas. Si ya le había vencido una vez, podía vencerla de nuevo. Sin embargo, ¿dónde estaba toda esa determinación que había ganado en Torre Bellsprout? ¿Dónde estaba toda esa determinación que había mostrado ante Blasi? ¿Quería o no quería enfrentarse a Elya en la Liga Pokémon? Y si no era lo suficientemente fuerte, ¿podría darle una lección al tal Steeler?

'¡Ya basta de dudas!' pensó Ryuuna. Esta vez sí que se plantó delante del Gimnasio, que no era muy grande pero impresionaba. Ryuuna abrió la puerta de acceso.

"¿¡Hola!?" gritó.

De pronto, el local aparentemente vacío se iluminó. Pegaso se encontraba tras la línea del terreno de combate destinada a entrenadores.

"¿Has venido a retarme de nuevo?" preguntó Pegaso.

"Sí, he hecho lo que me dijiste y entrené en Torre Bellsprout."

"No era ninguna obligación, ni siquiera era un consejo, y sin embargo te fiaste de mis palabras. Confianza, me gusta eso en una persona," admitió Pegaso. "Espero, por eso, que hayas aprendido algo más que confianza para poder derrotarme."

Ryuuna no sabía si eso se trataba de un halago o de un juego psicológico así que se tomó las palabras como lo que eran, palabras.

"Yo, Ryuuna de Ciudad Endrino he venido a retarte a tí, Pegaso, Líder de Gimnasio de Ciudad Malva y conseguir una medalla Céfiro, que me garantizará en acceso a la Liga Pokémon." Todo lo que acababa de decir sonaba la mar de bien, estaba orgullosa de sí misma.

Pegaso respondió, "Yo, Pegaso, Líder de Gimnasio de Ciudad Malva, acepto tu desafío. Si eres tan amable de colocarte en tu posición dará inicio el combate." Ryuuna caminó hasta la raya blanca de la zona de entrenadores y sacó una pokéball. Pegaso sacó otra pokéball.

"¡Adelante, Pidgey!" Pegaso lanzó la pokéball y de allí salió su Pidgey, que enseguida emprendió el vuelo y quedó flotando, a la espera de Ryuuna. La pokéball volvió a su mano.

"¡Es tuyo, Larvitar!" Ryuuna envió a su Larvitar a luchar.

"¡Que empiece el combate!" gritó Pegaso.

"¡Larvitar, Chirrido!"

"¡Pidgey, Placaje!"

El Pidgey se lanzó en picado contra el Larvitar, adquiriendo cada vez más velocidad hasta alcanzar la posición del Larvitar, cargando contra él. El golpe fue muy amortiguado debido a la piel prácticamente rocosa del Larvitar y después intervino el Larvitar, que abriendo la boca emitió un sonido muy agudo que bajó la defensa del Pidgey, que quedó un tanto desconcertado, y volvió a la seguridad de las alturas.

Los dos entrenadores meditaron su siguiente movimiento.

"¡Larvitar, Mordisco!"

"¡Pidgey, Ataque Arena!"

El Larvitar tomó carrerilla mientras el Pidgey volvía a descender en picado, aunque esta vez el Larvitar no era el objetivo directo de su ataque. El Larvitar seguía corriendo cuando el Pidgey tomó tierra y una nube de polvo cubrió por completo al Larvitar...

De la nube de polvo apareció el Larvitar que se lanzó contra el Pidgey mordiéndolo ferozmente.

"¡Vuelve, Pidgey!" Pegaso devolvió al Pidgey a su pokéball. "Veo que los entrenamientos han dado su fruto," sentenció Pegaso.

"¡Adelante, Pidgeotto!"

"¡Vuelve, Larvitar!" Ryuuna cambió de estrategia ante el oponente que suponía el Pidgeotto. No podía arriesgarse a recibir un Bofetón Lodo con el Larvitar.

"¡Es tu turno, Gastly!"

"Veo que no has perdido el tiempo en Torre Bellsprout," dijo Pegaso.

El Gastly y el Pidgeotto estaban frente a frente. Uno flotaba gracias al batir de sus alas mientras que el otro se mantenía a flote debido a su composición y su ligereza. Y ambos entrenadores meditaban su estrategia.

"¡Pidgeotto, Tornado!"

"¡Gastly, Hipnosis!"

El Pidgeotto empezó a batir sus alas rápidamente hasta conseguir un viento que daba vueltas y el tornado que había creado se dirigía hacia el Gastly, pero iba tan lento que falló. De pronto el Gastly desapareció, para aprecer justo detrás del Pidgeotto.

"¡Cuidado, Pidgeotto, detrás de tí!" advirtió Pegaso a su Pokémon.

El Pidgeotto consiguió escapar por poco de la mirada hipnótica del Gastly, descendiendo en picado.

"¡Pidgeotto, Tornado, de nuevo!"

Volvió a batir las alas y esta vez el Gastly no pudo esquivar el movimiento.

"¡Gastly, Hipnosis!" ordenó Ryuuna. El Gastly se comió la Baya Aranja que llevaba equipada y desapareció de nuevo. El Pidgeotto y Pegaso estaban atentos al Gastly mirando dónde podría aparecer. Esta vez apareció justo enfrente del Pidgeotto y sus ojos se volvieron rojos, el Pidgeotto se quedó dormido.

"¡Vuelve Gastly, buen trabajo!" Ryuuna devolvió al Gastly a su pokéball y envió a Dratini.

"¡Tú puedes, Dratini!"

El dragón hizo acto de presencia mientras el Pidgeotto estaba profundamente dormido. Ryuuna aprovechó la situación.

"¡Dratini, Atadura!"

El Dratini se enroscó en el Pidgeotto y lo apretó mientras el pájaro seguía dormido. Finalmente despertó.

"¡Pidgeotto, Bofetón Lodo!"

"¡Dratini, Onda Trueno!"

Antes de que el Pidgeotto pudiera escapar, el Dratini creó una onda de choque que los paralizó a ambos.

*JRRJJRJR*

El Pidgeotto quedó paralizado y no pudo ejecutar su movimiento.

"Vuelve, Dratini; Adelante, Gastly"

"¡Pidgeotto, Bofetón Lodo!"

Pegaso empezaba a desesperarse y cometió un error, Bofetón Lodo era un ataque de tipo Tierra y Gastly tenía Levitación como habilidad, y por tanto no le afectó. Sin embargo...

"¡Gastly, vuelve!" Ryuuna ya había cambiado varias veces de Pokémon, aparentemente no sabía a qué jugaba y hacía cambios sin ton ni son, o eso pensaba Pegaso.

"¡Remátalo, Dratini!"

"¡Pero si está paralizado!" gritó Pegaso.

"¿Eso crees? Piensa que es un dragón que puede mudar su piel..." le advirtió Ryuuna.

El Dratini estaba frente al Pidgeotto, pero con su habilidad Mudar había perdido su afección de estado durante el cambio.

"¡Pidgeotto, Bofetón Lodo!"

"¡Dratini, Ciclón!"

El Pidgeotto ejecutó su movimiento cayendo en picado y levantando un chapoteo de barro pero el Dratini había lanzado su Ciclón justo a tiempo para rechazar el ataque y le dio de lleno al Pidgeotto con su propia medicina.

"¡Vuelve, Pidgeotto!" Pegaso devolvió al Pidgeotto a su pokéball, "Ya he visto suficiente. Me rindo."

"Cómo que te rindes, ¿y mi victoria?" protestó Ryuuna.

"Por eso me rindo, has sido superior a mí durante casi todo el combate e incluso me has hecho cometer un par de errores de principiante, a mí, un Líder de Gimnasio."

"Eso quiere decir..."

"Sí"

"... ¿que he ganado?"

"Sí, eres una digna merecedora de la Medalla Céfiro. Tu primera medalla de Johto."

"¡Sí! ¡He ganado! ¡La Medalla Céfiro es mía!" gritaba Ryuuna, con la adrenalina a tope tras el combate. Y pensar que antes del enfrentamiento estaba dudando de si podría vencer a Pegaso... Se sentía con energía suficiente para ganar la Liga Pokémon en ese mismo instante. Pegaso se sacó un pergamino de medallas de la solapa de su traje y le hizo entrega de la Medalla Céfiro, que aceptó gustosamente.

"Y también me gustaría que aceptaras esto, como muestra de aprecio."

Pegaso tenía en la mano una piedra en forma de prisma que brillaba de manera especial. Había visto algo similar en alguna parte.

"Es la MT 31 y contiene Bofetón Lodo, ¿sabes cómo funcionan las MT?" le preguntó Pegaso.

Ryuuna dijo algo ininteligible. Recordaba la Torre Bellsprout, la columna, los monjes, el sabio... ¡Allí había conseguido su primera MT!

"Bueno, como no dices nada te lo explico, estas piedras contienen la esencia de un movimiento y sirven para una única vez, piensa en qué pokémon las usas."

'Una única vez.'


Mochila:
- Pokéball x4
- Baya Aranja x2
- Baya Atania x2
- Baya Zreza x2
- Baya Safre x2
- MT 31 - Bofetón Lodo
- MT 70 - Destello
- Saco de dormir

Equipo:
- Dratini (Mudar) MV: Atadura - Malicioso - Onda Trueno - Ciclón [Baya Aranja]
- Larvitar (Agallas) MV: Mordisco - Malicioso - Torm. Arena - Chirrido [Baya Aranja]
- Gastly (Levitación) MV: Hipnosis - Lengüetazo - Rencor [S/O]
- Huevo Misterioso